Daímonas 49

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Doctor: ¿El tutor de la paciente?

Aien: Soy yo

Doctor: A pesar de su estado actual, el paciente recobro el sentido nuevamente unos segundos, eso es un gran avance

Leo: Eso quiere decir que ahora mismo esta solo desmayada y no en coma, ¿verdad?

Doctor: No, ella sigue en coma, pero hay muchas posibilidades de que vuelva a despertar

Aien: Ya veo, eso es bueno entonces

Doctor: Cualquier cambio en el estado del paciente se les notificara, por favor vuelvan a casa a obtener un buen descanso

Leo: Si doctor gracias

Aien: Leo, vamos a casa necesito hacer algo

Leo: Como desees

Muchas cosas habían cambiado ahora, necesitaba tiempo para pensar, para tranquilizarme y dejar sanar mis heridas emocionales, ademas de todo eso, necesitaba hacer un pequeño monumento a mi hijo, para poder conversar con el en un lugar físico y que luego sus hermanos mas pequeños tengan donde verle.

Aien: Leo, quiero hacer un pequeño monumento al bebé en casa

Leo: Cerca del lago seria lindo

Aien: No, en el campo de flores cerca del lago

Leo: ¿En el campo de flores?

Aien: Si, tuve un sueño donde veía a una pequeña niña parecida a ti jugar contigo en un campo de flores por eso

Leo:  Entonces esta bien

Serverus: Señor al fin esta de vuelta en casa, ¿como se encuentra la señora?

Leo: Ella no esta bien, a ratos realmente parece como si su alma hubiese dejado su cuerpo

Serverus: Hay que ser pacientes a pasado por mucho

Leo: Así es

Al llegar a casa, me dispuse a tomar los materiales necesarios para hacer el pequeño monumento de mi hija, había aprendido construcción de papá así que realmente no fue difícil, el aire se sentía cálido por alguna razón, me sentía en paz, me quede en aquel campo de flores todo el día, fue así por dos semanas, solo volvía a casa para dormir, el vacío era aun muy evidente y no parecía mejorar con el tiempo.

Un día mientras hacia un arreglo floral para el monumento me quede dormida y recordé el primer día que vi llorar a Leo, algo dentro de mi se sintió muy feo, es cierto, no solo yo perdí a mi hijo, el también y estaba perdiendo a su esposa también, a la mujer que ama ya que se esta dejando consumir por el dolor y la pena.

Desperté sintiéndome muy mal y enojada conmigo misma, estaba dándole mas peso y dolor al amor de mi vida, corrí a casa y le vi parado junto al estante de libros, me miro y sonrió sin decir nada, mis ojos se llenaron de lagrimas y corrí hasta el, le abrace con todas mis fuerzas y le bese.

Aien: Leo... mi amado Leo... lo siento tanto por haberte dejado solo en estos momentos, lo siento tanto

Me miro con cara de preocupación, beso mi frente y me abrazo sin decir nada.


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