"Soy Paola Rodriguez, Ex Boxeadora campeona, y ahora tengo mi propio gimnasio,donde entreno a aquellas personas que quieran ser boxeadores profesionales, ¿qué más puedo pedir?
Tengo casa,hijos y me he vuelto a casar,sí, difinitavemente soy feliz,s...
Sollocé y me levanté del piso,ella me miraba furiosa y la podía entender.Le había hecho tanto daño que pensaba que al menos se quedarían conmigo.En verdad no quiero que se alejen de mi.Son tan importante como mi otra familia.Yo cometí el errores elegir a quien una vez me decepcionó, y quien salió herida fue otra persona, ya no hay vuelta atrás, aún así quiero dar el último paso. Me acerqué e intenté besarla a la fuerza por lo que me gané una bofetada que me hizo doler el maxilar,me empujó y luego dejó un puñetazo en mi pecho con mucha rabia. Nos quedamos mirando y luego me pasé las manos por el cabello húmedo de la lluvia.
—¿Quién te crees que eres para jugar conmigo?¿uh?,¿no te fue suficiente engañarme, humillarme y sobre todo burlarte de algo tan serio y doloroso como lo es perder un hijo?—se acercó y me señaló con el dedo mientras apretaba los dientes —no vuelvas a besarme,no puedes estar con dos personas al mismo tiempo,a otros les funcionará, pero eso no va conmigo,no te equivoques, yo siempre fui la primera opción y ahora...—sonrió y se limpió las lágrimas —ahora no seré la segunda,¿me escuchaste Paola?—Comentó Alexandra angustiada.
Bajé la cabeza y encorbé los hombros mientras empezaba a llorar.
—De acuerdo,ya entendí...pero no se vallan —respondí angustiada mientras pasaba la punta de la zapatilla por el parquet de madera. —¿Me estás jodiendo?,me ves la cara de estúpida ¿o qué?—frotó su rostro con impaciencia y se apoyó contra la pared —me voy Paola,es decir..nos vamos,mi hija y yo comenzaremos una nueva vida,lejos de ti, de tu falta de respeto,comprensión y sobre todo por tu ignorancia —comentó seria mientras se cruzaba de brazos. —Querrás decir nuestra hija,tengo derechos,así que me dirás a que lugar se irán y todos los fines de semanas iré a visitarla, porque así se acordó mediante el divorcio y si no te calmas te quitaré la custodia y mira que hablo enserio,se supone que me amabas, y lo que veo aquí es burla,te burlas de lo que soy,de lo que fui, quizás.. —miré a la bebé que hacia puchero mientras caían sus últimas lágrimas, luego de haber llorado por minutos.—quizás no debí conocerte ¿sabes?,todo esto me pasa por no haberte conocido con más tiempo,de echo eramos tan calientes que al segundo mes de matrimonio ya estabas embarazada..Alex ya no te reconozco,en verdad me duele, pero quiero que sepas que no vas a manejar a mi hija a tu antojo, o me la dejas ver o te juro que tu mundo se viene a pique, te lo juro por todos los dioses boxeadores que me protegieron en cada pelea—respondí furiosa mientras la señalaba. Sonrió burlista y levantó los hombros, fingiendo no importarle. —Ya veremos Pao,de verdad que no te creo nada,no lo creo—respondió sonriente provocando que le haga frente mientras apretaba los puños. Ella lo notó y levantó la cabeza,fingiendo fortaleza. —Hazlo Pao,me levantas la mano y te quedas sin Emma— susurró mientras me miraba fijamente. Sentí un pinchazo en el pecho y comencé a agitarme,me apreté con una mano y caí al suelo de rodillas. La miré e intenté sostener su vestido pero se alejó. —Mis...mis pastillas...mierda—hablé entre cortado mientras bajaba la cabeza. Se alejó un momento y luego regresó a mi lado. —¿Quieres tus medicamentos?¿eso quieres Paola?,Ok—vi como tiró todo el recipiente al suelo y comencé a estirar mis brazos tratando de alcanzar alguna pastilla para tomar —ahí las tienes maldita, come del piso, ¡te odio!— gritó mientras comenzaba a aplastar las píldoras con su zapato,quedando solo el polvo blanco de ellas. Gruñí y tomé dos antes de que las pisara,me las metí en la boca y las tragué mientras me sentaba en el suelo,con la espalda contra la pared. —Maldita...por eso elegí a Sarah y no me arrepiento ¿sabes?,con ella estoy completa y no me hace falta nada,jamás le llegarás a los tobillos,y la amo con toda mi alma,daría mi vida una y otra vez por ella,porque somos almas gemelas y nadie nunca podrá cambiarlo— comenté agitada mientras trataba de calmar mis leves temblores y sudor excesivo. Pasó la lengua por sus labios mientras sonreía y asintió mientras se cruzaba de brazos.
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