Elizabeth.
Ha pasado una semana y sigo en el hospital, me siento cansada y no mejoro, tengo mucas nauseas, mi tes es demasiado pálida.
- Elizabeth - llega Sean - ¿En dónde está Dalí?
- No lo se, debe estar en el baño o algo así
.- Necesito verlo, ya que él es tu tutor, hemos encontrado algunas anomalías en tu cuerpo
- ¿Cuáles anomalías?
- Tu cuerpo aún no mejora - comenta - lo que se me hace raro si hemos hecho lo posible por alimentarte y tenerte bien, así que volví a revisar tus estudios, lo siento Elizabeth, de verdad lo lamento
- ¿Qué lamentas?
-Sean se queda callado
- Por favor habla - ruego
- Debe estar tú hermano presente
- Sean - ruego - habla, por favor, dime lo que me está pasando
- Lo lamento, pero tienes leucemia
Me quedo callada, tal vez este es mi destino, tal vez me toca morir joven, pero no pudo dejar que mi bebé muera.
- ¿Qué se puede hacer?
- No podemos darte quimio a menos de que tú quieras, pero también es posible un trasplante de médula, pero hay que buscar un donante
- Entonces hay que empezar, quiero vivir - respondo
- En dado caso que no encontremos... ¿Estarías dispuesta a...
- Esa no es opción - lo interrumpo
- Entiendo - responde
Sale de la habitación y me quedo aquí sola, estoy algo preocupada, siento que mi nuevo inicio de está tornando algo difícil, pero no puedo rendirme, no ahora.
La puerta de mi habitación se abre y deja ver a Dalí, se acerca a mi y me abraza, comienzo a llorar, mi llanto es de desahogo, me duele esta realidad, no quiero morir.
- Me haré las pruebas pertinentes para saber si somos compatibles
- Gracias - respondo - gracias
Él me sonríe, pero aún así no es algo que me reconforte, siento que todo se está yendo en picada.
- Tal vez deberías dormir, te hará bien - sugiere
- Tal vez
- Comenzaré con las pruebas, verás que somos compatibles
Asiento, estoy algo asustada, pero las cosas podrían mejorar, espero que sí, cierro los ojos y me dejo llevar por el sueño.
- Elizabeth - me hablan - es hora de comer
Abro los ojos, me encuentro con Sean, me mira.
- No quiero que sientas lastima por mi - comento - no deseo que me veas como una victima más
- Lo lamento, es solo que eres muy joven y has tenido que pasar por situaciones completamente distintas a las que deberías pasar, lamento no haberte ayudado antes
- De lamentos no se vive - contesto
Sean se queda callado, no quiero que me vean como la victima y me den lastima, es cierto a mi edad no debí pasar por todo esto, pero nadie escoge las situaciones que pasan en su vida, comienzo a comer, pero no puedo hacerlo, siento nauseas.
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La Ultima Virgen
Teen FictionElizabeth es una chica que ha vivido por 15 años dentro de un bosque, su único pasatiempo es leer, su vida es apacible y tranquila, vive con su madre, hasta que una tragedia la lleva a conocer al Rey de su nación, un hombre despiadado y sin sentido...