Daímonas 68

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Leo: Aien, por fin...

Aien: Papá, ¿porque el?...

Fre: Hija creo que es hora de conversar

Aien: Espera un momento, el tampoco es humano, ¿verdad?

Leo: ¿Recuperaste tus recuerdos?

Aien: Sigo recordando lo mismo de siempre

Fre: ¿Entonces como?

Aien: Alrededor de papá, la abuela y mio hay una luz blanca, en los humanos esa luz tiene varios colores dependiendo de sus emociones, pero en ti es completamente negra, eso es imposible en un humano por mas malvado que sea

Leo: ¿Una luz negra?

Aien: Si y es tan negra que siento que incluso va a absorberme, Leo, tu, ¿eres un demonio verdad?

Leo: Lo soy...

Aien: ¿Que rango de demonio tienes?

Fre: Hija tu ya lo sabias de antes

Aien: Dime que rango tienes

Leo: Demond Lord

Aien: El rey de los demonios...

Leo: Si...

Aien: ¿Por que el Rey de los Demonios, se junta con ángeles de la realeza?

Leo: Eso es porque...

Aien: Tu tienes la misma marca en mi muñeca

Fre: Aien

Aien: Pueden salir ambos, la fiesta abajo aun continua y Leo debe estar presente

Fre: Pero hija

Leo: Esta bien, te veré mas tarde

Tal ves el pensaba que le rechazaría que le odiaría por ser un demonio, que lo enviaría lejos por ser el Rey de los Demonios, pero eso no seria así, yo simplemente estaba recuperando mis recuerdos, tenia los ojos llenos de lagrimas, mi corazón latía tan rápido que parecía que se iba a salir, la ultima vez que vi a mi amado esposo con estos recuerdos fue llorando, luego de tener que pelear contra el por culpa de mi madre y mas de un año a pasado ya desde entonces y todos están bien, al final aunque no pude derrotarla, protegí a quienes amaba... y aquí esta nuevamente a mi lado esperando por mi... mi amado Leo aunque volví a ser un bebé el siempre estuvo a mi lado, estaba tan agradecida a Dios por su misericordia hacia nosotros, pero a la vez estaba asustada de que si el sabia que mis recuerdos habían vuelto no supiese como enfrentarme luego de las heridas que dejo en mi, luego de casi matarme, pero, pero... yo no podía mentirle a mi propio esposo, ademas de eso habían muchas mujeres coqueteandole, eso me llenaba de coraje.

Aien: Bien, es hora de escoger un vestido y volver al baile

Lógicamente el vestido con el que llegue ya no entraba en mi y ningún otro había en la habitación, así que aunque era un poco tramposo, con mi magia cree un hermoso vestido blanco que contrastaría con el traje negro de leo, unos hermosos zapatos negros y unas pequeñas joyas, me vestí y maquille, todo estaba listo, pero me sentía muy nerviosa, aun así debía ir donde el, camine hasta la gran escala que daba al salon donde la fiesta estaba realizándose, mientras bajaba todas las miradas se centraron en mi, era incomodo y vergonzoso.

Le vi girarse y mirarme  con esos hermosos y penetrantes ojos negros que tenia, le sonreí y baje hasta donde el, me miro sorprendido y nervioso

Leo: Aien... 

Aien: Ya regrese

Leo: ¿Estas bien?, ¿necesitas algo?

Aien: Tal ves un beso de mi amado esposo que extrañe hasta sentir que moría 

Leo: Tu...

Aien: Te extrañe amor mio

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