Desperté en mi cama.
Nada novedoso.
El reloj de la mesita de noche marcaba apenas las 9 de la mañana. Las cortinas estaban cerradas y muy poca luz se llegaba a filtrar en el cuarto.
Me quite las cobijas de encima y me quede sentada pensando en nada y en todo algunos segundos. Me levante y busque ropa para bañarme.
¿Desde cuando duermo mucho?
Un pantalón negro y una blusa de mangas largas y cuello de tortuga en rojo. Entre al baño y me di mi tiempo para relajarme y bañarme como es debido.
Al salir seque mi cabello y me senté en el sillón mientras Pan corría por todo el cuarto.
Estaba ida y no tenia idea del porque. Sacudi mi cabeza y salí del cuarto. Las habitaciones de los chicos estaban cerradas y era demasiado tarde para que sugieran dormidos, por lo que supuse estarían en la escuela.
Dios. Ya ni siquiera se en que día vivo.
Regrese al cuarto en busca de mi mochila donde probablemente estaría mi celular.
Y genial. Estaba y sin batería.
Busque el cargador y lo conecte.
Había dejado la mochila en la mesita que había y se volteo dejando caer el frasco de pastillas el cual rodó por la alfombra.
Una no me vendría mal.
Tomo el frasco mirándolo detenidamente para luego abrirlo y ver pocas pastillas dentro. Suspiro y tomo una, la guardo en mi mano y bajo por agua, la última vez que tome una así, en seco, casi muero.
La casa esta sola y el silencio me incómoda. La pequeña sombra apareció sentada en la mesa de la cocina y me miraba mientras yo tomaba la pastilla.
-¿Que?- Solté irritada porque no me dejaba de ver.
Al parecer se indignó porque se levantó de ahí y camino hacia la puerta de la cocina, la que te saca directamente a la parte lateral de la casa, la maldita curiosidad me hizo seguirla cuando se convirtió en "persona" y salio corriendo rodeando primero la casa hacia el bosque.
Al principio iba a una velocidad normal pero luego comenzó a ir más rápido obligándome a seguirle el paso.
Llegamos al páramo y el oxígeno en mis pulmones escaseaba de una manera sorprenderte. Me recargue en un árbol tratando de regular mi respiración aunque todo lo que sentía se fue al ver el columpio, aunque con todo lo que ha pasado subirme a jugar ya no parece tan divertido.
Mi vista recayó en el kiosco donde todas las sombras estaban paradas al rededor por la parte de adentro, las ignore como dijo Matthew y fui al columpio a sentarme, los pies me colgaban y las cuerdas estaban un poco gruesas.
Mis ojos se comenzaron a cerrar debido al sueño repentino que me dio, probablemente la pastilla de hace un momento. Tente los bolsillos del pantalón por detrás cuando algo me molestaba al acomodarme bien en el asiento del columpio.
Dos pastillas. No recuerdo haberlas puesto ahí. Alce la cabeza viendo el bonito kiosco que ahora se veía feo y oscuro, a excepción de los ojos rojos, esos seguían apareciendo hasta en mis sueños o en las noches en mi cuarto en una esquina o en el espejo.
O en cualquier lugar.
Me tome las pastillas en seco una por una para no morir por asfixia esperando que esta vez hicieran el efecto que queria y no el que ellas deseaban.
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Viviendo con Vampiros
VampirgeschichtenNo lo dudes. Existen. Aquí nada volverá a ser lo mismo. "¿Quien diría que ser adoptada traería problemas?" 🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃 1• Viviendo con Vampiros 2• Extraños