Cuando las diferencias solo te acercan más y el amor de tu vida puede ser ese con el que tanto te gusta pelear.
Ellos se conocen, no hay feeling, pero al final no pueden vivir uno sin el otro.
Conoce esta linda historia, recordando como una vez este...
Entre besos y caricias se quedó dormida. Sentirla en mis brazos era el maldito cielo. Amaba a esta morocha más que a nada. Si lo pienso, no logro entender cómo pudo entrar en mi vida de esta manera, tan fuerte, tan grande, arrasando con todo y quedando solo ella como centro de mi vida. No podía prestar atención a nada más. Mía era mi todo desde el día en que la conocí, cuando se negó a que la acompañara por bebidas revoleando sus ojos cafés y poniendo distancia. Desde ahí no pude sacarla de mi cabeza.
Cuando recibió el primer llamado en mi presencia y tomó mi mano pidiendo ayuda, cuando dormí con ella la primera vez , cuando la besé o me besó o... cuando la sentí. Había cambiado mi forma de ver y sentir. Mi música era otra ahora, el sonido de su risa, su voz...
Y así sin más, agarré mi libreta y comencé a escribir. Canciones de amor, canciones con miedo a perder ese amor, canciones de no saber qué sentir... Aparecían frases, palabras y el sabor dulce de sus besos volvía a mi a cada instante. La amaba. No tenía dudas. La amaba y me iba a encargar de cuidar todo esto. Tenía que hacerlo, por ella, por mi, por lo que siento.
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Narra Mia
Desperté de repente sintiendo miedo, vacío. Abrí los ojos y me encontré en el sillón de mi casa, pero algo me faltaba. Busqué y sin necesidad de moverme, lo escuché tararear una melodía. El sonido dulce de su voz venía de la cocina. Creo que nunca un sonido removió tantas cosas dentro de mi. Con solo escucharlo mi estómago se contrae, sé que está cerca y la necesidad de verlo crece.
Sonrío sola desde mi lugar, sin moverme, me gusta lo que escucho. Después de todo, él está acá, conmigo. Dónde habrá dejado su faceta de mujeriego? sus frases seductoras sacadas de una revista de conquistas? Dónde quedó el Zayn que conocí una noche, tan libre y seguro de sí mismo, del que quise escapar luego de la primer mirada. Sabía que no sería fácil, sabía que ese moreno de mirada miel y pestañas enorme, tarde o temprano me atraparía. Hoy me gusta estar atrapada, me gusta saber que puedo dormir en sus brazos.
Lo veo asomarse, como para chequear que sigo dormida. Le sonrío recostada en el sillón.
-Despertaste! Te preparaba algo de comer. Pensé que tendrías hambre - dice con una sonrisa acercándose a mi. Deja un beso en mis labios y me mira esperando alguna respuesta.
-Pensaste bien - Intento levantarme para ir con él a la cocina y el dolor de mis costillas es muy fuerte. Hago una mueca y su cara refleja pánico, enojo y culpa.
-Mierda!, no, no te muevas - dice corriendo hacia mi para sostenerme.
-Tranquilo, puedo levantarme, tengo que hacerlo - intento tranquilizarlo.
-No puedo evitarlo, como tampoco las ganas de matar a ese hijo de....
-Tranquilo... estoy bien, si?
-Te veo así y no puedo dejar de pensar en lo que te hizo y lo que hubiera hecho y me enojo, con él, conmigo...
-No con vos Zayn... no tenés la culpa de lo que pasó. Te amo... Vas a cuidarme no? - él asiente con la cabeza - Entonces solo abrazame y no me dejes sola... por favor?
