El hábito de amarte

Capítulo 60 - Final

Cerraron los bolsos. Costó un poco porque llevaban muchas cosas.

Julia y Pedro ya se habían despedido de ellos más temprano y se fueron al departamento de la Turca. Se iban a quedar con ella hasta que sus padres regresaran de la luna de miel.

Clara lucía un vestidito floreado de verano y unos lentes de sol que hacía mucho no usaba. Jorge, que vestía un jean y una remera blanca, observó todo el ambiente para asegurarse de que no se olvidaban de nada.

-Bueno, ¡arranquemos con esta luna de miel! -dijo contento y tomó por la cintura a su mujer para besarla.

-¡Al fin! -dijo Clara entusiasmada.

-Qué hermoso te queda el pelo así, todo ondeado y natural -dijo Jorge un poco afeminado.

-Ay ya lo sé, ya lo sé -decía Clara moviendo el pelo cual modelo de shampoo.

-Escuchame una cosa, tengo una sorpresa -dijo Jorge- ¿te acordas que cuando éramos adolescente delirabamos con irnos de viaje en una camionetita hippie?

-Obvio que me acuerdo, qué locos estábamos -dijo Clara y se rió.

-Qué loco que estoy entonces -dijo Jorge. Corrió las cortinas de las ventanas que daban a la calle y Clara notó que en la vereda había una camionetita de ese estilo.

-¡NOOOO! ¡NO ME LA CONTÉS CHABÓN! -gritó Clara emocionada.

Se abrazaron, se rieron, salieron, subieron los bolsos a la parte de atrás del vehículo y por último ellos se colocaron en los asientos de adelante.

-¿Cinturones? -preguntó Jorge dándole a entender a Clara que debía ponerse el cinturón de seguridad.

-Cinturones -afirmó Clara.

Jorge no aguantaba más. Se estaba privando de decirle algo por miedo a quedar cursi. Pero lo soltó igual.

-Sos el amor de mi vida. Por más cursi y exagerado que suene. Por más frase de novelita barata que suene. Sos el amor de mi vida, Clara.

A Clara le dio ternura ese brote de sinceridad. Se acercó, como pudo porque tenía el cinturón de seguridad, y lo besó.

Luego, ambos miraron hacia el frente, dispuestos a arrancar con el viaje. Pero había un pequeño detalle: no tenían un destino.

-¿A dónde vamos? -preguntó Clara.

-A donde nos lleve la vida -dijo Jorge. En definitiva uno siempre va para donde lo lleve la vida. Y uno no sabe a dónde es. Pero va igual, porque de todos modos, la vida sabe lo que hace. Eso es lo que a uno lo reconforta y por lo que sigue adelante. Porque va a llegar al lugar donde tenga que llegar.

-¿Vamos? -le preguntó Jorge mirándola fijo con una sonrisa.

-Con vos, a todos lados -respondió Clara con la misma sonrisa y su marido puso la camioneta en marcha.

Y ahí se iban, emprendiendo un viaje hacia los deseos del destino. No importaba a dónde iban, iban juntos. Así es: dos almas contra el mundo.

O quizá, eran tres.

Bueno, hasta acá llegó la historia. Pero me gustaría hacerles un comentario de algo importante. Creo que todos tienen más o menos una idea de lo que es un seudónimo, pero para aquellos que no lo saben, un seudónimo es un nombre que utiliza un escritor o un artista para conservar su anonimato y presentar su obra sin su nombre verdadero. Ahora es cuando ustedes abren grande los ojos y dicen: ¿qué le pinta a esta?
A lo que quiero llegar es que, esta fanfic fue escrita bajo un seudónimo, es decir, Dani Méndez no existe.
Ahora, su mente es invadida por otra pregunta: ¿por qué esta persona escribió con otro nombre?
Bien, a ver... Si yo les digo el nombre Ricardo Eliecer Neftalí Reyes Basoalto me van a decir: ¿y este quién corno es? Ahora, si les digo Pablo Neruda lo ubican. Tal vez no leyeron mucho de él (yo tampoco) pero saben quién es, lo ubican por ser reconocido. Bueno, dejenme decirles que Ricardo Eliecer Neftalí Reyes Basoalto, es el VERDADERO nombre de Pablo Neruda. Así es, Pablo Neruda tampoco es real, es sólo un seudónimo.
¿A dónde voy con todo esto? ¿Qué quise demostrar con el hecho de haber escrito bajo un seudónimo? Simple: no importa quién escriba, lo que importa es lo que se cuenta. Lo que importa es qué me hizo sentir la historia.
Sólo quería mostrarles que formas de escribir hay muchas, y que nosotros como lectores tendemos a caer en el relato de alguna forma u otra, sea quien sea el autor.
Tal vez algunos me conocen porque escribí capítulos para "Jorlara: la historia continúa", o tal vez otros ni sepan de mi existencia.
Ojalá les haya gustado, quienes me conocen saben cuánto me gusta escribir y cuánto disfruto de esto.
Gracias por sus votos y comentarios, gracias por haber leído. Uno siempre escribe para los demás.
¡Ojalá nos encontremos en otra historia!

Brenda Raso.