Daímonas 67

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Leo: ¿Ella esta bien?

Fre: Lo estará, solo esta siendo obstinada

Leo: Pero ella es una niña ahora

Fre: Tu lo dijiste, ahora, siento que sus deseos de no ser una niña ante tus ojos la hace crecer

Leo: Eso puede ser, pero la estas haciendo pasar un mal momento

Fre: ¿Estas preocupado?

Leo: Por supuesto, es mi esposa

Fre: Si ella supiese que eres su esposo y que puedes esperar por ella pacientemente el tiempo que sea necesario, ¿crees que se esforzaría por volver a tu lado?

Leo: Eso...

Fre: Se que es cruel, pero es la mejor forma, ella no es débil

Leo: Esta bien, confiare en ti

Fre: Si, nos vemos mañana

Leo: Si

Durante toda la noche mi cuerpo dolía muchísimo, sentía que tenia mucha temperatura y era lógico hace muchos días que no veía a Leo, mi cuerpo estaba muy cansado ya, sin embargo me dormí y desperté cerca de las 3 de la tarde un poco aturdida me puse de piel y en el sofa de la habitación había un pequeño y hermoso vestido...

Fre: Hija, ¿despertaste?

Aien: Si papá

Fre: Si te decides a ir a la fiesta ahí deje para ti un vestido

Aien: ¿No es un poco infantil su diseño?

Fre: ¿Y que quieres?, solo tienes 5 años

Aien: Bueno eso es cierto...

Fre: Comenzare a prepararme, cualquier cosa me avisas

Aien: Esta bien

¿Que debía hacer?... yo realmente quería ver a Leo, con todas mis fuerzas quería ver a Leo... pero realmente estaba asustada.

Mis pensamientos me estaban consumiendo cuando a lo lejos sentí la melodía de un violin, estaba segura de que era la primera vez que escuchaba un violin, pero aquella melodía podía reconocerla realmente bien, como si estuviese acostumbrada a ella desde hace mucho tiempo, me calmo y ayudo a aclarar mis pensamientos, tome mis cosas y comencé a prepararme, yo quería verle aunque el se enterase de que no era un humana, estaba bien, pero yo no quería seguir huyendo de el, ni quería seguirle mintiendo.

Aien: Papá...

Fre: ¿Que ocurre hija?

Aien: Estoy lista

Fre: Ven, déjame verte 

Aien: ¿No es extraño?

Fre: No, no lo es, te ves hermosa

Aien: ¿De verdad?

Fre: Si, ahora vamos

El sol se estaba poniendo ya, tenia unas hermosas tonalidades cobrizas que me hacían sentir muy bien, yo no me detendría, por ningún motivo me detendría de llegar donde el...

Fre: Hija llegamos

Mi cuerpo se seguía sintiendo realmente caliente, pero estaba bien, podía resistir esto, quería verle aunque fuesen 5 minutos, lo demás no importaba nada, entramos en el edificio y todo era muy brillante y hermoso, iba de la mano de papá porque había demasiada gente, todos se veían muy elegantes, papá me tomo entre sus brazos y comencé a buscar a Leo, había muchas mujeres hermosas y no podía verle por ningún lado, recorrimos el salon lentamente en su búsqueda, a cada paso que daba papá me sentía peor, me gire hacia el balcón del lugar buscando un poco de aire, haber si me ayudaba a verme mejor y pude divisar a una hermosa mujer de unos 25 años conversar con Leo, el parecía distraído, ella sonreía mucho y le miraba llena de amor, mi corazón comenzó a latir muy rápido, vi como ella puso su mano en el hombro de el, le llamo por su nombre y subió a las puntillas de sus pies intentando besarle, no, yo no quería que el fuese besado, por ella ni por nadie, sin pensarlo, grite su nombre con todas mis fuerzas, alcance a ver que se giro hacia mi y grito mi nombre de vuelta, luego todo se fue a negro, al despertar estaba en algún lugar recostada en una cama, me enderece y mi cuerpo estaba desnudo.

Aien: ¿Porque estoy desnuda?

Aien: Espera... ¿porque tengo pechos?

Fre: Hija, ¿estas despierta?

Aien: ¡Papá volví a crecer!

Leo: ¿Ella despertó?

Aien: Leo...


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