Daímonas 71

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Aian: ¡Maldita!

Aien: Al final si era tu hija

Aian: Nunca debí tenerte

Aien: Tal ves, pero ya es demasiado tarde para arrepentirse

Aian: ¿De verdad crees que esta vez puedes ganarme?

Aien: Si, tu poder ya no es ni la mitad de lo que era hace un año y el mio es mas fuerte que nunca

Aian: Aún así tu no podrás derrotarme

 Esta vez Leo y Leorio no estaban a su alcance ella no podía manipularles, si era un combate de uno a uno podía ganarle sin mayor esfuerzo, esta vez no me contendría, debía sacar a esta mujer de nuestras vidas por siempre o esto jamas acabaría, incluso si a nosotros dejaba de molestarnos, seguiría con nuestros hijos y con nuestros nietos y así por siempre.

Aien: Esta vez no hay mas opción, te derrotare

Aquella mujer se veía demasiado confiada a pesar de saber que estaba en una gran desventaja en estos momentos, sabia que algo tramaba, pero no estaba segura de que era... eso me ponía nerviosa, sin dudarlo deje fluir mi forma real y le ataque, ella no se movía ni un centímetro, siquiera cambio a su forma de ángel, ¿porque?, antes de poder darme cuenta, estaba siendo estrangulada contra la pared, era un hombre grande de ojos y cabello rojo, muy pálido, tenia uno cuernos negros muy largos y enroscados mas grandes que los de Leo y unas alas con forma de murciélago casi dos veces mas grandes que su cuerpo, era un demonio... pero uno que jamas había visto.

Mientras luchaba contra el, sentí otra presencia por mi costado derecho, gire la muñeca de aquel hombre y lo tire al suelo y esquive mi otro atacante, era Sophie la princesa, pero eso no era todo junto a ella estaba la madre de Leo también, ¿que estaba ocurriendo?... sabia que los demonios siempre tenían algún motivo para pelear contra los ángeles, pero era muy extraño ver a la nobleza pelear entre ellos, a menos que fuese una guerra y por sobre todo, ¿como demonios de su estatus había llegado hasta esta parte de mi mundo?, no tenia sentido, deberían haber sido descubiertos hace mucho, tenia muchas dudas, pero no era el momento de distraerse, debía defenderme y acabar con ellos sino seria asesinada.

Aian: Te ves muy ansiosa, estoy segura de que no te esperabas esto

Aien: Aún así no moriré hasta sacarte de este mundo y de todos

Ellos eran como Leo, como cadáveres, pero como había logrado un ángel, que en estos momentos no era un ángel de alto rango, poner bajo su control a tantos demonios tan poderosos, todo se estaba complicando aunque podía contra ellos defenderme de los 3 al mismo tiempo era complicado para mi aún, no estaba realmente acostumbrada a luchar de esta manera y aun mas no veo ningún otro ángel es muy extraño.

El hombre era mi mayor problema el era muy rápido y fuerte y parecía tener mucha experiencia en combate, él me había ocasionado todas las heridas que tenia hasta el momento...

Leorio: ¡Abuelo detente!

Aien: ¿Abuelo?...

Leo: Cielo, ¿estas bien?

Aien: Si... pero, ¿ que están haciendo aquí?

Leo: Fre fue por nosotros dijo que había algo extraño en el cielo estos últimos días, habían pocos ángeles de bajo rango y por sobre todas las cosas, los ángeles real que se oponían a que tu fueses la cabeza habían entrado en hibernación derrepente sin mas

Aien: Ya veo era ella que estaba tejiendo su telaraña 

Fre: Hija, selle todo el lugar nadie puede salir del lugar a menos que yo así lo desee

Aien: Gracias papá

Aian: Estos malditos...

Leorio: No perdonare que hayas metido en esto el cadaver de mi abuelo

Aien: C-¿cadaver?



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