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Elizabeth

Ha pasado una semana, aún no puedo asimilar lo que ha pasado estos días, estoy completamente desconcertada, estoy asustada a decir verdad, pero creo que si muero ellos tendrán una mejor vida, al menos habré hecho algo bien en la vida, se que ellos no estarán solos, se que Dalí los cuidará, eso es lo único que me mantiene en pie.

- Tenemos noticias - dice Sean

Salgo de mi estado de ensimismamiento y lo veo.

- ¿Buenas?

- Buenas - responde - somos compatibles, podemos hacer el trasplante

Una luz de esperanza se asoma en este mundo para mí.

- ¿Cuándo?

- Si es posible esta misma noche, espero que las cosas salgan como planeamos

- Gracias - respondo

Las horas ahora parecen más cortas, me siento con mucho ánimo de salir de este lugar, además ya no me siento tan sola.

Dalí entra a mi habitación y me mira y me abraza.

- Todo va a salir bien - comenta - tengo todo listo y preparado para cuando salgas de aquí, he comprado un apartamento amplio, creo que mis sobrinos estarán bien ahí, además de que he estado hablando con una escuela para que revaliden tus estudios y puedas continuar

Me quedo en silencio, creo que todo eso es lo idóneo para una persona de mi edad, creo que es lo que he estado esperando toda mi vida, sin embargo ahora no solo soy yo, ahora somos cuatro.

- Gracias - respondo - espero que nuestra vida mejore de aquí en adelante

Horas después  

Me preparan para ir a la sala de operaciones, estoy ansiosa, algo asustada, creo que esto es muy pronto, pero también necesito estar bien, debo estar con salud para logar lo que deseo en la vida.

- Estaré esperando por ti hermanita, por favor sé fuerte, nos vemos después - se despide Dalí

Me abraza y me da un beso en la frente.

Gabriel.

Estos días han sido un infierno para mi, el alcohol no ayuda de nada, los medicamentos para mi enfermedad no han ayudado tampoco, la semana que viene tengo la visita con el psiquiatra, creo que debería someterme a algo más, tal vez a una terapia conductual, tal vez a hacer más ejercicio. No soy capaz de conciliar el sueño, la extraño y mucho, extraño tenerla, ella era como un sueño agradable, un sueño que yo convertí en pesadilla.

A lo largo de mi vida jamás me había sentido así, jamás había sentido que algo ,me faltaba, jamás había sentido que alguien me complementaba como ella. Mis anteriores esposas jamás me habían hecho sentir amado, necesitado, sin embargo con ella era diferente.

Me asomo al pasillo, saco con mi trago, el frio de la noche golpea mi rostro, sigo adelante en mi camino, entonces me encuentro con un escena algo desagradable, los gritos de Ursula y Darla son como dos golpes fuertes en el estomago, me duele la cabeza, solo deseo olvidar lo que todas las noches me atormenta, el trabajo no ayuda en nada. 

Me quedo quieto escuchando todo lo que se dicen la una a al otra, no puedo permitir que estas peleas se sigan repitirendo un día de estos las cosas se saldrán de control y una de ellas puede salir lastimada. 

- Yo te lo dije al quitarnos de encima a esa tipa quedábamos tu y yo - dice Darla 

- Si pero sabemos que el no te quiere 

- Pero nada era a muerte y bueno yo tu sabes que a mi no me tiemblan  las manos para matar así que... 

Solo se escucha como comienzan a golpearse, algunas quejas de dolor y gritos, voy caminando poco a poco hacia ellas, debo separarlas de lo contrario Úrsula dañará a Darla.

Un par de golpes más, Darla trata de levantarse, pero Úrsula no la deja, la golpea como si no hubiera mañana. 

- Déjala - ordeno - No puedo permitir este tipo de comportamiento en mí casa, si sigues con esto tendré que mandarte lejos 

Úrsula me ignora y sigue golpeándola, dejo mi trago en el suelo y voy hasta ella, la tomo de los brazos y como puedo la levanto y Darla se levanta con mucha dificultad. 

- Te he ordenado que la dejes 

- La voy a matar, ella es un estorbo para nosotros 

- Estás enferma Úrsula, deja de decir eso 

- Desde que ella está aquí ya no me tocas, ya no me buscas 

- Y no lo haré más, así que deja de pelear 

- No me importa 

Se suelta de mi agarre y empuja a Darla, el barandal no es suficiente, Darla cae al vacío, las jardineras detienen du impacto, sin embargo se golpea en la cabeza, el alcohol se va de mi cuerpo y reacciono, bajo corriendo al jardín, llega hasta ella y tomo sus signos vitales, aun late su corazón pero su cabeza sangra, me encuentro también con la desagradable noticia de que ha caído en los rosales, las espinas se le han clavado en los brazos, en las piernas, si no hago algo puede morir, pero tampoco puedo  moverla, sería algo imprudente de mi parte. 

- Llama al medico, ve a buscar algo para tratarla 

- No me importa si se muere - responde Úrsula y comienza a reír, me deja solo en este lugar, debo salvarla, no es por mí, es por Effie, ella necesita amor, necesita una familia y Darla es la única familia que tiene por ahora, desde que Elizabeth no está aquí ella ha caído en depresión, era la única que le prestaba atención. 

Comienzo a gritar por ayuda, enseguida mis hombres de seguridad acuden a mi llamado, ordeno que vayan por el auto y trato de mover a Darla, mi temor es causarle un daño irreversible moviéndola de esta forma, pero es la única manera de salvarle la vida, enseguida traen el auto, la subo con mucho cuidado, me quito la playera y con esta cubro la herida en su cabeza, le ordeno entre gritos al chofer que se apure, el camino hacia el hospital de este pueblo se me hace eterno, estoy lleno de preocupación.

Llegamos al hospital, ha pasado media hora del accidente, Darla aun respira, pero está inconsciente, uno de mis hombres pide ayuda y enseguida los enfermeros corren hacia nuestro auto, hacen una reverencia y proceden a llevarse a Darla. 

Bajo del auto y me acompaña uno de mis hombres, llego hasta la sala de espera y me quedo aquí, doy vueltas al rededor de la habitación, me quedo callado, pero por dentro solo deseo romper todo, gritar y salir corriendo, pero eso no es lo que he aprendido en la terapia, paso al menos dos horas en este lugar sin dormir y a la espera de una respuesta por parte de los médicos. 

- Señor - llega un médico - su prima se encuentre bien, pero puede que quede con algunas secuelas 

- Pero vivirá ¿Cierto? 

- Sí, vivirá por fortuna - responde 

Me quedo mas tranquilo, doy algunas instrucciones y salgo del hospital, al menos se encuentra viva. 

La Ultima VirgenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora