Boxeadora 3'ra Temporada "Hot"©™Completa

Capítulo 64"Desayuno contigo"

Terminé de poner las cosas en la bandeja y regresé a paso lento para no volcar nada,entré a la habitación y luego con el pié cerré la puerta,apoyé la bandeja en la cama y acaricié su cabello, abrió sus ojitos y sonrió adormilada.

—Buen día cielo,traje el desayuno, espero que te guste —comenté alegre mientras me acercaba. Me abrazó y me robó besos que me produjo ternura.
Luego se sentó y puso más de cerca la bandeja, tomó su taza de té con leche y me miró sonriente.
—Has traído muchas cosas para comer —tomó una galletita y le dio una mordida.
Me senté detrás de ella y besé su cuello mientras acariciaba su vientre por encima de su camisón gris.
—Muchas cosas no traje,solo el frasco de mermelada,las tostadas, las galletitas con sabor a coco,las flores decorativas, las tazas de café y té y claro como iba a olvidarme de tu antojo—besé su mejilla y reí— óreos con crema has dicho entre sueños.
Empecé a reír mientras la miraba comer las galletitas mientras cerraba los ojos y luego sonrió mientras se saboreaba al pasar la lengua sobre los labios.
Tragué saliva y tomé mi taza,me puse en mente a terminar el desayuno y luego la miré fijo al ver como acariciaba mis piernas,empezó a reír y no sabia que decir,porque estaba con un gran problema que me pasa cada vez que estoy mirándola muy detenidamente.
Se alejó y dejó la bandeja encima de la mesa de luz,y mientras hacia eso estaba a cuatro patas sobre la cama, mi mirada fue a parar directamente a su trasero viendo que el camisón se le subía bastante.
—Ya cumpliste mi antojo—empezó a decir mientras volteaba lentamente, sonrió perversa y se acercó lo bastante para dejarme ver su escote— ahora quiero saber que se te antoja a ti—susurró en mi oído mientras me quitaba la taza y la apoyaba en otra mesita.
No reaccionaba, solo la miraba con los ojos entrecerrados y mi respiración hablaba por si sola.
—De acuerdo.... te ayudaré yo —descruzó mis piernas y pasó sus manos por mi bóxer haciendo que tensara los músculos de mi estómago, luego sonrió y me lo quitó mientras levantaba un poco.Suspiré al sentir su mano acariciarme mientras besaba mi cuello y luego mordí mis labios al sentir que besaba mi oreja,no aguanté más y apreté su trasero con fuerza mientras la miraba con los ojos entrecerrados, levantó las cejas mientras me miraba divertida y luego le quité su camisón, besé su hombro y luego acaricié su espalda mientras ella seguía estimulándome.Me hizo acostar y se subió encima mientras acariciaba mis brazos,sonreí y pasé mis manos por sus pechos mientras movía las caderas buscando más contacto, sonrió mientras se ataba el cabello y luego me besó mientras la abrazaba, la giré y me puse encima para pasar a besar su cuello mientras acariciaba sus piernas,las enredó en mi cintura y sonreí mientras bajaba mi cabeza,iba a estimularla hasta que escuché que golpeaban la puerta de la habitación con algo de furia, gruñí y me apoyé sobre mis codos mientras la miraba fijamente.
—¿Quién es?—preguntó Sarah partida de risa por la situación.
—Soy Mamá,abre la puerta, quiero hablarte de algo— dijo Sandra un poco angustiada por algo que le habrá pasado—la puerta estaba mal cerrada.
Rodé los ojos y le quité la ropa interior mientras la miraba con perversión,Sarah negó con la cabeza sabiendo lo que haría y reí por lo bajo.
—¿Cariño me escuchaste?, debo hablarte de algo que me sucedió ésta mañana —volvió a decir su madre y acerqué mi rostro mientras separaba un poco más las piernas de mi novia.
Puso las manos en mi cabeza tratando que no me atreviera a ser una pervertida en una situación como ésta, pero cuando empiezo llego hasta el final del asunto.
—No Pao,está mi madre— susurró y luego puso los ojos en blanco cuando di una lamida,seguí estimulándola con ganas hasta que la sentí tensar sus piernas,mordió sus labios y luego respiró entrecortado mientras sostenía mi cabello, sonreí y luego me levanté demostrando que se había acabado el juego del desayuno.
Tomé una toalla y me cubrí la cintura, reí y luego me acerqué para besarla.
—¡Dejen de coger y hablen con ésta pobre vieja!—Exclamó ahora mi suegra un poco dolida porque la habíamos ignorado.