Serverus: Madam bienvenida
Aien: Serverus, ¿te dio problemas Jun?
Serverus: El joven amo es muy tranquilo, no dio ningún problema en absoluto
Aien: Me alegro... ven acá hijo
Jun: Mama
Aien: ¿Que ocurre cielo?, ¿tienes hambre?
Cada vez que veía a este pequeño niño una enorme paz se apoderaba de mi, cualquiera que fuese el motivo por el que llego a mi vida, cualquiera que fuese su verdadera identidad, este niño no tenia la culpa de nada, yo no tenia que temer, solo debía confiar y seguir avanzando con mi familia.
Lleve al niño hasta el baño para darle una ducha antes de la cena, mientras le desvestía, corte mi mano y pase a manchar a Jun con mi sangre, en ese momento me sentí asustada luego de 10 años, me asuste realmente, la marca en la espalda de Jun creció como si tuviese vida propia, se transformo en un pentagrama que abarcaba toda su pequeña espalda, el cual tenia grabado en el centro la palabra: "diligitis".
Aien: Diligitis... amor en latín... ¿que es esto?
Tome al niño entre mis brazos y sus ojos estaban mas brillantes que de costumbres un intenso y brillante negro, la atmósfera en la habitación se volvió muy pesada, era algo que no debía pasar solo por el echo de que mi sangre cayese en un humano... entonces este niño,¿ realmente no es humano?
Leo: Aien, hay una capa extraña en el aire
Aien: Es Jun, por accidente cayo mi sangre en su cuerpo y su marca se transformo en un pentagrama, mira
Leo: Tiene la palabra amor escrita en el
Aien: El esta como muerto, respira pero no a dicho ni una palabra, ni a movido un solo musculo
Leo: No siento poder sobre natural de el, pero tampoco siento el aura de los humanos
Aien: Como si estuviese muerto...
Leo: Si, pero definitivamente esta vivo, puedo sentir el latido de su corazón
Jun: ¿Papi?
Cuando escuche esa palabra mire inmediatamente al niño, sus ojos habían vuelto a la normalidad y el estaba jugando y hablando como siempre, fue como si todo hubiese sido imaginado por nosotros, pero definitivamente no era eso.
Todo ser vivo al rededor de nuestra casa, que poseía poder demoníaco o sobre natural, murió, encontramos sus cuerpos intactos no tenían daño aparente, pero murieron en cuestión de segundos.
Aien: ¿Que fue lo que causo esto?
Leo: No estoy seguro, pero fueron todos los seres que habían entrado a nuestra casa
Serverus: Estimo que la hora de muerte es hace unas 13 o 14 horas
Aien: 13 o 14 horas... ¿estas seguro?
Leo: Fue en la hora del aire contaminado, cuando apareció el pentagrama en Jun
Serverus: Amo, quiere decir, ¿que es culpa del joven amo?
Leo: No lo sabemos, el se volvió así cuando la sangre de Aien toco su cuerpo
Aien: Pero mi sangre no tiene esa habilidad, la mía da vida no la quita
Leo: Pero mi sangre si puede quitar la vida, puedo darle la propiedad de envenenar, pero no funciona si no mancho a la otra persona, esto se parece mas a tu sangre, que crea una neblina y sana
Aien: ¿ Es una habilidad combinada?
Leo: Eso es imposible, tendría que ser un mestizo y no existe ninguno en nuestra época, lo mas parecido a ello, somos nosotros
Serverus: Pero esto no fue obra de alguien con un poder básico como la mayoría de los seres sobe naturales
Aien: Es alguien sumamente fuerte
Las semanas pasaron y ya faltaban solo días para el cumpleaños numero 3 de Jun, estaba ocupada preparando las cosas para su fiesta y viendo que faltaba, nada mas había ocurrido desde ese día Jun no había tenido ningún cambio tampoco, así que decidí no darle demasiada importancia.
Serverus: Madam, ¿esta segura de no querer que le acompañe?
Aien: Estoy bien, solo ire por pocas cosas y volveré pronto ya que esta por oscurecer y Leo llegara en menos de una hora
Serverus: Como desee
Aien: Me llevare al niño para que puedas ordenar tranquilo
Serverus: Si Madam
Como tenia que traer paquetes de vuelta no podía traer en brazos al niño, así que lo senté en la carriola para que fuese mas cómodo y pudiese observar mejor el paisaje.
El pueblo estaba muy agitado ya que había un festival ese día, duraría al menos 3 días y hoy era el primero, el día mas agitado, todo el mundo estaba disfrazado, todo se veía muy hermoso con la iluminación preparada, decidí pasar por la calle continua al festival de vuelta por el lado de los arbustos y flores, tanto Jun como yo disfrutamos mucho la vista, pero estábamos tarde, así que decidí tomar un atajo por entre los patios del lugar, realmente no lo vi venir, solo sentí cuando algo muy duro corto mi cara y sentí una presencia realmente perturbadora, en un segundo tome a Jun entre mis brazos y salte arriba de un árbol.
Era una criatura parecida a un perro, grande muy grande, con muchas colas muy largas y puntiagudas, repetía una y otra vez, dámelo, dámelo.
No parecía realmente fuerte, pero jamas había visto a esa criatura, no sabia que habilidades tenia, ni que tan fuerte era y pelear con Jun en mis brazos era peligroso, pero era igual de peligroso dejarle en algún lugar, así que solo le tome entre mis brazos y le abrace muy fuerte, por ahora solo podía huir, estaba segura de que Leo sentiría mi presencia y el olor de mi sangre y vendría, aquel animal comenzó a utilizar sus colas como lanzas y látigos, me limite solo a esquivarle y proteger a Jun, deje salir mis alas y las ocupe como escudo.
No era tan fuerte como para amenazar mi vida, pero no podía pelear en ese momento, aún así debía defenderme y a mi hijo. Cree una pequeña lanza con la luz que había en el lugar y cuando me ataco la enterré en su cabeza, creí que son eso moriría pero no fue así, se dividió en dos y comenzó a atacarme mas ferozmente, corto uno de mis hombros y la sangre cayo encima de Jun, fue ahí cuando aquella sensación de miedo volvió, la poca luz que había de la luna desapareció por completo, el aire olía a sangre y una niebla rodeo el lugar.
Jun: Mamá... no llore
Mire a mi hijo y entre sus manchas de sangre, destacaban unos hermosos ojos brillantes, el izquierdo rojo sangre y titilante y el derecho celeste como el cielo al medio día.
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Daímonas
Teen Fiction¿Que es realmente el amor verdadero?, ¿Puede la muerte realmente separar a dos personas que se aman?, Aien y Leo crecieron juntos uno al lado del otro desde niños, siendo vecinos, Aien amaba a Leo con todas sus fuerzas, hasta que un día Leo murió al...