Daímonas 40

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  Al momento de sellar los votos con un beso vimos claramente como el cielo se puso de un color rojizo y la luna también, sentí un poco de miedo, pero no eramos el primer matrimonio entre un demonio y un angel, esta vez nosotros seriamos felices y no moriríamos como nuestros padres, no, Leo y yo seriamos el comienzo de un nuevo mundo donde no solo los humanos podían elegir y forjar su destino por ellos mismos sin que nadie interfiriese en sus vidas, donde la gente pudiese amarse libremente.
Entramos a la mansión y subimos a nuestro cuarto matrimonial, había estado en esa habitación muchas veces cuando venia a ver a Leo, incluso había dormido en aquella enorme cama junto a Leo cuando el estaba herido, pero esta noche era diferente, esta era nuestra noche de bodas, estaba muy nerviosa... sentí entrar a Leo y comenzar a desvestirse y mi corazón se detuvo por un segundo, ¿que debía hacer?, no me sentía lista aun.

Leo: ¿Estas bien?
Aien: Si, solo un poco nerviosa y cansada
Leo: Tranquila todo estará bien
Aien: Lo sé...
Leo: Ven vamos a dormir a sido un largo día
Aien: Ah... si
Leo: Ven déjame abrazarte
Aien: Espera a que me cambie de ropa
Leo: Vale como desee
Aien: Ah cierto, aun no tengo ropa suficiente en tu casa, ¿puedo ponerme una de tus camisas para dormir?
Leo: Si esta bien, ahora eres mi esposa formalmente todo en esta casa te pertenece
Aien: Déjame dormir en tu pecho
Leo: Si cielo

El poder abrazar a mi esposo sentir su calor y los latidos de su corazón, sentir sus labios sobre mi frente suavemente y sus caricias en mi cabeza, me hicieron tan feliz que senti muchos deseos de llorar, era verdad estaba asustada por todo lo que vendria de ahora en adelante, pero habia olvidado lo mas importante, amo a este hombre desde el primer día jamas me rendi al echo de permanecer a su lado aun cuando crei ser una simple humana, esta vez no haria la ecepcion aun sabiendo que yo tambien tenia poder en mi para cuidar y proteger al hombre que amo.

Aien: Leo
Leo: ¿Que ocurre?
Aien; Gracias por existir
Leo: Gracias por jamás darte por vencida conmigo
Aien: Nunca en la vida
Leo: Nunca en la vida te dejare sola
Aien: Ni de muerto lo hiciste
Leo: Juntos por siempre
Aien: Juntos por siempre  

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