Todo comenzó un día de invierno, desperté súbitamente, mi pecho estaba apretado, debía irme, estaba realmente atrasada, me había quedado dormida en la biblioteca y pronto el ultimo bus pasaría, aquel día le conocí, aquel día me enamore por primera vez, junto a mi estaba parado el hombre mas hermoso que hubiese visto en mi vida, era como ver una muñeca echa a mano por el mejor artista del mundo, su rostro pequeño y pálido, sus labios rojo carmesí, su cabello negro azabache y ojos oscuros como la noche... Mi vecino, Leo, era 4 años mayor que yo. Mi nombre es Aien y les contaré mi historia.
Leo era mi vecino vivía en la casa de al lado, era un chico muy tímido e inexpresivo, pero siempre que le necesitabas estaba dispuesto a ayudarte, si te dabas el tiempo de conocerle, cualquiera se enamoraría de el, a pesar de haber vivido uno al lado del otro muchos años jamas le había visto hasta aquel día, fue una sorpresa muy grande.
Su habitación esta justo enfrente a la mía puedo verle a través de las cortinas todas las noches como canta y toca el violín, de vez en cuando al asomar mi cabeza por la ventana nuestras miradas se encontraban, el asentía como saludo, no hablábamos mucho, pero siempre que nos encontrábamos en el bus el se sentaba a mi lado, recuerdo perfectamente cada cosa de el, cada vez que le vi, cada mirada, su voz, su olor todo de el, jamas podría olvidarle.
Un año completo había pasado desde que le vi por primera vez, era el mismo día en que le conocí, tenia planeado confesarle mis sentimientos.
Estaba en un parque cerca de casa por donde pasaba siempre el a la misma hora, cuando tres hombres se acercaron a mi con un puñal, intentaron violarme, todo ocurrió en unos segundos pero nunca podre olvidarlo, Leo comenzó a golpearlos para defenderme, a pesar de que Leo era cinturón negro en artes marciales, un cuarto sujeto apareció y lo mato, huyeron rápidamente mientras Leo cayo sobre mi medio inconsciente, tenia una herida muy profunda en el pecho de la cual salia mucha sangre, intente pararla con mis manos, lloraba histéricamente, mientras gritaba que no se muriera, no me importaba que pudiese pasarme a mi, solo pensaba: "Dios por favor no dejes que muera, llévame a mi en su lugar", en ese instante el puso su mano en mi cara, estaba muy fría, entre aun mas en pánico, el sonrió y por ultima vez escuche su voz diciendome: Que bueno que nada te paso, su mano cayo sin vida junto a mi y el no volvió a respirar.
ESTÁS LEYENDO
Daímonas
Teen Fiction¿Que es realmente el amor verdadero?, ¿Puede la muerte realmente separar a dos personas que se aman?, Aien y Leo crecieron juntos uno al lado del otro desde niños, siendo vecinos, Aien amaba a Leo con todas sus fuerzas, hasta que un día Leo murió al...