Capitulo 5

10.6K 701 29
                                    

Pasaba de la media noche y aquellas sombras de rojos ojos no se iban. 

Trate de ignorarlas lo más que pude, pero no aguante.

Comenzaron susurrando, luego siguieron moviendo las cosas de lugar, sus gritos me estaban volviendo loca, la almohada tapaba mi cara, y estaba escondida debajo de las cobijas, todos estaban dormidos y yo tenía unas inmensas ganas de llorar por el miedo que sentía.

Apreté el collar en mi pecho, sentía que la delgada cadena me estaba ahorcando, el pequeño dije en forma de estrella quemaba en mi mano y me maldije por haber perdido aquellas pastillas que mamá me daba para que no pasaran estos ataques de locura.

No era una pesadilla, era real.

Tuve miedo al salir de la protección inexistente de mis cobijas, retuve el aire y salí de la cama, no lo pensé dos veces y salí de la habitación, la sombra más pequeña estaba siguiendo mis torpes hasta y se detuvo cuando pase a la primera habitación que tenía a mi alcance.

La de Cameron.

—¿No puedes dormir Pequeña?— Su habitación solo estaba alumbrada por un gran televisor sin sonido, podía verlo sentado en su cama bebiendo quien sabe qué cosa, me deslice por su puerta cerrada y abrace mis piernas, escuche unos arañazos por el otro lado de la puerta provocados por la sombra. Sabía que era ella la causante de eso, escuchaba perfectamente su risa retumbar en mi cabeza.—¿Sky?

Tape mi boca cuando lo vi acercarse, no era capaz de levantarme de ahí y correr hacía él para que me abrazara. Cameron apareció enfrente mío y aún en la oscuridad podía ver sus ojos miel brillar, me abrazo sin decir ni una sola palabra.

—Estas hirviendo.— Su helada mano tocó mi frente.—¿Cómo te sientes?

Asentí con la cabeza ida, no sabía por qué pero imágenes desconocidas pasaban por mi cabeza, veía a una pequeña niña sumida en su mundo, veía a la gente hablar de ella como si fuera la cosa más interesante para hacerlo, no sabía quién era pero me sentía presente en aquellos recuerdos, como si ya hubiera estado ahí. Como si necesitara saberlo.

—Lo siento.—Dije conectando mi mirada con la del rubio, el me sonrió mientras limpiaba mi rostro de lagrimas. El miedo se me había olvidado desde el momento en el que Cameron me abrazó, el ruido que provocaban las sombras en el pasillo había desaparecido y la sensación de ahogo se había esfumado.

—¿A qué le tienes miedo?—Preguntó después de un rato, me quedé nuevamente en silencio con mi corazón martillando fuertemente en mi pecho.

—Fue una pesadilla.— Dije, no era tonta, si le decía la verdad, él le diría a Peter o a Mar, volverían a medicarme con aquellas horribles pastillas y se repetiría la historia de olvidar varias cosas.

—Puedes dormir, estaré aquí para protegerte.—Lo escuche decir con tono divertido mientras apoyaba su mentón en mi cabeza.

°°°

—¡Despierta pequeña dormilona!—Los insistentes llamados de los chicos brincando en la cama hicieron que me despertara de la peor manera en toda mi vida.

Les gruñi escondiéndome debajo de las cobijas dándoles una clara indirecta.

—¡Vamos pulga!—Grito Nathan lanzándome algunos cojines.

—¡Arriba!—Me queje cuando Ian me quito la almohada donde estaba apoyada quedando con mi cabeza en el colchón, pero eso no me impidió dejar de dormir.

—¡Enana!—Cantó Matthew y jaló mis pies por debajo de las cobijas, me sobresalte al sentir eso lo que me hizo patalear y sentir como lo golpeaba, me hice bolita aún debajo de las cobijas y abrace el oso de peluche que me dio Cameron en la noche.

Viviendo con VampirosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora