Amor a Segunda Vista -Zayn Malik EDITANDO....

47: Despertar

Narra Zayn

Despierto de la oscuridad y todo es blanco. El ruido de las máquinas me aturde, el olor a hospital me marea y el dolor de mi cuerpo me sacude.

Intento moverme y registro que será imposible. El imbécil ese si que se salió con la suya... Me giro y observo a mamá conversando con un doctor. Hago un sonido con mi garganta, tengo sed y no tengo ganas de hablar.

-Oh hijo! -dice mamá acercándose rápidamente - Zayn por Dios, cómo estás?

Ella y el doctor me cuentan lo ocurrido y caigo en la cuenta que dormí un día completo o más. Los chicos vienen a verme en la tarde y parecen contentos. Como si no me vieran desde hace siglos. Me hacen reír un rato, como puedo y cuando es la hora de la cena se van. Nadie habló de ella. Sabrá que estoy acá? Se habrá preocupado por mi? Estará bien?

La puerta se abre y mamá automáticamente sale de la habitación. Giro mis ojos y ahí está. Morocha, ojos cafés... bonita... perfecta... solo ella.

-Qué hacés acá? - pregunto desconcertado y mi voz sale a reproche, no sé por que.

-Solo quería estar segura que te encontrabas bien... - dice dudando y la veo bajar la mirada. Un gesto más que dulce en ella.

-Ya me viste. Estoy bien - digo frío, intentando mantener distancia y molesto por los recuerdos de la última noche que vuelven a mi mente, por haber pensado que era diferente y después verla besarse con alguien más. Mia no puede tener ese efecto en mi. Comienzo a odiarla por eso.

-Perdón, no quise molestar... yo.... - se pone incómoda y comienza a moverse para irse - Lo siento...

-No, yo... perdón... no sé - digo incómodo, no quiero que se vaya - Gracias por preocuparte. Estoy bien - aseguro, aunque aún puedo sentir el dolor en todo mi cuerpo, ella hace que lo olvide todo.

-Me alegra escuchar eso, aunque tu cara no se ve tan bien - sonríe y mi estómago se aprieta. Es una sonrisa suave que muestra un brillo diferente en su rostro.

-Espero no haber perdido mi encanto - digo intentando aflojar el ambiente levantando la cejas.

-No creo que eso sea posible. Nunca... - asegura. La miro y sus mejillas toman un color rojizo - bueno... tengo que irme - y el gesto que viene a continuación lo conozco tan bien, pero en esta oportunidad me desarma por completo. Quisiera ser yo quien mordiera su labio.

-Gracias por venir -digo. No sé que más decir. Ella es hermosa, miles de hombres morirían por estar a su lado y yo perdí mi oportunidad. Aunque la quisiera de vuelta. Más allá de los golpes y el dolor que estoy sintiendo en este momento.

-No podría no hacerlo - dice y me pierdo en el movimiento de sus labios - Sos... importante para mi - susurra y mi corazón comienza a bombear más fuerte. Ella dijo lo que oí?

-Yo... - quiero preguntarle pero me interrumpe.

-Lo siento - dice rápidamente - Lo siento tanto por todo esto - me señala y baja la mirada.

-Estaría mil veces en esta camilla, si eso alejara a ese imbécil de tu lado - aseguro y mis palabras traen sus ojos de vuelta sobre los míos. Amo eso. Amo saber que nada conseguiría ese brillo más que yo.

-No digas eso Zayn. Yo... - la puerta se abre nuevamente y la enfermera con la comida se acerca con mi mamá detrás. Ella sonríe y saluda a Mia como si la conociera. Mia se voltea y vuelve hacia mi.

-Debo irme. Solo...

-Querías asegurarte que no había muerto - aseguro bromeando - Acá estoy... no vas a poder quedarte con mi departamento vecina - ella sonríe y todo lo blanco cambia a color. Ella ilumina y llena de color esta habitación.

-Tiene que comer señor - dice la enfermera.

-Me voy... que descanses. Lo que necesites... - dice y sus ojos me recorren. Se que se siente culpable. Pero tiene que saber que arriesgaría mi vida por ella. Ya estoy seguro de eso.

-No me ofrezcas demasiado. Soy de los que toman todo y más - aseguro, porque de ella quiero todo, absolutamente todo.

-Lo sé... - dice con una leve sonrisa y no puedo evitar volver a sentirme un idiota.

-Mañana nos vemos Mia... esta noche me quedo yo, si? Ve a descansar - dice mi mamá y no entiendo la confianza entre ellas. Qué fue eso?

-Claro Trisha... si necesitas algo, lo que sea...

-Volviste a hacerlo bonita... - juego con ella.

-No hablaba con vos. Además veo que ya estás listo para pelear eh... - saluda a mi mamá con un abrazo y deja un beso en mi mejilla, Joder! esto se siente bien. No puedo moverme o la habría abrazado para que nunca se fuera. Me pierdo en sus movimientos mientras camina hacia la puerta y una vez que desaparece, la mirada de mi madre está sobre mi. Ella sonríe y sé lo que va a decir.

-Es linda - afirma - cuando dijiste que era diferente, que era especial, no la imaginaba así - dice - Me gusta.

-Mamá... Ella no quiere nada conmigo. Solo soy una amigo más... - digo y mis ojos se pierden por la habitación.

-Una mujer no pasa la noche entera tomada de la mano de un hombre, rezando que despierte y cuidando de él... bah no sé. Así no era en mi época - dice con una sonrisa y mi atención está en ella y en las palabras que acaba de decir. Mia pasó la noche a mi lado? Estaba preocupada por mi?

-Ella...?

-Ella me informó de tu estado hasta que llegué. Ella lloró la noche entera culpándose. Ella te cuidó, hasta que le pedimos que vaya a descansar y aun así no quería irse sin que despertaras... ella sí que es especial. Estoy feliz por que la hayas encontrado al fin - me cuenta y por dentro siento un calor extraño inundar todo mi sistema. Mi bonita me quiere...

-No creí que ella... Dios amo a esa mujer! - suspiro con una sonrisa que hace que mi cuerpo duela en cada golpe recibido, pero me siento tranquilo, después de semanas me siento tranquilo.

-Me alegro tanto... al fin te dedicaste a buscar una mujer que realmente se preocupa y quiera cuidar de vos... que te quiere bien -dice mamá.

-Ojalá sea así, porque en cuanto salga de este lugar no se me va a escapar - y en ese preciso momento comienzo a pensar en cómo conquistar a la morocha bonita que había robado mi corazón hace tiempo.

Pasan varios días y me voy recuperando. Mia no vuelve a aparecer por el hospital. Una vez que supo que estaba bien y que había despertado, desapareció. Dónde había quedado todo ese cuidado y preocupación que decían, tuvo el día del accidente. Comenzaba a sentirme enojado, molesto...

Necesitaba verla, necesitaba saber si aun tenía una oportunidad con ella. Mamá insistía en que tenía que ir a casa para recuperarme, pero los chicos insistían en que ellos se harían cargo de mi si lo necesitara.

Extrañaba su perfume. Extrañaba su mirada fija en mi. Extrañaba sus gritos y sonrisas. Extrañaba el sabor de sus labios... la extrañaba.