Daímonas 26

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  Desde la muerte de Leo era la segunda vez que había estado tanto tiempo sin verle, sin dudarlo salte a sus brazos, no quería permanecer ni un segundo mas en ese lugar, solo quería volver a casa con mi Leo, no quería escuchar a nadie mas decir esas horribles cosas de él, no quería sentir que él era odiado sin haber echo nada malo, yo solo quería verlo feliz, quería proteger su sonrisa aunque fuese a cambio de mis sentimientos por el, si el podía sonreír entonces nada mas importaba.

Aien: ¿Como me encontraste?
Leo: Hace un par de horas sentí tu presencia
Aien: Pero yo
Leo: La escondiste muy bien, fue solo un momento pero fue suficiente para poder llegar a ti
Aien: Ya veo
Serverus: Señorita
Aien: Serverus
Serverus: Me alegra tanto ver que esta bien, fue muy tortuoso este ultimo mes sin poder saber de usted
Aien: Lo lamento, fue un mes muy difícil necesitaba estar sola y pensar bien las cosas por mi misma, pero ya estoy aquí
Serverus: Me alegra mucho eso señorita
Leo: Serverus puedes preparar algo de comer
Serverus: Si amo
Leo: Aien...
Aien: Leo yo... hermano
Leo: Siéntate creo que debemos hablar
Aien: Esta bien...
Leo: Primero que todo, ¿te encuentras bien?
Aien: Si, estoy bien y ¿tu?
Leo: Estoy bien, solo un poco cansado el cielo es un poco pesado para mi
Aien: Entiendo
Leo: ¿Que es lo que piensas de todo esto?
Aien: Es realmente frustrante, jamas te e visto como un hermano, ni siquiera una sola vez, es algo muy shoqueante
Leo: Yo tampoco pensé que luego de pasar por tantas cosas extrañas juntos, tan extrañas que podrían haber vuelto loco a cualquiera, la cosa que mas nos perturbaría seria ser familia
Aien: Sinceramente no se como tomarlo aun, es muy difícil, es muy injusto
Leo: ¿Que es lo que quieres hacer?
Aien: Nosotros tenemos un contrato de sangre que nos une
Leo:...
Aien: Pero aunque ese contrato no existiese, tenemos algo llamado vinculo, y ese existe desde que eras humano, yo te amo y siempre lo e echo y quiero permanecer a tu lado aun que seas mi hermano, solo quiero seguir apoyándote y viéndote sonreír como siempre, ese a sido mi deseo desde hace mucho tiempo y no cambiara.
Leo: Ya veo, me hace feliz escuchar eso
Aien: Leo...
Leo: Aien, nosotros somos familia, pero no como nos hicieron creer
Aien: ¿ A que te refieres?
Leo: Nosotros no somos hermanos realmente, fuimos hermanos politicos pero no biológicos, lo que realmente eramos... no, nosotros estamos comprometidos, somos novios.  

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