capítulo 35

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—Pediré algo para beber— Fer se puso de pie deteniéndose al lado de mi banquillo —¿gustas algo en específico?— negué porque tampoco me apetecía mucho tomar licor.

Fer emprendió camino abriéndose paso entre el tumulto de gente que bailaba acalorada a orillas de la pista, parecía hacer un esfuerzo sobre humano para poder llegar hasta la barra, le observe desde lejos era una tentación para las chicas ahora que llevaba la camisa remangada y desabotonada de los tres primeros botones, la corbata había desaparecido, al igual que su saco de mis hombros, el ambiente recién se prendía, el calor era sofocante, pero a los bailarines no parecía afectarles, me pase la mano por la frente limpiando los inexistentes rastros de sudor. Tome la liga que no recordaba haber llevado en la mañana en la mano y me hice una coleta; —o por lo menos lo intente— un par de chicos y chicas bailaban al son de la música a un par de pasos de donde me encontraba, las chicas movían sus cadera pegando las posaderas a la entrepierna de los chicos.

Yo no podría bailar así aunque quisiera, parecen animales apareándose, era sumamente vergonzoso de ver. Me gire buscando a Fer de nuevo entre las persona.

Después de que Fer regresara a la mesa con una botella de vodka y una bandeja con cubos de hielo, literalmente estuvimos hablando de miles de cosas de él y mías aunque de mí no había mucho que decir.
Según él no tenía novia a pesar de tener 25 años de edad, tuvo muchas trabas para llegar hasta donde estaba por su condición de mexicano; a pesar de tener los estudios en E.U.A y honores en la universidad de new york, no le fue fácil obtener un trabajo en el gobierno.

Cuando la primer botella paso a mejor vida, mi cuerpo pedía, —no— rogaba por un poco de acción, me mordí los labios imaginándome bailando, haciendo el ridículo como todas esas chicas que trataban llamar la atención del más guapo en la pista, alocarme un poco no me aria mal ¿verdad?

—Necesito más de esto— grite con la lengua trabada a Fer para que me ollera, y fue un reto con toda la música resonando en nuestros oídos. El alcohol me estaba afectando, él se miraba tan sereno y tranquilo pero se veía feliz. Su sonrisa jamás abandono sus jugosos labios.

—De acuerdo iré por una botella más— grito de vuelta, en señal de que el sonido si estaba muy fuerte y no era solo producto de mi imaginación.

En la tercer botella que nos terminamos, mis pies cobraron vida propia al danzar con la música, aunque estaban en el aire al quedarme el banquillo muy alto, me baje del banco y comencé a bailar lento, trataba de coordinar, pies, caderas, y brazos mientras jugaba con los cabellitos que se salían de la coleta mal hecha.

Había un chico que tenía aspecto de ser niño rico. Sus ojos no se apartaban de mí mientras continuaba moviéndome alrededor de mi espacio.

Eso me gustaba y me prendía, es algo que a muchas mujeres nos gusta, tener a los hombres a nuestros pies... que babeen por mí, —pero que estupideces estoy diciendo— debo estar muy ebria.

No cabe duda que el alcohol modifica el cerebro a su antojo. ¿Por qué era eso, verdad? No podían ser solo mis pensamientos.

—¡Fer!— di unos tras pies y casi caigo si no hubiera sido por él, que me sostuvo cerca de su cuerpo. En un agarre apretado —jajaja— reí dejando fluir la embriaguez que tenía.
—¿Te encuentras bien Mirleth? Estas muy tomada, deberías dejar de beber— dijo corriendo los cabellos pegados en mi frente y cuello.

—¡Pamplinas!— fruncí el ceño y levante mi mano en desacuerdo —egstoy megor gue nun... «hip»— hipé, este era el último paso para declararme ebria, el primer paso era pedir más alcohol, el segundo negar que estaba ebria a pesar de estarlo y el tercero era el hipar y balbucear como bebe.(comencé a reír como desquiciada, volviendo a hipar en el proceso. Me lleve la mano a la boca riendo apenada). —Creo que iré al baño— tropecé con todo y todos a mi paso hasta llegar al baño.

Estaba solo cuando entre e hice mis necesidades, al salir camine hasta los lavabos moje mi cara, ignorando a las dos chicas quienes se encontraban en los lavabos retocando su maquillaje, trate de ignorarlas junto con sus miradas penetrantes.

Levante la vista prestando atención a mi reflejo en el espejo, estaba hermosa para no usar una gota de maquillaje, ahí caí en cuenta el porqué de sus feas miradas, les sonreí y continúe lavando mis manos.

Me enjuague la boca, volví a mojar mi rostro, camine hasta el otro lado del baño cerca de la puerta y tome toallas de papel del dispensador para secarme.

Otra vez me sentía fresca, volví a la vida, el alcohol o unos cuantos grados habían desaparecido de mi organismo o ¿quizá no? Aun sentía la lengua pesada y los pies de bambi, pero me sentía un poco mejor.

Volví a caminar hacia nuestra mesa, donde Fer ya no estaba solo; ahora acompañándolo estaba una muchacha más o menos de su edad, pelo chino alborotado piel obscura, pero su rostro era perfecto sin maquillaje y ninguna imperfección a la vista.

Llegue sin decir nada tome asiento en uno de los dos bancos vacíos restantes.

Ambos parecían ponerse al día envueltos en una plática animada, observe las manos unidas por arriba de la mesa. Apuñe los labios, descontenta.
Fer sonrió cuando noto mi presencia.

—¿Ya te encuentras bien?— su mano libre tomo la mía acariciando el dorso de esta. La chica no pareció pasar por alto tal acción, en cambio de mi ella si sonrió, soltó la mano de Fer y tomo el vaso de licor frente a ella dando pequeños sorbos con la pajilla. Observe mi vaso escasa de esta, y vacío.

—Si— respondí cortante. Hice un mohín. La cabeza me daba vueltas, el sonido me era tan fuerte que atontaba mis sentidos y quería salir de ese lugar.
—Fer— le llame. Viviendo a tener su atención de la chica. —Me temo que me iré, sabes no me siento muy bien, pero no te molestes en llevarme tomare taxi— antes de que siquiera formulara su respuesta, tome mis cosas saliendo del bar.

Celosa... tal vez.





tarde pero sin sueño jaja

es corto pero por lo menos tiene mas que como estaba anteriormente.


Disfrutenlo. Y nos vemos el sabado con el proximo capitulo... 

Inocencia Robada. © ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora