Boxeadora 3'ra Temporada "Hot"©™Completa

Capítulo 65"Un tiro en la frente.."

Me levanté y aún sosteniendo la toalla cubriendo mi cadera me acerqué a la puerta,la abrí y pude ver a mi suegra mirando a mi notable erección, me reí y luego ladié la cabeza mientras la miraba fijo.

—¡Madre despierta!— gritó Sarah un poco molesta porque nos habían interrumpido.
—Yo...lo siento —se hizo a un lado y me dejó pasar,sonreí y me alejé lo bastante para luego entrar al baño,preparé la ducha y una vez que estuvo el agua caliente como me gusta me quité la toalla y entré a la bañera,me senté y apoyé la cabeza en la pared mientras sentía las gotas caer sobre mi frente, suspiré y me relajé mientras cerraba los ojos.

Estuve un rato descansando los músculos en el agua caliente hasta que alguien me sacó del trance. Abrí los ojos y puse una cara de terror mientras veía un arma apuntándome.Ella me miraba fijamente, sin parpadear y estaba con una idea loca pasar por su cabeza.
Me cubrí la boca y luego sollocé.
—Por favor...no me hagas nada— dije angustiada.
Negó con la cabeza y sonrió como una cínica.
—No te haré daño Pao...levántate y vallamos a dar un paseo— Contestó Alex mientras me seguía apuntando con el arma.
Asentí y me levanté de la bañera,tomé un pantalón de algodón y me lo puse,que rápidamente absorbió el agua de mi cuerpo por no haberme secado,pero eso ahora no importaba. Me tomó del brazo y me sacó a rastras del baño,me hizo caminar delante de ella y puso el arma en mi espalda.Apenas llegamos al living me asusté al ver a Sarah y a mi suegra atadas sobre unas sillas y con la boca tapada con una cinta, sus caras estaban cubiertas de lágrimas y sudor por los nervios que debían sentir.
Me giré y miré directamente a esos ojos llenos de furia.
—Por favor no les hagas daño, ellas no tienen nada que ver, tranquílizate,respira hondo cariño—hice unos pasos y puso el arma en mi pecho mientras apretaba los dientes.
—No te muevas,no te me acerques,te haré sufrir por lo que me has hecho —comentó angustiada y bajé la mirada.
Empezó a caminar de un lado a otro y luego se sentó en una banqueta de la cocina.
—Sarah yo era muy feliz con Paola,y eso siempre te molestó, siempre buscabas la maldita manera de aparecer en nuestras vidas,te detesto con toda mi alma—caminó hacia donde se encontraba mi familia y les apuntó —debería matarte,pero no voy a desperdiciar balas—negó con la cabeza y sonrió —me miró fijamente y se acercó bruscamente, puso el arma en mi cuello y sonrió.Luego me hizo arrodillar y tragué saliva.
—Por favor,déjalas libres,no tienen la culpa de nada,yo fui la que cometió un error —sollocé y miré a Sarah que estaba agitada.
—ya lo sé,es por eso que las retengo allí amordazadas, quiero que vean todo lo que te haré —sonrió y luego inspiró hondo—di que lo sientes, que estás arrepentida de todo el mal que me has hecho, debería darte vergüenza haber abandonado a tu familia —comentó angustiada y mordí mis labios mientras miraba al suelo.
—Lo siento mucho de verdad,debes tranquilizarte ¿sabes?,no debes estrésarte, estás embarazada y debes cuidarte —dije sollozando mientras sentía una opresión en mi pecho.
Rió a carcajadas y luego apuntó el arma sobre mi frente.
—Te mereces un tiro,debería ver como te ahogas en tu sangre —sonrió y luego quedó seria—jamas te importó mi embarazo, maldita vagabunda —susurró de cerca y comencé a llorar mientras temblaban mis labios.
Escuché gruñir a Sarah y Alex se volteó a verla.
—¿Qué sucede?,¿quieres defender a tu chica?,¡jamás te amará como lo hizo conmigo!, ¡jamás!—gritó mientras se acercaba.
Me levanté y corrí hacia donde estaba,la tomé del cuello le quité el arma,luego la tiré al piso y apreté su cabeza para que no se moviera.
—¡Maldita lunática!,¡ ya no te conozco!, ¡eres una enferma!,¡deberían internarte!—grité en su oído provocando que sonría sin importarle lo que realmente había sucedido.
Puse sus manos hacia atrás y se las até con la soga del perro que seguramente Sofia olvidó guardarla en su sitio.
Me levanté y desaté a mi suegra y luego a mi hermosa mujer que no dejaba de llorar, le quité la cinta de la boca y me abrazó mientras lloraba con mucho miedo.
—Paola me asusté mucho, no quería perderte —dijo Sarah en voz baja mientras acariciaba mi rostro.
—No vas a perderme, jamás, y yo tampoco pienso perderte —la besé y luego seguí acariciando su espalda para tranquilizarla.
—Nunca te amará como lo hacia conmigo, nunca te amará como lo hacia conmigo— repetía una y otra vez Alex mientras miraba fijamente hacia un punto fijo del comedor.
—Los de la institución mental estarán muy agradecidos por probar nuevos medicamentos en una persona estúpida como tú —Dijo mi suegra un poco agitada mientras se sobaba las muñecas a doloridas.