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Me envuelve en sus brazos, me hace sentir segura, me quedo en silencio, llorando.

- tranquila Elizabeth, estoy  aquí contigo y te sacaré de este maldito lugar

- Pensé, pensé que habías muerto - digo entre sollozos

- Eso pensaron todos, pero sé defenderme, es por eso que estoy vivo, además, el no me dejaría morir

- ¿Por qué?

- Esa es una historia que no te voy a contar ahora, descansa un rato, el rey piensa que Malco está aquí, así que puedes descansar

- ¿Y si el aparece?

- Te defenderé, lo juro - me besa le frente

Cierro los ojos, pero mentiría si digo que logro conciliar el sueño, en realidad no es así, estoy a la expectativa de todo, siento como sí esto solo fuera un sueño,  Dalí  comienza a cantar una canción de cuna, pero aún así no logro descansar.

- Cuándo eras pequeña - menciona - esta canción te hacía dormir

- En ese momento no entendía la maldad de las personas - respondo

- Debemos trabajar mucho en esto, tienes un daño emocional muy fuerte, te sacaré del país con ayuda de mi progenitor y empezarás la escuela, aprenderás cosas nuevas y tendrás la vida que mamá siempre quiso para ambos

- No quiero promesas, solo quiero salir de aquí, quiero entender lo que ha pasado y perdonar, quiero recuperar la vida que tenía

- Será mejor, lo prometo

Gabriel.

Es tarde, me encuentro en la playa mirando al cielo, desde hace meses las pesadillas no han dejado de atormentarme, mi terapeuta ha dicho que es momento de comenzar con un tratamiento con fármacos y terapias , creo que lo mejor sería terminar con mi vida, tal vez todo estaría mejor, los recuerdos y pesadillas terminarían de una buena vez y Elizabeth sería libre.

De pronto comienzo a sentir una especie de culpa por enviar a Malco con ella, tomo el teléfono y llamo a mis hombres y les doy indicaciones, deben evitar que Malco la toque y matarlo.

Me siento en la arena, doy vueltas al asunto, estoy completamente jodido, tal vez debería cambiar, tal vez debería darle una mejor versión de mí pero.. ¿Qué si ella no me acepta? ¿Qué si la he dañado demasiado como para merecer su perdón? Me tomo la cabeza, es imposible alejar todos estos pensamientos que me invaden una y otra vez, es imposible.

Elizabeth.

- Debemos irnos - dice Dalí

- Pero... dijiste que estaríamos seguros aquí

- No por mucho tiempo, debemos irnos Elizabeth

A penas puedo caminar, me duele el cuerpo, estoy muy débil, pero es mi única oportunidad de salir, necesito irme, quiero olvidar la vida que he tenido en este lugar y lo que me ha ido lastimando.

La noche es aún mas oscura el día de hoy, se escuchan algunas voces, vienen para acá, Dalí mira hacia todos lados.

- Sube a mi espalda, no puedes correr y debemos salir rápido de aquí

Hago lo que Dalí sugiere, el comienza a caminar hacia el bosque, jamás creí que mi libertad estaría tan cerca de mí, tal vez he sido cobarde para enfrentar todo lo que ha pasado. Llegamos al bosque, todo huele pino, hace frío, pero no importa, se escuchan algunos perros, pero Dalí sigue adelante, llegamos hasta el río, me baja y me mira,

- Hermana, tendremos que hacer algo pata que ya no nos sigan, pero no sé que hace

- La única solución es meternos al agua, dejar que el agua borre nuestro rastro - responde

- No puedo dejar que te enfermes

- Es mejor que morir o verte morir

Dalí me abraza y me besa la frente

- Primero los mato antes de dejar que te dañen, no volveré a perderte, no de nuevo

Sonrío ¿Así se siente tener una familia? ¿Así se siente la confianza? y si se siente así es lo mejor que me ha podido pasar. Dalí toma mi mano, entramos al agua, el río no es profundo, el agua me llega al pecho y a el le llega poco arriba de la cintura, me toma de la mano y me guía en el camino, tal vez estemos haciendo algo imprudente ya que está completamente oscuro, pero no podemos dejar que nos atrapen, si lo hacen sería nuestro fin.

El ladrido de los perros es cada vez más fuerte, nos están encontrando, comienzo a sentir miedo, estoy muy asustada.

- Tranquila, encontraremos un lugar para refugiarnos

- Tengo miedo

- Los perros pueden oler el miedo, tranquila, piensa en que tendremos un mejor futuro, piensa en lo que haremos el día de mañana, desayunaremos juntos, estaremos juntos, tendremos una familia,  seremos felices, tu esposo, mi esposa, nuestros hijos, tus sobrinos, mis sobrinos, vamos a ser felices

Todo lo que dice es muy lejano aún pero de la esperanza es lo que se alimenta nuestra alma, de anhelos que tal vez podemos alcanzar, además estaré lejos de este mundo hundido en la miseria, este mundo hundido en la mierda.

Comienzo a cansarme, el agua está muy fría, tiemblo,.

- Ya casi llegamos Elizabeth, tengo un contacto que nos ayudará a tratarte, vamos a sobrevivir, solo resiste un poco más

Escucho las palabras de mi hermano y es como escucharlas a lo lejos, de pronto siento que todo esto es un sueño, escuchar sus palabras me hace sentir como su estuviera rogándome , llegamos hasta el puente, este puente lo conozco bien, hemos llegado hasta el puente.  El sale primero del río y me ayuda a salir, mi cuerpo tiembla, la ropa me pesa mucho, el frío me cala los huesos, mi cabeza comienza a doler, mi espalda también, estoy muy cansada.

- Elizabeth

Dalí

Hemos llegado al puente, pronto estaremos en casa, de pronto ella se cae al suelo, está muy débil, su condición es horrible y me siento responsable, tal vez no debí ser tan unido con ella, tal vez debí ahorrarme mi cariño. La tomo en brazos y comienzo a caminar a casa, estar aquí es una oportunidad tan grande, al menos la he salvado, después de unos minutos de camino llego hasta la cabaña y abro, este lugar está más limpio, después de lo ocurrido con nuestra madre lo mejoré, es como una cabaña para que la gente se refugie, me he encargado de que haya víveres, mantas, la dejo en el sofá y voy a la planta alta, busco algo de ropa y material de curación para ver sus heridas, bajo y la veo ahí, sigue inconsciente.

- Vamos Elizabeth, no te vayas ahora

Gabriel.

Está a punto de amanecer, voy corriendo a mí habitación, la busco, pero ella no se encuentra aquí, ella no está, comienzo a llamar a Caro, grito el nombre de Elizabeth y de Caro.  Caro sale de su habitación. me mira algo confundida.

- Señor ¿En qué puedo ayudarle?

- ¿En dónde está Elizabeth?

- Ella se encuentra en la cabaña, como usted lo ordenó

- Yo ordené que la trajeran de nuevo al castillo y no está, eso fue hace mas de una hora ¿En dónde está?

- No lo sé señor, no he salido de aquí

La ira  comienza a apoderarse de mí, comienzo a sentir ganas de destruir todo, si ella ha escapado no puede estar muy lejos, ella debe estar cerca.

Y juro que la encontraré...

La Ultima VirgenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora