Cuando las diferencias solo te acercan más y el amor de tu vida puede ser ese con el que tanto te gusta pelear.
Ellos se conocen, no hay feeling, pero al final no pueden vivir uno sin el otro.
Conoce esta linda historia, recordando como una vez este...
Había pasado una semana y ya no podía aguantar mucho más. No podía irme, pero necesitaba verla. No me alcanzaban las charlas por teléfono o mirarla a través de una pantalla, yo necesitaba tocarla, tenerla cerca, besarla. Joder! como extrañaba sus labios.
-Zayn vamos a desayunar abajo, venís? - pregunta Harry. Yo no quiero ni levantarme. Anoche tuvimos concierto hasta tarde y solo quería quedarme entre las sábanas y extrañarla. Quizá en un rato la llamaría.
-No lo creo... prefiero descansar - respondo. Salen y una vez en silencio retomo los recuerdos de Mia que tengo en mi cabeza, el aroma de su pelo, la suavidad de su cuerpo, sus labios... Mierda! no aguantaré mucho más tiempo. Por qué la escuché y me dejé convencer con sus palabras? Ya sé por que, porque me distraje con sus labios. No hay forma que pueda concentrarme en lo que dice, cuando mueve su boca frente a mi. Solo quiero besarla.
El ruido en la puerta me distrae de mis pensamientos y me niego a atender. Quizá si no respondo se irán, aunque los golpes se repiten.
-Voy! - digo de mala gana - Quién es? - pregunto mientras me pongo un pantalón por las dudas. Los golpes se repiten, abro la puerta molesto y me sorprendo al encontrar los ojos cafés más brillantes que alguna vez vi, acompañados de esa sonrisa que cambia mi vida. Ella está aquí.
-Hola bonito, pensé que si querías un beso... tal vez...
-Mierda! De qué hablás? Un beso? Quiero más que eso - digo y la tomo en mis brazos para entrarla a la habitación. La beso, la beso como hace días vengo soñando hacerlo.
-Veo que me extrañaste - dice sonriendo sobre mis labios.
-Que te extrañé? Joder bonita..Casi muero!! - le respondo - Qué hacés acá? Por qué no me avisaste que llegabas? Podría haberte buscado...
-Paul lo hizo, y qué hago acá? vine a ver a un sexy hombre que me está quitando el sueño, quizá consiga que se fije en mi - insinúa.
-Sería un idiota si no lo hiciera, aunque no va a poder acercarse mucho. Pienso encerrarte acá conmigo hasta que olvides esos sueños - aseguro.
-Me parece bien... tal vez logre cumplir alguno de ellos - me provoca. Como me gusta cuando me provoca. La levanto del suelo y sus piernas se enredan automáticamente en mi cintura.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Yo voy a cumplir todos tus sueños bonita, y quizá también los míos... No te imaginás como te extrañé - digo sobre sus labios.
-Entonces callata y dame un beso! - reclama - no viajé miles de kilómetros para nada.
-Te amo. Dios como te amo - digo entre medio de los besos que reparto por su rostro.
-Yo más bonito... mucho más - asegura y una vez que sus besos tocan mi cuello, pierdo en control. Ella puede llevarme al cielo un segundo o al mismísimo infierno con su ausencia. Pero ahora la tengo acá, toda para mi y Dios sabe la falta que me hizo. No puedo dejarla ir así otra vez.

-No vas a irte, verdad? - pregunto y mi voz suena a preocupación, a miedo.
-Hasta que me pidas que me vaya... y aún así, no sé si lo haría.
Y sin esperar más mis manos acariciaban su cuerpo, mis labios chocaban con los suyos y yo quería más, mucho más. Caimos en la cama y la ropa sobraba. No podía creer que estaba ahí. Me había hecho tanta falta estos días...
Le hice el amor, como ella solía decir. No era solo sexo, habíamos hecho el amor ya tantas veces y se sentía tan bien tenerla entre mis brazos nuevamente. Su respiración era suave, podría creer que dormía si no fuese por las caricias que sentía en mi pecho cerca de donde su cabeza descanzaba.
-Sabías que no pude dormir en toda esta semana? Te necesité... - la escucho decir y si bien me encanta saber que soy indispensable para ella en esos momentos, me preocupa.
-Todo estuvo bien? Pasó algo? - pregunto preocupado
-Algunas pesadillas... tenía frío en la noche... terminé durmiendo dos noches en tu cama - confiesa y una sonrisa se dibuja en mi cara. Me encanta que se sienta protegida junto a mi.
-Podrías dormir todas las noches en mi cama... en nuestra cama - insinúo. Si bien es algo que vengo pensando, estos días confirmé la necesidad que tengo de ella en mi vida todo el tiempo.
-No creo que sería...
-Yo si lo creo. Me gustaría saber que siempre estarás ahí para mi y yo para vos... me necesites o no - aseguro.
-Sería un paso muy grande... muy rápido - dice dudosa. La abrazo fuerte, su piel desnuda sobre la mía me hace sentir en paz.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Yo estoy dispuesto a darlo. Vivimos a un piso de diferencia, no cambiaría tanto... solo que no tendría que pedirte que duermas conmigo cada vez, lo harías porque ese es tu lugar - digo y agrego - salvo que no sientas que tu lugar es a mi lado... aún - el miedo y los nervios me consumen. No quiero su rechazo. La quiero conmigo... siempre.
-Y cual sería mi lugar entonces? - pregunta
-Si no es a mi lado, odiaría pensarte en algun otro - digo.
-Me refiero a cual sería mi lado de la cama - siento su sonrisa en mi pecho. Ella no se levanta a mirarme. Sigue recostada sobre mi. Me encanta esta mujer.
-El que quieras... si es arriba mío mejor - respondo.
-Puede que ese sea el elegido... Sabías que te amo, no? - dice finalmente
-Es bueno saberlo.
No hay nada en este mundo que me haga sentir tan completo como su mano junto a la mía, sus labios sobre los míos o su cuerpo enredado con el mío. Ella finalmente era mía y necesitaba avanzar y poder aprovecharla todo lo que podía.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
