Capitulo 29

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Todo el camino hacia el parque estuve incomoda. Me había aferrado al cinturón como si mi vida dependiera de ello, además, el borroso recuerdo de aquel día decidió salir a la luz en ese momento por lo que cada vez que me hablaban o me sacudían me alteraba de forma bastante graciosa.

-¿Porque venimos de noche?- Pregunte bajando de la camioneta.

-No tan noche Sky, apenas serán las 9, hay tiempo.-

-Y la función empieza precisamente de noche.- Dijo Nathan dándole la razón a Cameron.

Digamos que Ian y Matthew están un poco molestos por lo que no les dije y terminaron sabiendo. Ahora, no se si Nathan con eso de que lee la mente ya se entero o si en realidad así no funcionan las cosas, y en conclusión tenemos que Cameron es por el momento él único que no me va a regañar por aquello, espero.

-¡Quiero eso!- Grite por encima de la música aferrándome a un brazo de Cameron mientras señalaba un gran algodón de azúcar rosado.

Escuche como se carcajeó para casi después llevarme a comprar esa cosa enorme que terminaría tapandome una arteria.

Pero bueno, corro el riesgo ya que no tome alguna pastilla para poder vivir al 100 ya que la que tome antes no sirvió del todo. No me quiero imaginar lo que pasara cuando se me acaben, o cuando los chicos me descubran, siempre terminan sabiendo lo que quiero ocultar.

El parque era considerablemente grande a pesar de que nunca había venido a uno, como era de noche lógicamente estaba oscuro por lo que en todo lugar había pequeñas bombillas de colores que brindaba luz y alumbraban el camino de todos, aunque el lugar donde estábamos estaba atascado a más no poder. Resulta ser que cada cierto tiempo se hace la función de no se que, por eso tanta gente esta esperando fuera del lugar donde se haría.

-¿Están molestos?- Les pregunte a Matthew y a Ian con los que me quede haciendo fila.

Como respuesta obtuve un leve movimiento de hombros, bufé y volví a pellizcar el algodón de azúcar que estaba por acabarse. Vi a Cameron en otra fila comprando algo para tomar y sin decirle nada a los chicos fui con él.

Una avalancha de gente paso enfrente de mi y espere a que pasaran para no morir aplastada, Cameron ya no estaba donde antes y busque a la única persona que no traiga puesto nada más que una camisa blanca.

Le tengo que comprar otro color.

Rápidamente encontré con la mirada a Cameron en unos puestos no muy lejos de donde estaba.

-¡Oye!- Reí al momento de alzar un poco la voz al ver como se alejaba de mi sin verme, era mas que obvio que quería que lo siguiera porque de lo contrario me hubiese esperado.

Deje de caminar y de sonreír cuando Cameron paro dándome la espalda, el algodón de azúcar se cayo y no me moleste en recogerlo, me di vuelta enredandome en mis pies cuando los disparos se volvieron a escuchar y la gente volvía a gritar con más fuerza.

El supuesto Cameron que no era Cameron se giro antes que yo y me dejo ver sus ojos rojos y no los color miel tan bonitos que conocía. La gente estaba histérica cuando la siguiente ronda de disparos se escucho, los gritos de los padres desesperados llamando a sus hijos o los niños llorando por el susto, te empujaban y no me dejaban ir a donde estaban antes Ian y Matthew, la cabeza me comenzó a dar vueltas por culpa de todo el alboroto, las luces de colores se apagaron dejando solo la luz de los postes que si bien no era mucho era suficiente.

-¡Sky!- Escuche gritar a alguien mi nombre y pare para averiguar de donde venía el grito.

-¡Chicos!- Grite pero con todo el bullicio que había ni siquiera yo me escuche.

Una persona a metros de mi me hizo señas, no traía la ropa de los chicos o era yo la que no podía distinguir entre la oscuridad y lo borrosa que estaba mi visión.

-¿Papá?- Dije sin despegar mi vista a aquella figura que sonrió como si me hubiese escuchado desde lejos.-¡Papi!- Solté tapando mi boca y por primera vez en mucho tiempo sentí la necesidad de su abrazo.

De un momento a otro olvide por completo el bullicio que había y corrí hacia donde él estaba.

Sentí la mano de alguien en mi hombro que hizo que me girara, asustada encontré a Nathan que gritaba cosas que no entendía, trate de quitar su agarre de encima mio pero no cedía, gire hacia el otro lado pero mi papá ya no estaba.

Me sobresalte cuando escuche otro disparo cerca y junto con Nathan corrimos mientras tapaba mis oídos por el pitido que se comenzaba a escuchar más fuerte.

-¿Estas bien?-

-¿¡Porque carajo te fuiste así!?- Me grito Ian ni bien había acabado de preguntar Cameron.

Estábamos en el estacionamiento donde la gente estaba desesperada tratando de irse sin atropellar a alguien, trague saliva y mire hacia todos los lados buscando alguna señal de papá pero ya no había nada.

Escuche mi respiración cuando Nathan se agacho a mi altura y tapo literalmente mi cabeza con sus manos para llamar mi atención.

-¿Te paso algo?- Preguntó sin dejar de mirarme. Alce mi cabeza y vi a toda esa gente corriendo percatandome de la situación en la que estaba y que había ignorado por algo que probablemente era producto de las sombras. Asentí con la cabeza en dirección a Nathan quien dejo al instante de ver si tenia algo, espero a que me subiera a la parte de atrás de la camioneta y el subió al mismo tiempo que Cameron lo hacia.

Matthew, quien estaba al volante arranco y salio del lugar lo más rápido que le era posible. Habíamos avanzado un poco y paro en una tienda con prisa, apago la camioneta y giro a verme.

-¿¡Que te pasa!?- Preguntó haciendo la voz aguda.-¿¡Ah!?-

-Matt...-

-¿Tu lo viste?- Susurré arrastrando las palabras y recargandome en Cameron quien paso un brazo por encima de mis hombros abrazandome.

Un silencio inundo el lugar y me arrepentí de haber dicho aquello.

-Al que disparo...- Dije alargando la primer palabra tratando de sonar segura.

-¿Tú si?- Pregunto y negué con la cabeza de manera lenta.

Asintió con la cabeza y volvió a enfrente, prendió nuevamente la camioneta y se puso en marcha.

-Deja de hacer eso...- Murmuré al cabo de un rato cuando me empezó a dar sueño por culpa de Cameron.

-¿Que cosa?- Pregunto y siguió peinando mi cabello antes suelto por él mismo.

-Eso. Haces que me de sueño.- Me queje y el se rió bajito.

-Tu eres la que tiene sueño. No me culpes a mi.- Dijo y continuó peinandome por mucho que lo impedía, de hecho me daba más sueño impedirlo que no.

Cerré los ojos dejandome llevar por sus caricias y sin quererlo del todo me quede dormida a pesar del dolor de cabeza que me mataba o el recuerdo de mi papá de hace poco y mucho tiempo a la vez.

Viviendo con VampirosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora