Un nuevo día recién empezaba, las oleadas de aire fresco se sentían en el ambiente, pajarillos cantaban su dulce melodía, alegrando las mañanas de las personas que salen a ejercitarse en el parque.
¿Qué horas eran? No lo sabía, aún tenía los ojos cerrados con una mano sobre ellos evitando la luz del día; sin importar donde estaba no quería levantarme aunque me dolía el cuello...
—MMM— me relamí los labios, un rico olor a pollo frito y puré de patatas llego a mis fosas nasales, provocando mis tripas rechistaran con tan rico olor.
El sonido de los autos se empezaba hacer presente, los pitidos de claxon, no dejaron que volviera a pegar el ojo; me incorporé sentándome ahora en la banca uno de los indigentes ya no se hallaba en su lugar, pero el barbudo tenía una charola de pollo frito entre sus manos. —Entonces de ahí provenía el olor— me dije. Me sentía a gusto al saber que el dinero que le había dejado al señor fue tomado para comprar comida y no para licor.
—Toma— extendió un muslo de pollo con su mano sucia, quizá si hubiese sido "yo" otra persona no hubiera tomando la pieza de pollo, pero como moría de hambre, me aproxime al señor tomando la pieza de pollo, regresando a tomar mi lugar de nuevo le agradecí dispuesta a devorarme hasta el huesito si era posible.
El señor inclinó su cabeza en respuesta —gracias a ti. Sé que fuiste tú la que dejo los dólares... nadie aquí deja tanto dinero en los botes de limosna— dijo el viejecito. Tenía rastros de pollo y pudin en su barba sucia, y su sonrisa solo mostraba una dentadura poco cuidad, careciente de dientes.
—No tiene que agradecer— conteste feliz —pero me alegro que haiga usado el dinero para su comida.
—Muchas personas no se atreven a acercársenos y lo entiendo, las fachas en las que andamos dan una impresión diferente de lo que somos realmente. Tu podrás pensar que soy un indigente— negué, aunque también lo pensé cuando los vi ahí dormidos —lo hiciste, y no lo niegues— encogiéndome de hombros baje la mirada apenada —estas en todo tu derecho de pensarlo— dio un mordisco a su pollo casi terminándose la pieza en su mano —pero no es así, muchas veces solo tenemos dos cambios de ropa y no tenemos lugar donde lavarla ni el dinero suficiente para ir a esos lugares de aseo comunitario— hablo con la boca llena —y es por eso nuestro aspecto. Muchos de los que estamos aquí, no tenemos trabajo incluso familia, aquí nos veras todos los días vagando— entristeció.
—Lo entiendo— le sonreí ampliamente al señor, para luego preguntar —¿usted sabe dónde queda una tienda de postales?
—Si continuas aquí derecho por el sendero, al final de este se encuentra una tienda pequeña de recuerdos y ahí debes encontrar lo que buscas... no es muy difícil de encontrar tiene una postal inmensa del rio de Ottawa.
—Gracias— conteste. Antes de irme de ese lugar tome otra pieza de pollo que me ofrecía el señor. Recogí mis cosas de la banca en la que había dormido y empecé a caminar, pero antes de salir del kiosco me despedí con la mano en la que tenía el pollo.
Un camino de árboles frondosos comenzaban a tornarse de un amarillo brillante, demasiado pronto para estar en los meses de junio en la estación de verano; esos tipos de colores chillantes se pueden apreciar en otoño, aun así el paisaje era realmente precioso.
"Edmonton park" se leía en un cartelón avisando el nombre del parque en el que me encontraba, a grandes pasos atravesé la entrada de este, una familia se mantenía de sumido en su picnic, me fue imposible no perderme en la escena.
Cruce la calle admirando la tienda, reí al ver la enorme postal de la cual había hablado el señor.
Abrí la puerta de cristal y una campanilla sonó avisando mi llegada, cuando llegue al mostrador estaba un señor de acaso unos 60 años, tenía el cabello cano, y llevaba un chaleco de viejito arriba de una camisa de cuadros de maga larga, junto a un par de pantalones de vestir cafés.
—Buenos días— salude cortés recibiendo del mismo modo el saludo del señor.
Camine por los anaqueles repletos de postales para cartas, agradecimiento, cumpleaños etc, también estaba una sección de estampillas y recuerdos del lugar.—Esta es perfecta— dije tomando la postal de un estante pequeño donde había imágenes de la ciudad de Ottawa, —definitivamente esta será— susurre caminando con la postal en la mano hacia la caja.
Cuando llegue a la caja el señor tenía un vaso lleno de plumas de colores y lápices, tome una pluma de cada color cuando las tuve todas en mis manos las mire con asombro; había visto plumas, sí, Pero nunca de tantos colores.
Page al señor la cantidad requerida. Tome asiento en una de las mesitas que tenía al costado derecho con vista al parque del lugar.
521 avenue richmon y hod M2A 4H8 Alberta Canadá, cerca de las montañas.
Escribí la dirección en el sobre de la postal.
Enseguida escribí lo que le diría:Querida Greta hace un día que eh llegado a Ottawa me eh detenido por el momento en la embajada... sabes, ya me han dado todos mis papeles, han hecho una investigación profunda y han encontrado a mis padres... Greta se quienes son mis padres, pero eso no te lo contare en esta carta, aun no me siento preparada para hablar de ello... pero por favor mándame un numero en el cual pueda comunicarme contigo...
con mucho cariño: MirlethMetí la postal en el sobre, pegue unas estampillas y selle el pegamento del sobre con la lengua.
Camine a mano derecha del local, recordaba haber visto un buzón para las cartas. Las calles eran amplias con carriles para bicicletas en ambos lados de la carretera.Al llegar al próximo cruce espere que el semáforo peatonal cambiara a verde para poder avanzar.
Cuándo al fin cambio, avance junto con una horda de personas que caminaban quizás a sus trabajo o a las estaciones de tren o subterráneos, muchos vestían trajes elegantes de oficina otros menos formal y más casual.Al cruzar la calle frente a una tienda de ropa llamada "beautiful shopping" se encontraba el inmenso buzón rojo donde deje ver caer por la ranura el sobre con la postal para Greta.
Le eche un vistazo a la tienda, la ropa en los maniquíes y en los percheros era realmente hermosa, me di un vistazo a mis prendas y... no, estaba que daba lastima, ahora entendía -viéndome en el reflejo de las vitrinas— la razón por la cual la señora alejo a su hijo de mí en el parque. Ahora comprendía de igual manera lo que me habia dicho el señor. Las personas solo juzgan sin saber.
—Necesito una ducha urgentemente— levante la vista a los aparadores —y una muda de ropa— suspirando me adentre en la tienda.
¿Haber que me esperaba?
Realmente no me gusto mucho como quedo el cap... pondre mas entusisamo en el siguiente se los prometo... diganme ustedes que opinan de este lamentable capitulo de esta historia :D
las quiero y mil gracias por todo su apoyo. soy una chica de pocas palabras pero aprecio todo lo que hacen, sus votos, sus comentarios tanto buenos como no tanto :) jajaja apresio todo eso.
las quiero.
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Inocencia Robada. © ✔️
RandomPor cada 100 personas que hay en el mundo tres o mas son secuestradas al día, siendo vendidas, prostituidas o utilizadas como mulas para transportar drogas a otros países. Esta vez le toco a Mirleth una niña inocente de tres años arrancada de los br...