Daímonas, A.R: 4

27 2 0
                                    

Leo: Estamos listos

Aien: Ven sienta al niño y come

Leo: ¿Que ocurre?, tienes cara de preocupación

Aien: Solo estaba pensando en el niño, tu me conoces mejor que nadie, luego de perder a nuestro hijo e querido desesperadamente ser madre de nuevo, por eso no me fije en la forma en la que este pequeño llego a nosotros, es bastante extraña la verdad

Leo: También pensé en eso, entregar sin mayor duda a un ser tan pequeño como el a un extraño, es bastante extraño, tal ves solo estaban muy aburridos de tener que cuidarle.

Aien: Si, eso también es una opción... por cierto, casi olvide decirte, hoy conocí al guardian del mar, es un dragón llamado Tao

Leo: Un Dragón... ¿estas bien?, ¿no te hiciste daño?

Aien: No, solo me siguió durante un rato, pero su poder no es tan fuerte como para matarme

Leo: Ten cuidado, ¿vale?

Aien: Si querido

Un poco mas de una semana había pasado ya desde que había traído a Jun conmigo... nada había cambiado, no había vuelto a ver ningún demonio y ni al dragón.

Jun siempre estaba tranquilo, al parecer su parecido con Leo no era solo físico, sino tan bien en personalidad, casi siempre estaba cerca mio y jugando en silencio, le gustaba mucho que le leyese libros y darse baños con espuma.

Serverus: Señora, las preparaciones ya están listas

Aien: Gracias Serverus

Serverus: No es nada madam, cuidare al niño con mi vida

Aien: Lo se, pero no quiero que les pase nada a ninguno de los dos, si algo malo llegase a pasar y no puedes manejarlo, solo toma al niño y escapa

Serverus: Como desee

Aien: Yo me ire ya, nos vemos dentro de un rato

Estado en casa no resolvería nada, así que fui a cumplir con mi palabra y me dirigí al mar, para ver a Tao, tal ves el sabría muchas mas cosas sobre este pueblo que yo no, la marca de Jun en su espalda aun me tenia bastante preocupada.

Tao: Demoraste un poco mas de lo que pensé en venir

Aien: Lo siento e estado ocupada

Tao: ¿Estas feliz ahora que eres madre?

Aien: Antes de serlo ya era feliz, pero ahora lo soy mucho mas

Tao: Aún así no es la misma felicidad que un niño nacido de tus entrañas

Aien: Eso no es lo importante

Tao: Puedo ver atra ves de tus mentiras, aun no logras entender porque no has podido concebir un hijo con ese demonio

Aien: Eso da igual, ya tenemos nuestro niño

Tao: ¿Quieres tener un hijo conmigo?

Aien: ¿Que disparates estas diciendo?...

Tao: Nuestro ADN es mucho mas compatible que con el demonio, solo necesitamos hacer el amor una vez y la fecundación estará lista

Aien: Si querías que viniese para esta estupidez entonces me voy

Tao: Mi proposición ya esta echa, aunque lo niegues sabes que algo esta mal... sabes que incluso el que hayas encontrado ese niño y que pudieses encargarte de el de tan buena forma es extraño

Aien: ¿Que estas...

Tao: Tal ves el parecido de ese niño con el de tu esposo, no es mera coincidencia... ¿ no lo crees?

Aien: No tengo tiempo para estas cosas

Tao: Se que volverás, solo piensa las cosas

¿Que tuviese un hijo con el?... no el querer ser madre era solo con el hombre que amo... pero en lo demás... el solo logro confundirme mas con sus palabras, ya en si estaba bastante preocupada por el echo de no poder quedar en cinta de mi esposo y ahora con lo de Jun... pero pensar que Leo hizo algo es realmente inaceptable...


DaímonasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora