Cuando las diferencias solo te acercan más y el amor de tu vida puede ser ese con el que tanto te gusta pelear.
Ellos se conocen, no hay feeling, pero al final no pueden vivir uno sin el otro.
Conoce esta linda historia, recordando como una vez este...
Liam me ofreció ir a su casa, y todos terminamos ahí. Colchones en el piso, galletas y chocolate caliente. Ese era mi pedido. Desde chica el antídoto para los bajones anímicos era una taza de chocolate caliente y acurrucarme en la cama. Hacerlo con amigos y sentirme acompañada era mucho mejor que eso.
Las chicas habían accedido a quedarse y nos prestaron ropa de ellos para poder salir de los vestidos que esa noche llevábamos. Tomé yna de las camisas que ofrecieron y me puse cómoda.
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Conversamos mucho, reímos y olvidé por completo el episodio vivido hace unas horas atrás.
Poco a poco y de a uno fuimos quedando dormidos. Pero de repente un ruido me despertó. No era una noche para bajar la guardia, aunque estuviera rodeada de todos ellos. Quise esconderme, quise desaparecer. Estaba asustada y traté de agudizar mi oído para detectar cualquier otro sonido que me indicara que otra persona estaba allí.
Escucho pasos y llaves caer. Alguien se acerca y me asomo despacio entre las frazadas, intentando protegerme.
-Como estás? - dice una voz que ya conozco y puedo distinguir tan bien.
-Casi muero del susto - digo saliendo un poco más de mi escondite entre Naill y Harry. Ellos dormían plácidamente.
-Ni que fuera un monstruo - dice y sonríe.
-Por momentos me das miedo realmente... qué hacés acá?
-Sentí que era acá donde debía estar - dice y agrega - Bonita yo... lo siento tanto - parecía preocupado, arrepentido... Algo se mueve dentro de mi pero lo ignoro.
-Y por qué? Por pensar mal de mi, por dejarme sola o por seguir detrás de cada rubia tonta que se te acerque - mi miedo desaparecía y la necesidad de él crecía a medida que sus ojos se fijaban más en mi.
-Por... todo? Podrías perdonarme por todo lo que hice mal esta noche? - pregunta finalmente.
-Claro, para eso son los amigos - le digo y quiero dar por terminada esta conversación.
-Mia, nosotros no somos amigos - asegura.
-Compañero entonces - lo provoco. Sé lo que todo esto le molesta, porque a mi me genera lo mismo. Pero no dejo de notar que por primera vez me llama por mi nombre y aunque parezca extraño, no me siento bien con eso.
-Ok... si así querés que sea... - dice - me cansa esta situación. Solo quise estar acá por si me necesitabas y veo que... podés dormir tranquilamente sin mi - de qué habla? qué le hace pensar a él que todo esto se compara con el dormir entre sus brazos? Qué idea tenía de mi?
-Gracias.. quedó chocolate y algunas galletas en la cocina si querés - intento cambiar de tema. No voy a darle el gusto.
-Claro chocolate y galletas.. que bien compañera! - dice irónico y se dirige a la cocina.
