Daímonas 23

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  Leo: Entonces...
Serverus: Lo que dijo ese chico es verdad amo, ustedes probablemente lo olvidaron porque eran muy jóvenes, pero usted no es la reencarnación del amo Leorio, usted es su hijo, aunque su parecido es realmente grande y la señorita es idéntica a vuestra madre, cuando les vi de grandes, fue un gran shock para mi, aquellas veces que les vi abrazados o acariciarse pensé que eran los señores y que era una broma pesada de ellos hacia nosotros los demonios y ángeles, pero no es así, ustedes no son los señores son sus hijos
Leo: No puede ser cierto

Yo realmente sabia que no debía levantarme de mi cama, sabia que si lo hacia algo malo ocurriría, pero de toda formas lo hice, me levante y seguí a Leo... realmente no debí haberlo echo, pero ya era muy tarde, necesitaba confirmar las palabras de Serverus

Mamá: ¿Hija donde estabas?
Aien: Madre, necesito hablar contigo
Mamá: ¿Que ocurre?, ¿porque estas tan pálida?, toma asiento
Aien: Mamá... ¿yo soy adoptada verdad?
Mamá: Q-Quien... hija, yo...
Aien: Esta bien solo dime la verdad
Mamá: Veras... tu padre y yo no podíamos tener hijos y un día vimos un accidente de transito, tu tenias solo un mes de vida cuando tus padres biológicos murieron
Aien: Entonces era verdad
Mamá: Si...
Aien: Soy huérfana
Mamá: No lo eres, tienes un hermano mayor, en el accidente ambos sobrevivieron pero no pudimos encontrar a tu hermano mayor, hay testigos que dicen que una pareja lo rescato y se lo llevo
Aien: ¿Como era el?, ¿sabes como luce?
Mamá: No realmente, pero según nos dijeron era un niño muy lindo, muy blanco y de cabello y ojos tan oscuros como la noche de unos 3 años de edad
Aien: ¡No puede ser!

Al escuchar esas palabras sentí que mis cinco sentidos se paralizaron, solo quería huir de aquellas palabras, de aquella verdad, el único hombre que había amado en mi vida, aquel hombre porque el que sentí que vivir sin el era no vivir, aquel hombre por el que lloro y sonrió, es mi hermano biológico, ¿como puede pasar eso?, ¿como puede ser tan cruel la vida?, como me saco del corazón todo lo que siento, ¡no puedo!... yo lo amo, yo lo amo mas que a mi misma vida, mas que a nada en el mundo, en este mundo o en cualquiera, yo le amo... dios, ¿porque?...

Serverus: ¡Joven amo la señorita desapareció!
Leo: ¡¿Que?!
Serverus: No esta en ninguna parte de la mansión, ni tampoco en los alrededores
Leo: Ese maldito
Serverus: Amo la señorita salio de la mansión por su propia voluntad, nadie a entrado a la mansión ni a sus alrededores
Leo: Debo encontrarla

Corrí con todas mis fuerzas lo mas lejos de casa posible, tome el primer auto bus que vi, no sabia donde iba solo quería alejarme de todo y ver si esas lagrimas que dolían como la vida se detenían, sin saber nada viaje casi toda la noche y al terminar mi viaje estaba en alguna playa en la frontera de la ciudad, era un pequeño pueblito costero, era muy tranquilo, me daba mucha paz, me quede ahí por un mes entero para pensar las cosas, por el día ayudaba a los habitantes del lugar y por las noches las lagrimas volvían intentaba no pensar en el pero el era el dueño de mi universo, simplemente no podía, aunque estaba haciendo mi mejor esfuerzo no podía.  

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