Está vez mi TLP fue más evidente, no puedo permitir que vean esa parte de mí, esta es una debilidad que no pedí, cada vez es más difícil.
Pero está vez debo mostrarme.aun más fuerte.
Mis hermanas han llegado, se ven contentas.- Hola Gabo, hermanito - saluda Mili
- Hola Mili
Saludo a mis hermanas, Úrsula es un poco más seria, así que no hace tanta fiesta al verme.
- Te ves muy guapo así hermanito me gusta tu traje
- Gracias Úrsula, tu también te ves radiante
- Pero pensé que nos recibirías de una forma diferente - dice ella
- Mili lo haría solo que mi nana ha muerto, sabes lo importante que ella era para mí
- Lo lamento ella era una gran mujer casi fue mi nana durante algún tiempo - no sabe qué más decir
- Pero no puedo hacer mas lamento recibirlas así se merecen algo mejor, haremos una gran fiesta después
- No te preocupes, entendemos - dice Úrsula
Las dejo camino por los pasillos hasta que la veo salir del cuarto de Mildred lleva un vestido negro que se le ajusta al cuerpo, mi hermana es muy hermosa.
Elizabeth.
Me costó trabajo encontrar un vestido que me quedara algunos que me probé me apretaban de la cintura y las caderas, no sé cómo es que ocupan estos vestidos tan ajustados.
He decidido utilizar un vestido negro de corte imperio, es bonito a decir verdad, no me hace ver tan incómoda.
- Elizabeth te ves hermosa - dice Caro
- Gracias Caro, supongo que así es, el color negro no es mi favorito, me hace sentir triste
- Debes estar pasando por algo duro - comenta
- Sí, es un momento difícil, pero tengo que seguir
Me miró al espejo, tengo los ojos hinchados, me duelen, aún siento algo de congestión nasal.
Entran a la habitación, es el, trae un traje negro se ve muy bien, supongo que ese es u estilo.
Llegamos al salón solo hay pocas personas, solo es la servidumbre, me toma de la mano al instante siento algo es esa corriente eléctrica recorriendo por todo mi cuerpo trato de soltarme de su agarre pero aprieta mi mano.- Elizabeth te voy a presentar a mis hermanas
- Pero Señor, no debería hacerlo
- Pero nada Elizabeth, quiero que te vean, eres como una pieza de arte, algo que debo exhibir
Me siento extraña con lo que ha dicho, solo soy como un objeto para el.
- Sí, Señor - digo
Creo que es mejor no llevarle la contraria ,podría ganarme su confianza y podría huir de aquí.
Llegamos hasta donde están unas chicas que parece que acaban de llegar..
- Elizabeth ellas son mis hermanas
- Hola - Dice la chica con cabello negro
- ¿Y quién es esta? - pregunta la otra mujer
Debo admitir que ambas son atractivas, son como el.
- Es una amiga - responde
- ¿ Cómo te llamas?
- Mildred aun no termino de presentarlas
- Perdón Gabo pero se ve una buena chica ademas que le queda bien mi ropa - comenta
- Perdón señorita pero no tenía nada para usar así que bueno el Señor me ha dicho que busque en su clóset
- No tenias que darme tantas explicaciones después de todo traigo más ¿Por qué le dices Señor si es tu amigo?
- Bueno....yo - no sé qué decir - por respeto
Ella sonríe.
- Me llamo Mildred
- Ya llegó el cuerpo - dice un hombre
El Señor y su hermana se van los sigo llego hasta el féretro y ahí veo a mi mamá ese nudo en la garganta vuelve, una lágrima paso por mi mejilla, esto duele, quiero decirle que me perdone, sus mejillas están pálidas.
Salgo de ahí yo no puedo ni quiero recordar esa noche en la que me sentí vulnerable aún me siento culpable, ella está muerta por culpa mía es que ella está muerta.
Llegó hasta una puerta, es el despacho, aún no aprendo nada de este lugar, entró y cierro la puerta, hay un espacio entre el sofá y la pared, me quedo ahí, abrazo mis piernas y vuelvo a llorar, al menos ella tendrá un lugar en el cual podré ir a verla.
- Elizabeth aquí estas - volteo -¿ Qué tienes?
- Señor perdone pero es que no puedo estar ahí
-¿ Por qué no? Después de todo creo que no la conocías
- Mi Señor claro que la conocía, la conocía muy bien y ella a mí-¿ Cómo?
- Señor ella, su nana Estefania era mi mamá yo presencié todo lo que pasó aquella noche, ella se sacrificó para que yo viviera, aún puedo ver su rostro
-¿ A qué te refieres con todo?
- Ellos llegaron a casa después de que ella llegó de trabajar, el abusó de ella, sus mirada aún está en mis recuerdos, mi mamá dijo que tenía que seguir, tenía que correr para que ellos no me hicieran daño.
-¿ Y luego?
- Ellos me atraparon, ellos iban a abusar de mí, me iban a lastimar y yo no podía hacer nada
Se queda callado un momento, solo me mira, se acerca a mí, me tiende la mano y me ayuda a levantarme, se sienta en el sofá y me sienta en sus piernas, acomodo la cabeza en su hombro.
- No pensé que... - puedo terminar la oración
Me abraza.
- Tranquila Elizabeth yo te voy a cuidar pequeña Beth - me siento tan pequeña en sus brazos - te cuidaré bien, así como.mi nana me cuidó a mi, se lo debo a ella - No llores más
- ¿Cómo no hacerlo? Fue culpa mía, debí haberle advertido, debí haberle dicho, si hubiera hecho algo ella estaría viva, yo estaría en casa y....
- Y no te hubiera conocido - completa
- Sí, estaríamos mejor así, yo no me siento cómoda con todo esto, no sé quién es usted, no sé si este es un lugar seguro para mí, no sé nada de este lugar
El frunce los labios, sabe de sobra que es así, pero aún así no deja de mirarme, las yemas de sus dedos acarician mi pierna, siento un escalofrío recorrer mi espalda, la cercanía que tenemos es peligrosa, para el y para mí, trago duro.
- No puedo dejarte ir - confiesa - no quiero dejarte ir
- Sé que me ha puesto un precio, pero a decir verdad me quiero ir, quiero ir a casa, deseo volver a mi vida anterior
- Lo siento Elizabeth, pero mi nana no hubiera querido eso, te quedarás aquí en mi castillo, serás tratada como una invitada
Me quedo callada, supongo que es una buena idea, pero no confío en el.
- Me quedaré por mi madre, pero si no me gusta algo, tendrá que dejarme ir
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La Ultima Virgen
Teen FictionElizabeth es una chica que ha vivido por 15 años dentro de un bosque, su único pasatiempo es leer, su vida es apacible y tranquila, vive con su madre, hasta que una tragedia la lleva a conocer al Rey de su nación, un hombre despiadado y sin sentido...