-Espera... Ustedes son los de las cartas ¿No? Las que venían con las fotos.- Pregunte pero al parecer nadie los podía sacar del pequeño trance en el que entraron.-¿Están bien?- Insistí cuando realmente no los veía respirar.
Me levante del sillón y me di cuenta de que llevaba puesto el uniforme de algún colegio. Iug.
-Hey.- Dije y trone mis dedos frente a sus caras, cabe mencionar que tenía que ponerme de puntas para alcanzarlos.
-No es divertido.- Dijo uno de los dos rulosos y no pude evitar soltar una risita.
-No te recordaba tan serio.- Le dije girandome para seguirlo con la mirada.- ¿Matthew? ¿Si no? Tú eres Ian.- Dije recordando cuando el segundo me daba helado de menta a escondidas de los demás.
-¿Estas bien?- Pregunto el rubio y asentí con una sonrisa. La última vez que los vi tenía alrededor de 8 años. Y siguen igual.
-Si esto es una broma por evitar el regaño no es gracioso.-
-¿Regaño?- Pregunte frunciendo la frente tratando de recordar a lo que se referían.
El chico de los ojos verdes paso su mano por su cabello y el rubio se oculto entre sus manos. Luego ambos se fueron a sentar a la sala con Matt.
-Joder. Dime por favor que estas jugando.- Pregunto Ian sacudiéndome por los hombros y negué con la cabeza alzando una ceja.
-¿Porque debería de estar jugando?- Pregunte y me recargue en el respaldo de uno de los sillones viendo a todos sentamos en uno solo.
-Dale Pulga.- Sonreí.
-Nathan.- Dije recordando su nombre.- Como extrañaba ese apodo.- Dije más para mi que para ellos rodando el sillón para luego tumbarme en el.
-¿Extrañabas? Vengo diciéndote así desde que llegaste.- Exclamó el castaño haciendo voz chillona con lo último.
Me incorpore en mi lugar y no pude borrar de mi cara una sonrisa. Ya los extrañaba.
-¿Desde que llegue?- Pregunte y solté una risa tratando de no convertirla en carcajada.-No ha pasado ni una semana.- Les recordé y volvieron a su estado de shock.
Rodé los ojos y busque mi mochila donde estaría mi teléfono, antes de sacarlo uno de los chicos me tomo del brazo, su agarre estaba firme y helado. Como siempre.
-Cam.- Dije recordando como le decía porque su nombre era demasiado largo para mi en ese entonces. Antes de que dijera algo me safe de su agarre y lo rodee por la cintura dándole un abrazo, el cual tardo en responder.
Se escucho la puerta abrirse y aleje un poco a Cameron de mi y parecía no querer soltarme.
-¡Tío Peter!- Salude corriendo a donde estaba, a diferencia de los chicos comenzó a reírse devolviendome el abrazo.
-Cielito.-Me dijo en burla y arrugue mi nariz sin evitar la sonrisa.- ¿Es fantasía cierto? No digo que no te quede bien, el problema será cuando no te dejen entrar al colegio.- Comentó refiriéndose a el cabello.
-Da igual. Vamos entrando a vacaciones.- Dije encogiendome de hombros y regrese a buscar el teléfono.- Ni siquiera se porque tengo uniforme.- Reclame viendo nuevamente la falda en algún color como guinda.
-¿Como de vacaciones?- Pregunto Peter y rodé los ojos ante la laguna mental de todos en esta casa.- Van a la mitad.-
-Da igual.- Repetí tomando el celular.- Hablare con mamá ¿Mando sus saludos?- Pregunte yendo a las escaleras.
-Sky, espera.-
-¿No? Bueno, igual se los mando.- Dije buscando su número entre los contactos encontrando varios registrados que no conocía.
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Viviendo con Vampiros
VampireNo lo dudes. Existen. Aquí nada volverá a ser lo mismo. "¿Quien diría que ser adoptada traería problemas?" 🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃 1• Viviendo con Vampiros 2• Extraños