—Cuidalo con tu vida.— Repetí por cuarta vez a Emily quien me quitaba el collar cuando tuvo la oportunidad.
—Puff, tranquila, dejalo en mis manos.— Dijo pero eso no me dejaba para nada tranquila.
Cada una de nosotras se fue a su respectiva última clase e imploraba que no perdiera el collar y que lo arreglara ese mismo día, para que mañana me lo diera sin falta.
—¡Hola!
—Uh, Hola.— Salude a Ángela, sí, la que había envenenado todo con alcohol.
—¿Te sientes mal?— Preguntó sentadose a mi lado.
Era la octava vez que me preguntaban eso.
—No, no pude dormir bien anoche.
Y no me culpen a mi, culpen a Pedro quien me mantuvo despierta hasta tarde mientras hablábamos por mensajes.
—¿Qué es eso?- Volvió a preguntar y me contuve a rodar los ojos ante su insistencia de querer conversar.—¿Te drogas?
—¿Qué? No, es un moretón.- Dije mirándola con de una forma rara.
—Oh, se que es un moretón, se parece a los que se hacen cuando te inyectas droga.— Comentó y saco su libreta cuando la profesora entró al salón.—Esto te ayudara a mantenerte despierta.— Dijo después de que reprimiera un bostezo tendiendome un frasco amarillo.
¿Droga?
—Puedes quedartelo.—Insistió al ver que no lo recibía.— Ayuda para muchas cosas, te quita el sueño y cuando lo requieres te ayuda a dormir.
—¿Todo?— Pregunte recibiendo el dichoso frasco casi entero y sacando una.
—Sí, mi papá es doctor, tengo mas recetas en casa.—Se burló.— No tienes que preocuparte, no son dependientes.
Asentí con la cabeza y después de ver como ella se tomaba una yo tome dos.
—Bueno, como no se nos olvida el pequeño incidente del viernes el castigo será toda la semana para que sepan que esas cosas no se hacen.—Dijo la profesora reprochando lo que habíamos hecho.— Y como se que algunos se pasaran de listos el castigo se llevara a cabo la ultima hora de toda esta semana, si me llego a enterar que no están cumpliendo o faltan en el transcurso, se aplicara doble castigo. Bien, si prestaron atención, que dudo que lo hallan hecho, en el pizarra esta la tarea asignada de cada uno de ustedes. Y no quiero peros... ¡A trabajar!
Entre quejas de todos nos dirigimos a la pizarra donde había listas pegadas con el nombre de las parejas ya asignadas, y para colmo me tocó con la que regala drogas.
—Esto no es tan difícil como pensé.—Dijo Ángela guardando lo que ocupamos en el cuarto del conserje.
—Lo dice quien solo miro cuando limpiaba las gradas.— Le gruñi al recordar que yo había hecho todo el trabajo, aunque me daba algo de remordimiento decirle que las moviera cuando me había regalo un frasco entero de pastillas que te hacen feliz.
Nos dirigimos a la salida donde pasando donde algunas parejas seguían tallando sillas para quitar todo aquel rastro de chicle pero no vi a Sam por ningún lado, mucho menos de Pedro.
—No se te ocurra decirle a alguien sobre eso.—Dijo Ángela y por primera vez desde que comenzamos a caminar le preste atención.—Es un secreto.
Asentí con la cabeza, no estaba dispuesta a que me quitaran lo único que por el momento hacia que me sintiera al 100.
—¡Pulga!—Escuche gritar a Nathan pero cuando gire fue demasiado tarde porque él ya me había alzado en aire para comenzar a dar vueltas a lo que reí e internamente agradecí que hoy llevara pans y no falda.
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Viviendo con Vampiros
VampireNo lo dudes. Existen. Aquí nada volverá a ser lo mismo. "¿Quien diría que ser adoptada traería problemas?" 🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃 1• Viviendo con Vampiros 2• Extraños