Daímonas 58

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Aien: Ella es...

Leorio: ¿Como entraste aquí?

-: Fue un poco tedioso, ese perro guardian que tenían es bastante fuerte, me dio mucho trabajo, pero no volverá a molestar, muy leal defendió a sus amos hasta el final

Aien: Serverus... ¡¿Mataste a Serverus?!

-: Así que así se llamaba el perro

Leorio: El no podía con ella debió escapar

Aien: Maldita

-: Esas no son palabras que deberías ocupar al referirte a tu madre

Aien: ¿Madre?, ¿y siquiera sabes que es eso?

-: No seas tan insolente niña

Aien: Realmente tienes muchas agallas de aparecer delante de mi, hubieses seguido escondida como la rata que eres

-: ¡No seas tan engreída niña, yo igual soy un ángel!

Aien: ¡Tu no seas tan engreída!, tu no eres rival contra mi

-: Igual de arrogante que tu padre

Leorio: Aien ella es realmente fuerte, aunque seas un ángel real aun no sabes ocupar bien tus poderes

-: Tu eras el Rey de los demonios y aun no pudiste contra mi, terminare con esta niña y seguiré contigo e ire por el nuevo Rey

Leorio: Arian no has cambiado nada, no tienes ni una pizca de corazón

Aien: Terminaremos esto hoy, ya no soy un bebé puedo defender a quienes amo

-: Tienes razón en eso, terminaremos esto hoy

Leorio tenia razón yo aún no sabia ocupar bien mis poderes, pero no tenia tiempo de aprender a utilizarlos bien, esta mujer era un peligro para todos nosotros, ni Leo ni Leorio estaban en condiciones de pelear, Serverus acababa de morir en manos de esta mujer, no podía solamente asustarme y esconderme detrás de alguien, esta mujer era mi verdadera madre, en partes era mi culpa y responsabilidad las cosas que habían ocurrido, debía detenerla por el bien de todos

Aien: Leorio, aferrate a la pulsera que puse en tu muñeca y ve donde Leo, tu estas muy débil para mantener semejante barrera

Leorio: Puedo

Aien: No, deja que Leo te proteja mientras termino esto

Leorio: Aien

Aien: Por favor confía en mi, es mi turno de protegerte

Leorio: Esta bien

-: Si puedo capturarte mientras vas donde el mocoso me ahorraras muchos problemas

Aien: Quebrare todos y cada uno de tus huesos antes de que puedas acercarte a el

Transformar mi cuerpo a mi forma real aun era sumamente doloroso, aquella mujer se transformo en una milésima de segundo su cabello se puso tan blanco como la nieve y en hermosos ojos esmeralda se tornaron sus ojos, vi como apenas Leorio salio de su barrera ella corrió hacia el, mi corazón latió a mil por horas y sin darme cuenta tenia su cuello entre mis dedos, este cuerpo daba miedo, era monstruosamente fuerte,pero de algo estaba seguro, se movía de acuerdo a mis emociones, mi deseo de protegerles me permitía controlar este enorme poder que había heredado de papá.

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