Daímonas 51

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Varios días habían pasado desde el día en que vi a Leo por primera vez, cada día el salia pasada la media noche al balcón unos 5 minutos y se entraba, quería hablarle, quería saber mas de el, creo que realmente había sido amor a primera vista, cada noche soñaba con el, como si en nuestras vidas pasadas hubiésemos sido amantes, tal ves era el destino que nos conociésemos.

Aien: Mamá, ¿tu conoces al chico de la casa de al lado?

Mamá: ¿Hablas de Leo?

Aien: Si

Mamá: Ellos se mudaron una semana luego de nosotros, así que han vivido acá ya desde hace 15 años como nosotros

Aien: ¡¿15 años?!

Mamá: Si, son casi 16 años ya

Aien: Es mucho tiempo, entonces, ¿como jamas le vi?

Mamá: Eres muy despistada simplemente

Aien: Puede ser... pero mamá, ¿que edad tiene?

Mamá: Si no mal recuerdo es 4 años mayor que tu

Aien: Ya veo

Mamá: ¿Estas enamorada de el verdad?

Aien: Creo que si

Mamá: Vaya, luego de todo ese niño es muy hermoso

Aien: No le mires es mio

Mamá: Pero con todo lo hermoso que es, no te has puesto a pensar que quizá ya tiene novia

Esas palabras hicieron erizar mi piel, era cierto, como no había pensando en esa posibilidad, dios, no podía ser cierto, y si esa chica era realmente hermosa y ademas de eso era inteligente, elegante, refinada, simpática, culta, de una buena familia y muchas cosas mas que yo no soy en estos momentos, eso seria mi fin.

Aien: Necesito un cambio de imagen

Tome mis cosas y salí corriendo de casa, ya pronto oscurecería pero realmente la idea de que Leo pudiese tener enamorada me aterrorizo, estaba por cruzar la plaza del barrio cuando 2 chicos se aproximaron a mi, tuve una mala sensación e intente evadirlos, pero claramente su objetivo era yo, me pare firme ante ellos sin vacilar y mostrar mi miedo.

Aien: ¿Que quieren?

-: Eres muy hermosa jovencita, ¿porque no vienes a tomar algo con nosotros?

Aien: No gracias

-: Pero no seas así, anda vamos, te divertirás

Uno de ellos el mas grande se acerco a mi mientras me hablaba y sujeto mi muñeca con mucha fuerza, sentí nauseas desde lo profundo de mi estomago

Aien: Suéltame, no me interesa en lo mas mínimo ir con ustedes a ningún lado

Aquel hombre no iba a ceder, comenzo a jalarme de la muñeca y el otro intento tomarme desde la otra muñeca, no podia solo dejarme llevar por aquellos sujetos, tenia miedo, pero no podia solo rendirme, aprete los musculos de mis piernas con fuerza y patie a uno de ellos en las costillas lo mas fuerte que pude

-: ¡Maldita zorra! como te atreves

Lo sabia yo sola no podria contra ellos, el iba a golpearme, probablemente no iba a salir viva de esta, yo solo queria verme mas bonita para Leo, en ese instante vi como aquel hombre que iba a golpearme salio volando de una patada

Leo: Saca tus sucias manos de mi novia

Aien: Leo...

Era él, era Leo... me abrazo y pregunto si todo estaba bien, mis ojos se llenaron de lagrimas mi muñeca dolía mucho pero por sobre todas las cosas estaba muy asustada y aliviada a la vez de que el estuviese ahí protegiéndome, me escondió detrás de el y comenzó a pelear con ambos hombres a la vez, estaba aterrada, tenia miedo de que le hiciesen daño a Leo, pero no fue así ambos fueron como muñecos intentando golpearle, en unos 5 minutos ninguno de los dos podía pararse del piso, Leo tomo mi mano y salio corriendo junto conmigo

Aien: Esto...

Leo: No te preocupe soy cinta negra en artes marciales, no los dañe solo los golpee para que no pudiesen alcanzarnos

Seguimos corriendo hasta llegar a la farmacia, el entro y compro crema y vendajes para mi muñeca, me reviso e hizo curaciones

Leo: Con esto debería bastar, no te daño severamente, pero si te sigue doliendo deberías ver un medico

Aien: Gracias...

Leo: De nada, eres la niña que vive enfrente a mi habitación, me escuchas tocar piano a diario, gracias por ser mi único espectador.

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