2011
Estaba acostado, dando vueltas en la cama como imbécil. Era completamente consciente de que la chica de quien tanto había escrito, que me rompió el corazón de la forma más estúpida posible y de quien se me había hecho difícil de olvidar, estaba en el sofá, algo frágil y tratando de mantener el optimismo.
Aunque sabía que era una estupidez, y que era bien idiota al hacerlo, me dirigí a la sala a verla, ella tenía la mala costumbre de esconder para sí misma todo el dolor, a pesar de que me hubiese hecho daño, eso me importaba.
Efectivamente cuando fui a la sala, pude oír sollozos un ahogados.
Encendí la luz sólo para ver que ella estaba completamente arropada y se movía con inquietud. Me acerqué a retirarle la sábana.
Su rostro lucía normal, no se notaba nada fuera de su lugar, no sabía cómo lo había hecho.
—¿Estás bien? —dije confuso.
—¿Por qué no estás dormido? —dijo sentándose con lentitud.
Con ese cabello rubio enmarañado se veía completamente linda, era una ternura con los suéteres. Pero bien, de ahí no iba a ir más lejos, sólo quería ser amable.
—Y tú, ¿por qué lloras? —le digo cínicamente sentándome a sus pies, al otro lado del sofá.
—¿Por qué no hacerlo? —se encogió de hombros.
No supe qué decir para que no se sintiera atacada. Ella, en cambio, se quitó las sábanas de encima y se sentó a mi lado.
—Realmente no hay nada qué decir, ¿verdad? —susurró— Pero, como de costumbre, te estás mordiendo la lengua para no lastimarme, y eso está mal. Dime lo que piensas...
—Le estuviste escribiendo a Malia —respondo en tono neutro— ...eran buenas canciones.
—Le enviaba muchas, pero no se comparan a las tuyas, son más profundas —rió un poco.
—No sabía que tocaras guitarra —añadí mirando al techo, pero pude sentir cómo se había exaltado.
—¡¿Malia te dejó ver los vídeos?! —gritó con ánimo, algo ansiosa— Oh, lo siento...sólo Malia los vio...o eso me decía.
—Estamos a mano, Winona —la volteo a ver.
—Supongo —susurró sonriendo.
Nos quedamos mirando un rato.
—Las cosas solían ser más fáciles hace unos años —negó con la cabeza, rodando los ojos— . Dudo que nos podamos ver a la cara y...
—Eso es lo divertido, Winnie —le sonreí— . No somos otro par de idiotas fingiendo llevarse bien, tanto tú como yo somos brutales con respecto a la verdad, sin embargo podemos coexistir y reírnos del dolor que dejamos atrás. Somos lo suficientemente inteligentes para saber que nos entendemos.
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Self Conscious
RomanceSelf Conscious es la historia de Mark y Winnie, quienes salieron por tres años, los cuales fueron una tremenda confusión por el misterio metafísico que había entre ambos. Todo comienza con una entrevista y lo que se cree como amor a primera vista. S...