Daímonas 15

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  Rindo: Se la llevaron
Leo; Debo ir por ella
Rindo: ¿Sabes donde se la llevaron?
Leo: Si...
Rindo: Llévame contigo
Leo; Es peligroso
Rindo: No importa
Leo: Esta bien... Serverus
Serverus: Amo
Leo: Protege a la familia de Aien por si vuelven, es una orden
Serverus: Como desee

Realmente no tenia ni idea donde estaba, parecía ser algo como un palacio, si miraba por la ventana todo afuera parecía un enorme cementerio de noche, era espeluznante.
Me encontraba sola en una enorme habitación, era tal ves mas grande que mi casa, solo aquella habitación, no podía quedarme allí quieta esperando a que me hiciesen quizás que cosas, debía salir de allí.

Aien: ¿Donde demonios estoy?

Sin importar cuanto caminaba no podía encontrar una salida, todo era puertas y mas puertas, sentía que nada tenia sentido, aquel lugar era horriblemente grande, seguí caminando algunos minutos, hasta que llegue a una puerta mas grande que las demás de un hermoso y brillante color negro, parecía muy pesada pero algo me decía que debía entrar ahí, tire de la perilla tan fuerte como pude hasta que se abrió aquella imponente puerta, detrás había una hermosa habitación decorada con plateado y negro, camine dentro de ella hasta llegar a un enorme cuadro, en el que había pintado un hermoso hombre de tez muy blanca y cabellos muy oscuros, ojos azules oscuros, era casi idéntico a Leo, no realmente era idéntico a Leo, pero yo sabia bien que ese hombre por mas idéntico que pareciese no era mi Leo.

Aien: ¿Tu eres Leorio?
Aien: Eres casi tan hermoso como mi Leo, pero sus ojos son mas oscuros que los tuyos
Aien: Que tonta como si un cuadro fuese a responderme

Esta era probablemente la habitación donde Leo había pasado sus días en este lugar, el olor en el aire era particularmente familiar, era tranquilizante, camine y recorrí cada rincón de aquel lugar, a un lado había un enorme piano de cola, me senté y toca algunas notas al azar en el, sentí como lagrimas cayeron por mis mejillas, pude sentir que no era la primera vez que me sentaba en aquel piano, pero sentía como si me faltase la vida entera, era una sensación muy dolorosa.

Sophie: Así que aquí estabas mocosa
Aien: Tu...
Sophie: Sal de aquí la habitación de Leo no es un lugar en el que puedas estar
Aien; ¿Y quien me va a impedir estar aquí?, ¿tu?
Sophie: ¿Porque eres tan arrogante humana?
Aien: Es algo humano
Sophie: Acompáñame Padre quiere verte
Aien: No quiero, si el quiere verme dile a el que venga
Sophie: ¡Insolente!

Claramente vi como esa mujer tomo un puñal y lo lanzo hacia mi a una velocidad impresionante, pero justo antes de clavarse en mi pecho una pluma negra lo detuvo, era una pluma como las de Leo, pero Leo no estaba en ningún lado, entonces, ¿que estaba ocurriendo?.

Sophie: ¿Q-que?
-: Esa pluma es de ese maldito de Leorio
Sophie: P-padre
-: No de muerto deja de dar dolores de cabeza ese maldito Demonio con corazón, señorita usted realmente luce idéntica a esa mujer que enamoro a nuestro Rey, pero tu cabello y ojos son de otro color
Aien: ¿Quien eres tu?
-: Oh vaya... tu aire noble es muy bueno, esa mujer lucia muy humilde, sin embargo tu eres aun mas hermosa que ella y luces muy imponente, ¡bravo!
Aien: Por lo que dijo esa mujer, tu debes ser el viejo que esta obsesionado con mi Leo
-: ¿Mi Leo?... vaya eso me gusta aun mas eres realmente fascinante niña
Sophie: Padre
-: Lo lamento, solo llámame Padre
Aien: Bien padre, ¿que es lo que quieres conmigo?
-: Niña cuéntame, ¿Como conociste a Leorio? o mejor cuéntame todo sobre Leorio y tu
Aien: Pues, su hija me secuestro y luego de vagar un par de minutos di con esta habitación y al entrar vi un cuadro de Leorio y ya eso es todo, así fue como conocí a Leorio
-: ¡Jajaja! niña eres genial, eres muy divertida, pero sabes que no me refiero a eso
Sophie: Padre, Leo esta aquí

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