Capitulo 36

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Estaba a salvo. Por una parte. Por otra creó que prefería el cúter.

Después de mi pequeñisimo trauma Ian propuso algo totalmente idiota.

La feria del terror acababa de abrir sus puertas a no más de una hora de aquí, me negué rotundamente a esta estúpida idea pero al parecer a los chicos les emocionaba. No le veo lo divertido, o sea, sabrán lo que pasará incluso antes de llegar.

¿Que chiste tiene ir así?

Claro, quieren verme llorar. Y me había prometido no hacerlo, por causalidad del destino cambie de opinión cuando faltaba nada de gente en la gran fila VIP en la que nos encontrábamos.

Trate de escapar por debajo de las cintas de plástico que servían de separación pero no lo logre. Ian y Matthew estaban delante mio mientras que los otros dos atrás cuidando que no me fuera.

Era tarde y faltaba todavía para que comenzará a anochecer, aún así la gente que hacia spoiler al salir decía que estaba oscuro a más no poder en ese lugar.

-¡Casi me da un paro respiratorio imbécil!- Grito una chica al salir golpeando a otra que se le veía bastante divertida por la situación.

-Cardiorrespiratorio...- Corrigió la otra protegiéndose de las garras de lo que supongo es su amiga.

-¡No me corrijas estúpida!- Soltó y se le veía bastante alterada.

-¿Ven eso?-Susurré a los chicos y enseguida me miraron aunque solo uno contesto que si. -Me pondré igual o peor...-

-No seas exagerada Sky, será divertido.- Dijo Ian abrazandome.

-¿Para mi o para ustedes?- Dije soltándolo con las manos temblorosas, y eso que aún no entrábamos.- Tal vez me llegue a dar algo, y estará en su conciencia el resto de la eternidad.-

-¿Van a pasar o no?- Dijo el tipo a la entrada viéndonos con una mala cara, negué con la cabeza pero el mundo conspira contra mi porque los chicos gritaron que sí y me jalaron hacia adentro.

-No se si esta sea buena idea.- Murmuré, la única bendita iluminación que tenia era la pulsera fosforescente que no alumbraba nada y solo atraía a los malos, según yo claro. Esto ni a una mosca atrae.

-Esto estará bueno.- Escuche decir a Ian regresandome al frente cuando pise a alguno de ellos.

-Me quiero ir...- Murmuré, el sitio era horrorosamente oscuro con solo poca luz, no sabía si las feas voces eran parte del juego o si estaban en mi cabeza, la luz era demasiado escasa y para acabarla de chingar era de colores lo que me hacia desatinar bastante.

-Vamos, hay gente atrás de nosotros.- Dijo Nathan y me aferre fuertemente a la camisa de Cameron, igual sabia que mentía porque éramos los últimos de la fila en la que estábamos.

-No me sueltes, no me sueltes, no sueltes.- Repetí cuando quiso safarse de mi agarre ya que no dejaba caminar a nadie.-No me suel... ¡AAHH!- Grite cuando el primer coso ese salió del pequeño pasillo haciendo que chocara con la pared contraria, y por si eso fuera poco una mano tomo mi brazo, y no era la de los chicos. -¡SU PUTA MADRE!- Grite y me apresure a correr mientras chillaba con cada cosa que salía o con lo que sea que estuviera colgado.

Escuchaba las risas de los chicos y sentí como tomaban mi brazo, me altere pero no tanto al sentir el gélido contacto, casi al instante algo salio de una esquina y por naturaleza gire cayendo al piso y haciéndome bolita sin dejar de gritar.

"Corre"

Me encogi más al saber a quien le pertenecía aquella vocesilla. Alce un poco la cabeza sin quitar las manos de mis oídos y solté otro grito cuando vi a la pequeña niña en carne y hueso frente a mi, no era una alucinación, ahí estaba.

Como pude me levante de ahí y seguí corriendo jalando a Nathan por el estrecho espacio, pero él parecía no querer acompañarme a mi paso.

Sentí un fuerte agarre en mi muñeca lo que me obligo a solar a Nathan sin dejar de correr.

Lo que resto del camino fue igual o peor, cosas que salían de la nada provocándome taquicardia, las voces que me susurraban cosas que no entendía cerca de mi cara y la niña yendo de un lado a otro.

-¿Que tal eh?-Pregunto Ian después de que salieran muy campantes del lugar.

-Eso, fue, lo más ¡Jodido que me pudieron hacer!- Les grite mientras me tragaba mi corazón porque se queria salir.- ¿Porque carajo hicieron eso? ¿Eh? ¡Por poco muero allá!-

-Lo único malo fue que por poco me quede sordo.- Se burlo Ian y lo mire mal a otro nivel. Me había recargado en una pared tratando de calmarme, aún sentía la respiración de todos en mi nuca y temblaba de miedo.

-¿Nos vamos?-Pregunte adelantandome haciendo como si nada me hubiese afectado.

Se escucharon leves risas y ese feo TIC en el ojo apareció nuevamente. Definitivamente son unos malos hermanos.

Nos dirigimos al estacionamiento y tarde en recordar la ubicación de la camioneta negra, Cameron aprovecho la oportunidad y me tomo por atrás dándome vueltas en el aire.

-No te enojes.- Dijo y me bajo besando mi frente.

Me cruce de brazos y arrebase a Nathan y a Matthew que estaban jugando a golpearse. Ian se quedo a esperar a Cameron y yo solo caminaba hacia la camioneta. Me puse a un lado de la puerta esperando a que ellos llegaran y le quitaran el seguro.

Me hice para atrás y grite nuevamente tapando mi boca cuando una mano chocó en la ventana que tenía enfrente, pero la golpearon por dentro de la camioneta.

-¿Que paso?- Preguntó Matt llegando a mi lado.

-¿Y si nos vamos caminando?- Dije aún con las manos en la boca.

-De hecho, eso íbamos a hacer. Mar necesita algo y le pidió "Exclusivamente" a Nathan y a Cameron llevárselo.- Dijo quejándose abriendo la cajuela sacando no se que cosas, solo esperaba que no aparecería la niña y se lo comiera.

Ian llego del otro lado y saco dos sudaderas suyas, una se la puso él y la otra me la puso en contra de mi voluntad. Igual se veía hermoso porque eran idénticas.

Tenía un pantalón negro rasgado y la sudadera era gris, algunos tonos más oscuros que los tenis que llevaba. Cameron y Nathan subieron a la camioneta y se fueron con una sonrisa en la cara.

-Quiero helado.- Dije y camine a la luces que se veían del centro.

-Esa es mi Sky.- Dijo Ian y paso un brazo por mis hombros mientras Matt se ponía del otro lado.

Caminamos en silencio hacia el súper que me causaba cada vez más ansias sin saber porque.

El súper estaba considerablemente lleno, detuvieron a los chicos en la entrada por tener cara, según los policías, de maleantes, ¡Por favor! Esa es la gracia de sus chinos sin peinar.

Mientras ellos se identificaban y explicaban que eran clientes frecuentes yo me adentre a la tienda guiandome por el letrero de los pasillos hasta encontrar las galletas y luego el helado.

Tranquilamente busque las hermosas galletas que tanto adoraba, la envoltura venia en color morado con las letras amarillas, aún así con esa mala combinación las galletas eran otro cuento, eran de chocolate y venían rellenas de diferentes sabores.

Había tomado dos paquetes de los grandes ya que según recordaba rara vez había galletas de esta marca, gire nuevamente entre los pasillos para llegar a donde estaban todos los productos congelados, había olvidado a los chicos hasta que recordé quien pagaría.

Solté un grito ahogado asustandome nuevamente cuando alguien me jalo hacia él haciendo que tirara las galletas, creí que se trataba de alguno de los dos rulosos pero sabia que me equivocaba cuando taparon mi boca con un trapo mojado, gracias a todas aquellas películas sabía que eso lo usaban para dormir. Contuve la respiración y obviamente aspire un poco de esa cosa, me estaba retorciendo en sus brazos y deje de gritar cuando queria mantenerme despierta, escuche risas y me negué a abrir mis ojos, sentí una punta afilada en uno de mis costados y no pude evitar soltar un grito que por mucho que tuviera el trapo retumbo por el cuarto de servicio donde se metieron dos personas más.

Viviendo con VampirosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora