En cuanto la luz se apago todo fue un caos, no se si por obra divina, de Kya o de los chicos el sujeto que pretendía ser Matthew me soltó, caí en seco al suelo y sin pensar demasiado trate de alejarme de ahí hacia donde estaba los chicos antes de que la luz se fuera, la brisa de alguien corriendo hizo que parara de gatear, me alarme cuando alguien me tomo por la cintura, me tranquilice al saber que podía ser alguno de los chicos yal momento esa sensación fue remplazada cuando me lanzaron hacia alguna pared haciéndome chocar con ella y luego caer en lo que recordaba eran unas cuantas cajas de cartón.
El simple hecho de no ver nada hacia que el miedo se duplicara. Los golpes no dejaron esperar y yo trataba de levantarme de cualquier cosa en donde caí, me empape la ropa al momento de caer y el mismo liquido hizo que resbalará en el suelo.
-¡Vete de aquí Sky!- Gruño Cameron y trate de buscar algo en donde sostenerme pero era inútil. No veía nada y no sabía como alejarme de ahí.
Toque la fría mano de alguien y retrocedí con miedo.
"Yo te ayudo."
La voz de la niña no me ayudó a tranquilizarme pero tenía que salir de ahí, antes de tomar su mano esta defsapareció, sus pasos se escucharon y lo único que podía llegar a ver eran las huellas que dejaban un rastro con poca luz.
A estas alturas no se si sorprenderme o dejarlo pasar. Contuve la respiración y gatee siguiendo las huellas, me pare en silencio cuando lo vi oportuno e hice ruido al caer en las escaleras.
La mano de alguien me ayudó a levantar y no era la de Kya. Antes de tomarla la seguí con la mirada viendo así que era Nathan.
La tome y este rápido me levanto, salimos al pasillo y me abrazo a pesar de que ambos estábamos mojados, un grito retumbo por todo el lugar y después no se escucho nada.
-Lo sentimos.- Dijo Nathan tomando mi cara para verme.- Fue nuestra culpa que llegara hasta acá.- Coloque mis manos en la suyas y me quede helada al verlas rojas, lo solté y retrocedí hasta chocar con la pared lo que hizo que pusiera una mueca de dolor.
Mire mi ropa y toda estaba manchada de sangre.
Alce la vista encontrándome con todos viéndome con preocupación, incontrolablemente hice un puchero y las ganas de llorar se hicieron presentes.
-Ve.- Fue lo único que escuche de los chicos antes de que volvieran al sótano, me descalcé ahí mismo y subí tratando de no manchar nada. Entre al baño y no espere a que el agua de calentará, lo que fue algo idiota de mi parte, deje que el agua hiciera lo suyo y me saque la ropa cuando comenzaba a hacerse pesada.
El cansancio me estaba venciendo cuando tuve que enjuagar por tercera vez mi cabello, temía de que el tinte azul se fuera con otra lavada.
Salí del baño arrastrando mi alma y me deje caer en el sillón.
Ya todo acabó.
No daba para quejarme cuando Ian me abrazo, cerré mis ojos dejando que me dijera cosas sin sentido hasta quedarme dormida en sus brazos.
Mi estómago rugió cuando el aroma a comida inundo el lugar, me acomode apoyándome con los talones y me sostuve de alguien cuando casi caigo.
-Esa, ha sido, la peor, forma de, levantarme.- Mascullo pausadamente Ian dejandome del otro lado del sillón mientras se hacia bolita. Las risas de los chicos sonaron y gire a verlos con una sonrisa.
Me levante haciendo que me doliera todo el cuerpo, me apresure a ir con los chicos mientras Ian aún se seguía quejando porque lo pise donde no debería.
-¡Feliz semana de cumpleaños!- Exclamaron todos de manera cansada. Y no los culpaba, también me sentía así a pesar de no haber hecho nada más que estorbar.
-Eso.- Murmuro Ian desde el sillón.
Sonreí y me acerque a Matthew por ser el quien estaba más cerca ocultando mi cara con mis manos apoyando la cabeza en su masculino pecho.
Deje que las lágrimas salieran mientras que Matt me abrazaba riendo un poco.
-Pero no llores.- Dijo Nathan divertido y negué con la cabeza. Había optado por no sacar a flote el tema de ayer pero era demasiado difícil, en cambio los chicos parecían como si nada hubiese pasado. Ellos hicieron lo imposible por mi y eso sólo me afirmaba que me amaban y no les importaba pasar todas aquellas trabas.
-Dale, el helado se derrite.- Dijo Cameron y descubrí mi cara moqueando un poco ganándome sus caras de asco. Eso no les quito la sonrisa de la cara. Les sonrei tomando aire tratando de tranquilizarme y no hacer más drama por la situación ya que lo veía como tema superado.
Esta era una de esas situaciones donde no sabía si reír o llorar.
El reloj marcaba pasadas de las dos de la tarde, era inicio de semana y parecía que el tiempo se había detenido para nosotros, comimos sin preocupación y hablamos sobre algunos temas sin darle tanta importancia.
Como el hecho de que me entere que la casa tiene algo así como una ¿protección? que se esfumó cuando deje pasar a los gemelos Collins. Cosa que si bien no me aplaudieron lo reconocieron como buena estrategia. Me dejaron más tranquila con el hecho de que acabaron con el clan que los seguía, obviamente no me quisieron dar detalles. Hablaron también sobre retomar el entrenamiento en un futuro para que no me oxidara según Ian, quien también mencionó sobre algunos planes que tenían sobre esta semana, por lo que se ganó un golpe de Cameron.
Nathan y Matthew salieron dejándonos a Ian, Cameron y a mi a cargo de limpiar la cocina que quedo hecho un desastre según Cameron al hacer la comida que no solo era helado, mientras que ellos dos iban por la camioneta. No era de esperar que nos quedáramos dormidos.
-¡Llegaron!- Grito Ian haciendo que saltara de la cama sin saber muy bien por seguir dormida.
Cuando abrí los ojos no había nada de platos o algo parecido. La puerta del cuarto estaba abierta y salí de ahí bostezando.
Entre a la cocina donde solo veía a los chicos apresurados en limpiar y poner los platos en el lavavajillas.
Me acerque a la mesa y sacudi un poco mi lugar para luego sentarme, Ian me gruño y Cameron río negando. Sonreí y me queje cuando tuve que levantarme al escuchar la puerta.
-Si, claro. Yo voy. No se preocupen.- Dije alzando los brazos al ver que el sonido del timbre parecía como si alguien se hubiese quedado pegado.Salí cerrando la puerta de la cocina para darle tiempo a los chicos de ordenar la cocina y no sufrir las consecuencias de Nathan y Matt. Arrestre mis pies llegando hasta la puerta tardandome a propósito aún sabiendo que me escuchaban. Abrí la puerta tallando uno de mis ojos para despejarme, no había nadie así que cerré la puerta frunciendo el ceño.
El timbre se escucho de vuelta y me apresure a abrir la puerta.
-Hay no.- Susurré pasando mi mano por toda mi cara.-¿Que haces aquí?-
¿Saben lo difícil que es escribir con los dedos congelados?
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Viviendo con Vampiros
VampireNo lo dudes. Existen. Aquí nada volverá a ser lo mismo. "¿Quien diría que ser adoptada traería problemas?" 🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃 1• Viviendo con Vampiros 2• Extraños