El departamento de mis padre en new york resulto ser más de lo que imaginaba, era todo un piso en el más grande edificio moderno en la ciudad, todos sus muebles eran nuevos y estaban acomodados de una forma única y especial que hacían el lugar espacioso pero acogedor.
Retiramos un par de mantas de los sillones antes de dejarnos caer sobre estos dispuesto a dormir, teníamos las pansa llena así que, que más daba si nos dormíamos de una buena vez, después de todo el viaje fue agotador.
—Tienes que ver esto hija— dijo mi madre desde el otro lado de la sala, tenía una sonrisa bella de oreja a oreja mientras miraba por el gran ventanal con vista a algún lugar en la ciudad.
Al asomarme mi boca callo literal al suelo... el Pent-house estaba en el último piso del edificio donde se podía observar la mayor parte de la ciudad sumida en una ligera capa blanca. Había estado nevando mucho antes de bajar del avión, por lo que las calles estaban cubiertas de nieve. La tormenta parecía ir para largo.
Como era de noche, por el gran ventanal entraban las luces de los demás edificios que se hallaban a los alrededores del lugar.
—Esto es muy hermoso Beatriz— mi voz siendo más grabe por estar casi al borde del llanto por la emoción.
—Sabíamos que te gustaría— dijo papa incorporándose junto a mamá.
Rhys estaba muy cerca de la entrada su mirada era triste, ambos nos teníamos un gran cariño, las cosas se habían tornado algo raras entre nosotros, nunca estábamos a solas o por lo menos no sin que nuestros padres estuvieran, era una chispa magina que afloraba de nuestros cuerpos como la más cruel atracción, lo dejamos de lado o por lo menos intentábamos apagar el fuero interno. Mis pies caminaros hasta donde se hallaba, lo rodee con los brazos mientras él me tomaba de la cintura, tal como los viejos tiempos; pero sin las dobles intenciones.
—Te extrañare hermosa— susurro cerca de mi oído, me apretujaba más a su cuerpo. Era capaz de sentir sus duros músculos mientras me apretaba cada vez más contra él.
—Y yo a ti Rhys, pero tienes que venir a visitarme, mucho, mucho— casi chille en su cara para que aceptara mi petición, él tenía una debilidad para conmigo, una de la cual solía aprovecharme cada que necesitaba o quería algo de él. Viendo su sonrisa le abrace más fuerte dejándome cargar por sus fuertes brazos. Mama y papa reían al vernos, recordando como solíamos comportarnos cuando niños. Los videos que me mostraron no se equivocaban éramos inseparables.
—Me tendrás viviendo contigo a base de comida chatarra. Será un milagro que sobrevivamos estando solos— era burla. Pero sabía que si se lo proponía lo tendría viviendo aquí conmigo cualquier día. Lo que era una estupenda idea, pero mala... muy mala para nuestros encuentros con otras personas.
Pase la noche envuelta en los brazos de Rhys cuando compartimos la habitación, mama y papa habían tomado la habitación principal, lo que fue bueno, pues así pude compartir estos momentos con mi hermano, cosa que nunca asíamos, pero solo había dos habitaciones y no quería que el pasara la noche en el sillón después del viaje en el avión.
Moví el trasero más hacia el duro mástil que trataba de clavarme contra el colchón, gemí ante la sensación de una mano escabulléndose por mis pechos, ¡dios! No quería que parase hasta que recordé quien era la persona durmiendo a mi lado.
—Rhys— reclame en un susurro. Restregué mi trasero más fuerte contra su entrepierna haciéndolo quejarse y empujar con más fuerza hacia delante. —Rhys— insistí. Se quejó con un gemido agudo —me estas cogiendo sobre la ropa.
—Solo guarda silencio, es la única manera en la que puedo cogerte— murmuro. ¿Así que estaba despierto? Pervertido.
—Soy tu hermana... no puedes pensar en cogerme Rhys.
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Inocencia Robada. © ✔️
RandomPor cada 100 personas que hay en el mundo tres o mas son secuestradas al día, siendo vendidas, prostituidas o utilizadas como mulas para transportar drogas a otros países. Esta vez le toco a Mirleth una niña inocente de tres años arrancada de los br...