Daímonas 65

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Un año había pasado desde que estaba viviendo con mi abuela y mi padre, 2 o 3 veces por semana venia a verme aquel hombre de cabello negro, pero aun no comprendía bien, porque habían dos de el, pero aunque eran iguales, el de los ojos negros era mi favorito.

Normalmente mi cuerpo dolía bastante y casi siempre tenia fiebre, casi nunca salia de casa y dormía muchas horas seguidas, pero cada vez que él estaba cerca, mi fiebre se iba mi cuerpo ya no dolía y el me sacaba a muchas partes, hoy le vería de nuevo, me sentía muy emocionada, podría verle, podría escuchar su voz, verle sonreír, abrazarle, podría ser acariciada por el nuevamente.

Abuela: Aien, Leo ya esta aquí

Leo: Aien vine por ti, ¿como estas hoy?

Cuando tu estas junto a mi todo esta bien, todo, absolutamente todo

Abuela: Como de costumbre a estado bastante apagada y sigue enferma, pero cuando te ve ella mejora mucho

Fre: Creemos que tal ves se debe al pacto de sangre que tienen

Leo: Es probable, si no fuese porque la empresa me tiene muy ocupado, pasaría mas tiempo con ella para que se sintiese mejor

Fre: Esta bien no te preocupes, ella es fuerte 

Leo: Si... Aien vamos

Ese calor en el pecho que emanaba de mi cuando el me tomaba entre sus brazos, esa paz que el me daba, ese extraño sentimiento que el ponía en mi era realmente mágico, no lograba entender que era... pero yo no quería que nunca se fuese, quería ver la sonrisa de este hombre por siempre, pero yo entendía que era solo una pequeña niña y el era tan grande como para ser mi padre, eso provocaba un vacío muy grande en mi pecho.

-: Disculpe, la niña viene sangrando de nariz

Leo: ¿Que?

-: Su hija, su nariz esta sangrando

Leo: ¿Aien estas bien?, ¿te duele algo?

-: Tenga limpiele con esto

Nada me dolía, solo me sentía cansada, no sabia porque mi nariz sangraba, tal ves era el sol o tal ves era normal, pero el se veía muy preocupado, así que tenia que sonreír para que el no se preocupase

Leo: Que extraño

-: Ella esta sonriendo así que debe estar bien, es pequeña aun si algo le doliese lloraría

Leo: Si, tiene razón, muchas gracias

-: No se preocupe, normalmente los padres cuando salen sin su esposa pasan por alto algunas cosas, es normal, solo pregúntele a su esposa al llegar a casa si normalmente le sangra la nariz a a niña

Leo: Ah no, ella esta siendo criada por su abuela no tiene madre

-: Oh, ya veo, lo siento mucho

Leo: No se preocupe

Aquella mujer que hablaba con Leo era muy hermosa, aquel cabello rubio, esos ojos almendrados algo en ella no me agradaba, me hacia sentir tensa, me hacia sentir molesta...

sin embargo nada podía hacer, el día paso y volví a casa, esa noche dormí con papá pero al despertar algo ya no era como antes, uno de mis ojos era azul y mi cabello que originalmente era corto solo hasta mi mentón, ahora llegaba un poco mas abajo de mis hombros y toda mi ropa estaba pequeña.


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