Daímonas

Daímonas 62

Eran ya 3 años desde que ella me había visto morir y ahora yo estaba pasando por lo mismo, ahora estaba experimentando la misma escena pero desde el otro angulo, era yo quien sostenía su pequeño cuerpo bañado en sangre, le gritaba y rogaba que no cerrase los ojos, que resistiese, pero su cabello volvió a volverse rubio sus ojos dejaron de tener ese azul vibrante, volvió a su forma humana, me miro durante un segundo y sonrió, intento tocar mi mejilla, pero se desvaneció antes de poder... yo había matado a mi esposa, yo había matado a la persona que mas amaba en el mundo, era mi culpa, yo no fui capaz de protegerla nuevamente, yo no pude salir de aquel conjuro, si hubiese sido mas fuerte, si tan solo hubiese sido mas fuerte ella no hubiese tenido que ir hasta el limite nuevamente y sufrir tanto, yo solo le dañaba...

Pero ella ahora estaba muerta...

Leorio: Leo déjala, esta muerta

Leo: No...

Leorio: Entremosla hay que avisarle a los demás

Leo: Déjame solo

Leorio: Niño

Leo: ¡Esto es tu culpa!

Leo había perdido complemente la mente, el daño emocional era demasiado para el.

Él cuerpo de su esposa aun estaba caliente, era muy pronto para poder asimilarlo... no, el jamas podría asimilar el haber matado a su esposa, el no haber podido reaccionar aun cuando estaba dañando tanto a su compañera, su mente simplemente se había quebrado, el cielo comenzó a teñirse de negro y Leo no dejaba de llorar, sus gritos comenzaron a convertirse en truenos y relámpagos, la tierra comenzó a temblar, la pena del niño estaba desequilibrar la tierra, el simplemente quería enterrar todo y a todos junto con ella, todo comenzó a volverse negro y una neblina muy densa comenzó a rodear sus cuerpos, debía hacer algo, no existía nada mas peligroso que un ser con semejante poder en aquel estado, cuando la pena te consumes y pierdes todo de ti, si no le detenía el niño destruiría todo a su paso... Aien no se había sacrificado para eso.

-: ¡Leo contrólate!, ¡¿!Que crees que estas haciendo?!

Aquellas palabras resonaron mas fuerte que el llanto del niño, todo se detuvo incluso el llanto del chico, se giro lentamente y sus pupilas se dilataron, abrazo a Aien con mucha mas fuerte y rompió a llorar como un niño pequeño.

Leo: Padre...

-: Contrólate, mi hija se sacrifico para protegerte y las personas que habitan este mundo, el tuyo y el mio, no puedes votar su sacrificio y dejar que tu pena te consuma

Leo: Padre, yo le mate, yo le mate...

-: ... Estoy seguro que no es tu culpa, esa niña jamas hubiese echo algo que te dañase, si tomo esa decision es porque era la única salida...

Leorio: Fre...

Fre: ¿Podrías decirme que fue lo que paso y como es que mi hija termino muerta?

Leorio: Es culpa de Aian

Fre: ¿Esa mujer nuevamente?

Leorio: Si y lo peor, esta viva aun

Fre: ¿Es cierto que Leo mato a Aien?

Leorio: Si...

Dentro de mi podía escuchar el llanto de Leo y sus gritos, podía oír la voz de papá y a Leorio, mi cuerpo se sentía muy caliente, se suponía estaba muerta pero sentía que a cada segundo mi cuerpo se calentaba mas, todo era muy muy brillante, realmente muy brillante, al lograr abrir mis ojos pude reconocer el techo, era nuestra habitación con Leo.

Leo: ¿Que es lo que le ocurrió?

Leorio: ¿Porque se transformo en un bebé?

Fre: No estoy seguro, tendré que pedir ayuda de algún sabio.