Elizabeth
No se en dónde estoy, mi cuerpo de siente débil, se supone que iba a firmar un divorcio y ahora me encuentro aquí atada, en lo que parece ser una cueva, creo que reconozco este lugar, creo que aquí fue en dónde me oculté de Gabriel la primera vez que intenté huir.
El lugar a penas es alumbrado por unas antorchas, se puede escuchar claramente el goteo del agua.
- Hola bella durmiente - me hablan - espero que hayas descansado lo suficiente, por que a partir de ahora no lo harás más
- ¿Quién es usted y que quiere de mi?
Se escucha una risa algo siniestra para mi gusto, se me eriza la piel.
- Nada en realidad querida, solo mi libertad y tener al hombre que amo a mi lado - responde
- ¿Úrsula?
- Bingo, veo que no eres tan estúpida como creí
- Gabriel y yo no estamos juntos, hoy íbamos a firmar el divorcio, iba a ser para ti, él ya no me interesa en lo absoluto
- Pero tú a él sí y no puedo arriesgarme
- Por favor, déjame ir, no tengo nada en contra tuya, creo que es mejor que me dejes ir
- No, no te dejaré ir, haré que sufras un poco, para que Gabriel pueda sufrir también, desde que te fuiste comenzó con una onda absurda de moral, algo que obstaculiza mis planes de placer absoluto
Trato de moverme, pero no puedo, las cadenas son pesadas.
- Él no vendrá
- Yo no estaría tan segura
A penas puedo ver su rostro, tiene una sonrisa dibujada en el rostro.
- Acomódenla, hay que mostrarle a Gabriel que no estoy jugando
Comienzo a alarmarme, dos hombres se acercan a mí, me acomodan de tal forma que quedo colgada, me duelen los brazos, las cadenas me lastiman.
¿Cómo es que pudieron hacer esto?
De pronto ella se acerca a mi, trae un látigo de tiras, creo que me va a azotar, no comprendo la afición de esta familia por golpearnos, supongo que están mal de la cabeza.
Uno de los hombres que me ha acomodado me rasga el vestido de la parte de la espalda, siento el frio, me cala los huesos, no puedo seguir como una simple muñeca sin vida, comienzo a moverme, escucho que Úrsula se burla de mi.
- Sigue moviéndote y lo único que lograrás es que esto se caiga sobre ti, estamos en una cueva a punto de derrumbarse
Me quedo quieta al escuchar eso, no puedo dejar a mis hijos sin madre, no puedo.
- Bien, recibirás este castigo por haberte enamorado de mí hombre
Ella comienza a azotarme, me quejo un poco, esto duele, pero no tanto como aquella vez en la que él me azotó, puedo sentir mi piel ardiendo.
- Por favor Úrsula - digo con un hilo de voz
Mis lágrimas caen, duele demasiado, mis brazos comienzan a cansarse.
- Esto debería enseñarte a no desear hombres ajenos
Levanto la mirada, en sus ojos hay una gran satisfacción, supongo que este es mi fin.
Me quejo, esto duele.
Gabriel.
Salimos del edificio, tomamos el auto de Dalí, Mayra está muy asustada, está a punto de caer en una crisis nerviosa, Dalí maneja con rapidez ambos estamos ansiosos por ver que Elizabeth esté bien, el camino hacia el reino es de medio día, supongo que llegaremos en la madrugada.
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La Ultima Virgen
Teen FictionElizabeth es una chica que ha vivido por 15 años dentro de un bosque, su único pasatiempo es leer, su vida es apacible y tranquila, vive con su madre, hasta que una tragedia la lleva a conocer al Rey de su nación, un hombre despiadado y sin sentido...