Cuando las diferencias solo te acercan más y el amor de tu vida puede ser ese con el que tanto te gusta pelear.
Ellos se conocen, no hay feeling, pero al final no pueden vivir uno sin el otro.
Conoce esta linda historia, recordando como una vez este...
Los nervios me consumían, estaba en la puerta de la casa de sus padres y me sentía un adolescente en su primer cita. Mis manos sudaban, mi corazón acelerado y el recuerdo de sus lágrimas en nuestro último encuentro me paralizaban. Tenía miedo, miedo a perderla, miedo a ser rechazado, miedo a que se aleje de mi.
La había llamado miles de veces durante esta semana, le había escrito cientos de msj, pero Mia no respondió ni uno. Sabía que estaba en contacto con los chicos, principalmente con Harry, lo entendía, pero necesitaba escucharla y cuando la noche anterior mi teléfono sonó a la madrugada, fue una señal de que debía moverme. Ella también me estaba necesitando, lo sabía y tenía que aprovechar esa oportunidad.
Toqué timbre y una señora me recibió muy correctamente, había un parecido increíble con Mia y su sonrisa me tranquilizó.
-Debés ser el que la tiene en vela... - dice mientras extiende su mano - Soy su mamá, Camila - se presenta.
-Un gusto señora, soy Zayn, Zayn Malik.
-Lo imaginé. Cuando vi sus fotos la primera vez, supe que de todos ellos, sería el moreno - vuelve sonreír - pero no me llames señora.
-De acuerdo, gracias - digo agradeciendo sus palabras.
-Es mi hija y puedo asegurar que cuando se enamora lo hace en serio. Cuida de ella. Mimi es lo más importante que tenemos... nuestra princesa - me pide y tengo ganas de gritarle que amo a su hija, más que a nada.
-Lo es para mi también - afirmo muy seguro.
-Me alegra escuchar eso... voy por ella - dice y desaparece escaleras arriba.
Los nervios vuelven, tenerla frente a mi en un momento será suficiente para confirmar lo que vengo pensando y sintiendo hace tiempo. Miro la sala, las fotos en las paredes y sobre la chimenea apagada, sonrío al reconocer a una morocha con dos colitas, hermosa. Tendría 10 años en la foto, pero su sonrisa es la misma, la misma que me lleva a sus labios una y otra vez. No la veo, pero la siento acercarse, sé que está ahí porque el aire vuelve a mis pulmones y mi corazón se desata. Me giro y no puedo creer que esa mujer haya estado tan cerca y tan lejos de mi. Definitivamente la quiero cerca, muy cerca. Sonrío y ella imita mi gesto. Es realmente bonita.
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-Bonita, hermosa... perfecta - no hay palabras para describirla.
-También te ves bien... - dice bajando la mirada y yo pienso que es más hermosa aún.
-Vamos? - la invito a iniciar la noche juntos.
- A donde pensás llevarme? - pregunta sin moverse de su sitio.
-A donde todo pueda volver a empezar - respondo y le acercó mi mano esperando que la tome.
-Me gustaría conocer ese lugar - dice y una leve sonrisa se asoma, mientras siento su mano tomar la mía y la sensación es tan familiar que parece que todo vuelve a su lugar.
