Inocencia Robada. © ✔️

capítulo 26

Susey me estuvo platicando sobre la familia Robinson, que tienen tres hijos, Juliette de diez años, Alaric de dieciocho y Joel de veintiuno, todos estudiantes a excepción de Joel que trabaja con su padre en la empresa "Robinson" (una compañía dedicada a la compra y venta de acciones empresariales), también me comento que la patrona era mexicana y se avergonzaba de su nacionalidad y su verdadero nombre era Margaret Espinoza de Robinson, pero se lo había cambiado por su nombre actual.

—Todos en esta casa son unos "malditos bastardos"— me dijo Susey en tono bajo cando entro una de las trabajadoras a la cocina. —El señor Adolfo y la niña Juliette son los más amables y comprensibles— continuo señalando la puerta trasera de la cocina que daba al patio lateral —los demás te trataban con la punta del pie, como si fueran los dueños del maldito mundo.

Me llevo a mostrarme lo que sería mi cuarto, un poco alejado de la casa y muy cerca del cuarto de lavado, lo único que me agradaba del pequeño cuarto era que podría tener mi propio baño, había mas cuartos y una pequeña casa alejadas de donde me quedaría lo que era bueno si quería mi privacidad.

Cuando regrese al hotel el sol ya estaba poniéndose, tenía que recoger mis cosas para regresar a la casa donde trabajaría mañana, lo que me mantenía nerviosa y asustada a la vez. Pero sabía que todo saldría bien; o eso esperaba.

Estaba por meterme en la cama, había terminado de ducharme el agua fue gratificante, llevándose la impureza del ambiente impregnada en mi cuerpo.

Me lance en la cama tomando la charola de comida que Susey me había dado, un rico espagueti en salsa roja y carne pre-cosida con ensalada césar, tomo uno de los cubiertos de plástico, antes de comer encendí la tele; y hay estaba otra vez la película de Harry Potter, en la mañana que la estaban dando no pude terminar de verla, pero ahora la vería completa.

Después de casi una hora y media la película dio fin al igual que mi plato de comida el cual fue abandonado en la mesita de noche, sin duda la película fue la mejor que eh visto, mucha magia y amistad, ya quisiera tener yo amigos como los de Harry siendo inseparables y que siempre estén conmigo «en las buenas, en las malas y en las peores», tener una varita mágica y poder ejercer magia poderosa, con la cual borrar gran parte de mi pasado si no es que todo.

Apague la lámpara de noche, me puse de pie, camine hasta la ventana y la abrí mirando las calles alumbradas donde las pocas personas que se atrevían a salir con el tiempo frio caminaban quitadas de la pena con grandes suéteres o largas gabardinas que parecían más rompe vientos que otra cosa; esta noche disfrutaría mi última noche en el hotel.

Volví a la cama dispuesta a dormir, arropada en las cálidas pero duras sabanas de la cama.