Daímonas

Daímonas 46

Fre: Tu madre acaba de salir de cirugía, esta en coma, los medicos dicen que es muy poco probable que pase esta noche, su estado es muy critico

Esas palabras rebotaron en mi cabeza unos segundos y sentí como si mi cuerpo hirviese, ese maldito hombre me arrebato a mi hijo y lo mas probable es que mi madre también muriese, no le perdonaría, definitivamente iba a tomar su vida aunque eso no me devolviese todo lo que había perdido, estaba tan cansada de ser débil y siempre depender de otros para que me protegiesen, solo tenia que proteger lo que era importante para mi, pero ni siquiera eso había podido hacer.

Leo: Aien...
Fre: Sus ojos se tornaron celestes
Leo: ¿Que le ocurre?
Fre: Es lo mismo que cuando tu te transformas, esta despertando como un ángel
Leo: ¿Esta despertando?...
Fre: Rápido mocoso no hay que dejar que nadie le vea, su cuerpo cambiara mas ahora dentro de una hora, el despertar de los ángeles no es como el de ustedes, esto puede costarle la vida, ademas ella esta fuera de si por la perdida
Leo: Todo esto no tiene sentido

Sentía que todo mi cuerpo estaba en llamas, mis ojos podían ver mucho mejor de lo que estaba acostumbrada, la herida en mi vientre comenzó a sanar rápidamente como si nunca hubiese existido, me levante y podía ver a papá diciéndome algo pero no alcanzaba a oírle, me mire en un espejo que había en el lugar y vi como mis ojos habían cambiado a un color celeste brillante, mi cabello se había vuelto blanco como un copo de nieve junto con mis pestañas y cejas, mis orejas se tornaron puntiagudas y alas como las de Leo salieron de mi espalda, pero eran casi transparentes, sentí mucho dolor, sentía que moriría.

Leo: Querida
Fre: Rápido, sujétala, hay que contenerla
Aien: Leo...
Leo: Tranquila, todo estará bien
Aien: Duele mucho...
Fre: Resiste hija lo estas haciendo bien ya casi termina
Leo: Solo toma mi mano
Fre: Eso es, junta el tatuaje de su union matrimonial con el de ella, eso debería ayudar
Leo: Esta bien

Al juntar mi muñeca con la de Leo sentí como el dolor y la sensación de fuego fue pasando, mi cuerpo se sentía liviano y fuerte a la vez, me puse de pie y volví a mirarme, era otra persona, yo lucia totalmente diferente a como solía hacerlo, ¿era un angel ahora?, si realmente era un angel ahora, mi transformación es muy diferente a la de Leo...

Aien: Papá, ¿soy un angel ahora?
Fre: Si, eres un ángel de raza pura como yo
Aien: Soy un angel de raza pura
Fre: Ahora ya nadie podrá dañarte ni a las personas que amas, ahora eres tan fuerte como ellos