¿CÓMO DEMONIOS SE TE PIERDE VISIÓN?
Bucky Barnes.
-He aquí yo con un nuevo episodio de... *redoble de tambores*... ¡Clases del mundo moderno con Bucky y Visión!
Espero lo disfruten.
...
—¡Buck...! —gritaste, entrando a su habitación sin avisar. Aunque tus palabras quedaron a mitad de camino con la visión de su cuerpo... sin camisa... caminando con una toalla blanca alrededor de su cuello... fue su bienvenida. Y qué bienvenida.
La última vez que lo habías visto así, follaron, pero no te habías tomado el tiempo de contemplarlo con calma, silenciosamente y sin prisas. Era maravilloso, no brillaba como Edward Cullen, pero tenía más músculos que el vampiro. Muchos más.
Ibas tan absorta en tu estudio-sobre-el-cuerpo-de-un-anciano, que ni siquiera notaste que alzó una ceja ni que había carraspeado más de tres veces, seguías mirando fijamente esa cuerpo esculpido, sus seis cuadros en su estómago... ¿era humano esa bestia sexual?
—¿Se te ofrece algo? —sus palabras salieron entre una bruma, una que envolvía tus oídos. Sacaste tu lengua y relamiste tus labios—. |t/n|.
—Así me llamo —balbuceaste, de vuelta en ti—. Hola, ¿qué hago aquí? Ah, sí, venía a invitarte a una excursión con Visión.
Él se quedó quieto en su sitio y te miró. Malditos ojos.
—¿Qué?
—¿También me admirabas y te quedaste sordo? —reíste y te acercaste a él—. Te dije que iríamos a una excursión al Central Park con Visión, quiero que nos acompañes.
—¿Planeas llevar a Visión al Central Park? —se mofó, su tono era divertido, aunque no hubiera rastro de sonrisas en su expresión—. ¿Y si te pillan los animalistas argumentando que llevar a pasear a tu orangután es ilegal, qué harás?
—Te lanzaré a ti para que los aniquiles y seremos todos felices para siempre. ¡Vamos! —tomaste un paso más cerca de él y batiste tus pestañas—. ¿Sí?
Sacó su lengua y lentamente... lentamente, realmente; lentamente, relamió sus labios. El brillo sobre sus labios carmesí te dejó plantada allí, sobre las nubes o lo que fuera lo que sintieras bajo tus pies. ¿Y qué hablar de tu interior? Estabas segura que el cosquilleo en tu estómago bajo no era obra de satán ni de la pizza que habías comido antes. Era él.
—Iré. Está bien, pero me debes una —la comisura de sus labios se dispararon hacia arriba—. Y sé exactamente cómo me pagarás.
Temiste preguntar.
—¿Cómo?
No pudiste evitar caer en la tentación de la curiosidad.
Bucky abrió la boca y así la mantuvo, con la quijada en alto. Ahora fue él quien se acercó a ti. Te temblaron las manos, sentiste el sudor envolviéndolas y tuviste que pasarla por tus jeans. Se te secó la boca, tragaste saliva. Fuiste consciente de todos los cambios de tu cuerpo, incluyendo tus pezones, que se apretaron y, dolorosamente, rasparon contra al tela de tu camisa.
—Sólo te diré... —murmuró con un tono más ronco—, que espero que consigas mucha energía a lo largo del día. Que acumules todo para esta noche, porque te juro que no te dejaré dormir.
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Imaginas • Sebastian Stan
FanfictionImaginas de Sebastian 'perrito rumano' Stan y tú-. → Si eres nueva, ¡bienvenida a los relatos de mi desordenada cabeza, espero que tengas buen viaje desde aquí hasta que te canses! Si ya habías pasado, pero no te has quedado y la curiosidad te mató...