La Ultima Virgen

22

Me duele la cabeza, todo me da vueltas, tengo nauseas, siento como sí el piso se moviera. 

" No debí " " no , no debí" 

Me repito una y otra vez, entran a la habitación y me sacuden muy fuerte. 

- Ya niña despierta, es tarde 

-¿Qué? ¿Quién es usted? ¿Cuál polvo?

- Yo soy Celia, no voy a limpiar el desorden, arriba, ya te esperan -  me quita las sabanas 

- Pero señora, no entiendo nada, estoy esperando a mí Señor  

- Pero nada niña, el no vendrá, una vez aquí ya no hay marcha atrás  

Me levanto con mucho esfuerzo, busco mi mochila pero veo que Luis no la trajo 

- Veo que no tienes ropa pero no te preocupes aquí no te hará tanta falta - me cubro con la sabana - no hace falta solo con tus braguitas y ya rápido no tengo todo el día

- Ya voy  

Estoy tan confundida, no sé qué es lo que pasa, no entiendo esto, tengo frío y esta mujer solo me apresura. 

- Rápido - me toma  del  brazo ahogo un grito

Me saca de la habitación me siento tan expuesta solo con bragas y zapatillas me tapo los senos con las manos algunos tipos me miran.

 - Parece que serás el nuevo juguete de todos, te ves muy joven 

- Y-yo 

- Tu nada, es tarde  

Me quedo callada, no tengo nada que decir, sigo en shock ¿Qué es este lugar? Me llevan por pasillos poco iluminados, hay varias puertas, se escuchan risas de mujeres. Llegamos hasta donde están todas las chicas.

- Niñas llegó una nueva 

- Nunca le duran mas de un mes, pero ella tardó mucho - comenta alguien  

- ¿Cuál es tú nombre? - pregunta una pelinegra 

- Amiel - respondo  

- Bien, Amiel ponte algo no trates de cubrir tus marcas, no creo que se pueda, pero eso sí, evita que lo hagan 

-¿Marcas? ¿Cuáles marcas? 

- Mira - toma mi brazo lo miro tengo el cuerpo lleno de chupetones miro entre mis piernas 

 - Mmmm veo que fue un gran polvo salvaje - comenta una rubia 

Me sigo mirando y ahi están los dedos de Luis si yo le dije, pero no entiendo por qué mi cuerpo está tan marcado. 

- Ya veo yo 

Es todo lo que puedo decir, pero hay un sentimiento más en mi interior, es algo que jamás había sentido en mi vida, es, es, no lo sé, no puedo describir este sentimiento de vacío. 

- Ven te daré algo para que te lo pongas - comenta la pelinegra  

Levanto la mirada. 

-Gracias - sonrío 

Ella me devuelve el gesto, apuesto lo que sea a que soy la más chica en este lugar. 

- Debe ser duro para ti de pronto estar aquí ¿cierto? 

- No entiendo nada, estoy muy confundida

- Todas estamos así al principio, pero él no es malo con nosotras, es nos protege y de vez en cuando nos visita, nos trae noticias de nuestra familia, nos deja estudiar