Daímonas 64

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Me sentía muy somnolienta tanto que no recuerdo cuando me quede dormida ni tampoco cuentas horas había dormido, al despertar estaba recostada en una enorme cama y a mi lado estaba dormido aquel chico bonito, con mucho esfuerzo me gire y le mire, el estaba llorando a pesar de estar dormido, no tenia ni la menor idea de quien era pero verle se sentía extraño, mi pecho se apretaba y sentía ganas de llorar.

Fre: Leo despierta, es hora de que me lleve a Aien

Leo: Ah, esta bien...

Aquel hombre era muy guapo igual, pero se sentía diferente mirarlo, me tomo entre sus brazos y lleno de besos, era incomodo, por lo que estaba escuchando el era mi padre, pero si el era mi padre, ¿quien era aquel chico de cabello oscuro?.

Sin darme cuenta en unos pocos pasos estábamos en la puerta principal de la casa, aquel chico se acerco a mi y sonrió tímidamente, acaricio con mucho cuidado mi mejilla y la beso en ese momento no pude contener mas mis lagrimas, quería estar cerca de el, no quería alejarme a donde mis ojos no pudiesen verlo, no lo entendía, realmente no lo entendía pero dolía mucho, sentía con todas mis fuerzas que debía estar junto a el, sin embargo igual fui llevada lejos de el.

Abuela: Ya a pasado una semana desde que esta viviendo con nosotros, no deja de llorar y su fiebre no baja

Fre: ¿Que aremos?

Abuela: Hay que llevarla a medico

Fre: Le avisare a Leo haber si ya volvió a la ciudad

Leo: ¿Que ocurre?

Fre: Volviste

Leo: Ya termine mis negocios

Fre: Aien no a dejado de llorar en toda la semana y tiene mucha fiebre, le llevaremos a medico ahora

Leo: No puede ser

Aquella voz, yo la conocía aunque no le había escuchado en muchos días le conocía, quería verle, había querido tanto tanto verle y al fin podía escuchar su voz...

Abuela: Ella dejo de llorar

Leo: Aien ya volví, lo siento por dejarte tantos días sola, ¿estas muy enferma?

Aquellos profundos ojos negros, su piel tan blanca, su cabello sedoso y brillante, esos labios rojos, ¿como podría algo estar mal cuando el estaba junto a mi?, quería tocarlo, no, necesitaba tocarlo para ver si era real, para comprobar si no era otro de mis sueños, aquel hombre era todo lo que necesitaba para ser feliz, incluso cuando ni siquiera se quien soy, estoy segura de ello.

Abuela: Esa niña realmente esta completamente enamorada de ti, tan pronto escucho tu voz se calmo, aun siendo un bebe tu sigues siendo su debilidad 

Leo: Aien... 


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