Daímonas 60

38 4 4
                                    

Aian: ¿Realmente crees poder matarme?

Aien: Te llenas la boca diciendo que eres mi madre, si herede tu sangre sin duda puedo matarte

Aian: ...Que interesante, quiero verte intentarlo

Aquella mujer era lo mas cobarde que jamas había conocido, sin darme cuenta ella había tomado el control del cuerpo de mi amado esposo

Aien: Leo... ¿como?...

Aian: Antes de ir hasta donde ti y Leorio, saque al mocoso de su orbe y puse un conjuro sobre el, jamas despertara y sera mi marioneta toda la vida, aun luego de morir

Aien: Maldita...

Aian: Quiero verte asesinar a tu propio esposo para salvar a Leorio, quiero verte morir en manos de tu amado

Aien: Eso jamas ocurrirá

Aian: ¿Sabias que tu esposo es un paquete completo?

Aian: El al igual que tu tiene muchos poderes que desconocen, es realmente poderoso y ahora que no esta consciente es como una maquina asesina, morirás antes de que puedas notarlo

Aien: Leo...

Debía haber alguna forma de hacer que Leo recuperase su conciencia, aquella mujer complementaba su falta de poder muy bien con su astucia, ¿que debía hacer ahora?.

Vi salir las enormes alas de Leo de su espalda y sus ojos se tornaron rojos brillantes y unos enormes cuernos mas grandes de lo que jamas habían sido salieron de su cabeza, sus colmillos y uñas crecieron, era como ver a un depredador, daba miedo, esta era la verdadera apariencia del hombre que amaba, algo que jamas antes había visto, algo que el jamas me había mostrado, el amable rostro de mi Leo ahora solo se veía como el de un animal hambriento...

Aian: Jamas habías visto la verdadera apariencia de tu esposo, ¿verdad?, es intimidante

Aien: Sin importar como luzca sigue siendo mi amado esposo, eso jamas cambiara

Aian: De tu boca solo salen dulces palabras como tu padre, me asquea

Aien: Leo, leo escucha mi voz

Aian: Leo ataca

Tan pronto ella pronuncio aquellas palabras, puntas de hielo fueron lanzadas hacia mi, mi propio esposo estaba intentando matarme.

Él estaba utilizando cosas y elementos que jamas había visto, solo podía esquivar sus ataques, no sabia que hacer, me sentía muy perdida...

Sabía que por ser un ángel podía controlar todo lo que fuese luz y puro, ate a Leo a un árbol y lleve a Leorio lejos de ahí, tenia que pelear en serio con Leo si quería recuperarle, no tenia otra opción, esta vez aunque dañase a mi esposo debía hacerlo si quería protegerle.

Leorio: Todo lo que sea luz le daña...

Aien: Aun estas muy débil no hables

Llegue hasta el lago y selle a Leorio dentro de una burbuja gigante, estaba impresionada con los poderes que este cuerpo poseía, pero aun no era lo suficientemente experimentada como el cuerpo sin conciencia de Leo, me descuide y fue apuñalada con una espada echa de sombras, mi herida no estaba sanando muy por el contrario mi cuerpo se estaba quemando.

DaímonasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora