Mi nombre es Mirleth estoy por cumplir la mayoría de edad, aunque eso no me hace nada feliz pues aunque ya pueda tomar mis decisiones mi vida seguirá siendo el mismo infierno de siempre.
A la edad de 3 años fui alejada de mis padres, por un grupo delictivo de trata de blancas que se hacen llamar "los caballeros" aunque de caballeros no tenían nada.
Desde que tengo uso de razón eh trabajado vendiendo chicles, paletas e infinidad de cosas en los metros y paradas de autobuses, la gente se me acercaba con temor; ya que «todo mundo sabe que cuando un niño pequeño anda solo por las calles vendiendo dulces es porque está siendo vigilado por su "dueño"» y los dueños o secuestradores tienden ser agresivos tanto con la gente como con uno.
Hoy en día el país está siendo controlado por la delincuencia organizada, y el Gobierno corrupto no hace nada mientras reciban su mochada de las ganancias de las mafias; la gente vive con temor de que sus hijos acaben como uno de nosotros ¡¡los vagabundos!! Y no piden ayuda a las autoridades correspondientes ya que en muchos casos hasta la policía está de parte de los delincuentes. Es muy triste ser un niño que no ha conocido lo que es el amor maternal o paternal, lo que es un abrazo, lo que es que te digan un te amo, yo te protegeré todo estará bien.
A veces siendo tan pequeña me dan celos de ver a niños jugando en los parqués con sus padres mientras estos los vigilan para que no se vayan a lastimar y si lo hacen les compran nieves para compensar el dolor.
Me gusta imaginar que mi madre viene conmigo tomada de la mano para que nadie más pueda hacerme daño, entonces jugamos mientras ella me empuja en el columpio, donde la suave brisa hace que mi pelo honde logrando enredarse uno que otro cabello en las cadenas del columpio.¿Si extraño a mis padres? como no tienen una idea, cada día que pasa. Sé que mi vida sería muy diferente si hubiese permanecido a su lado, si los bastardos de "los caballeros" no me hubieran arrancado de su lado yo sería diferente, sabría leer, ser educada, y no una rebelde a la que golpean a cada rato cuando no llega a la cuota impuesta por el mano derecha del jefe.
Recuerdo mi primer golpe tan vivido como ese día...
Tan solo era una niña de 3 años... los recuerdos aún permanecen frescos al igual como las pequeñas cicatrices ya casi difuminadas que permanecen en los muslos como un mantra de lo que pasa cuando desobedeces:
Me habían llevado a la parada del bus en México la estación central donde llegan los autobuses grandes.
No tenía ni dos meses de no ver a mis padres; esa mañana había estado llorado mucho como todos los otros días pasado, eran las seis a.m. para ser precisos, el frió me calaba los huesos mientras continuaba llevando la misma ropa del primer día del secuestro; un sencillo vestidito de pana beige acompañado de una torera de manga larga lanuda rosa, ya bastante desgastados que no cubrían del todo el frió que hacía que mis dientes castañetearan frenéticos.
Estaba en la central de autobuses con mi canasta en las manos intentando no temblar cuando una joven señora se acercó temerosa como todos:
—¡¡hola, pequeña!!— había dicho. Su voz era suave y con un deje de tristeza aunque yo no entendí ni una sola palabra, ya que mi idioma natal era el inglés al ser nacida en Canadá y no sabía ningún otro idioma aparte de este.
Le acerqué mi pequeña canasta de dulces y ella supo lo que quería decir, tomo un chocolate, y una paleta, y me dio un billete que jamás había visto era rojo y con un dibujo de un señor calvo.
—Pequeña— una lágrima rodó por su mejilla, yo solo quería que me llevara con ella para que los hombres malos no me hicieran daño, —¿qué te han hecho? No has de tener más de cuatro, eres tan pequeña y hermosa para esta vida— la señora saco un pañuelo blanco de ceda con el cual limpió mi carita llena de tierra y lágrimas secas, mi piel era blanca oculta entre toda aquella suciedad, típico de la mayoría de los canadienses con las mejillas rosadas, por lo cual se notaba más la suciedad en mí.
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Inocencia Robada. © ✔️
RandomPor cada 100 personas que hay en el mundo tres o mas son secuestradas al día, siendo vendidas, prostituidas o utilizadas como mulas para transportar drogas a otros países. Esta vez le toco a Mirleth una niña inocente de tres años arrancada de los br...