Self Conscious es la historia de Mark y Winnie, quienes salieron por tres años, los cuales fueron una tremenda confusión por el misterio metafísico que había entre ambos. Todo comienza con una entrevista y lo que se cree como amor a primera vista.
S...
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2008, enero
Lunes
—Hey, Winnie. No nos veíamos desde...¿la escuela? —la mujer que solía ser mi mejor amiga en el tiempo que mencionó, abre la puerta para verme.
—Necesito que me hagas un favor —digo saliendo del tema— . Te daré un sobre, si algún día te lo pido, me lo das. Nadie debe saber de esto.
—¿Estás haciendo algo ilegal? Porque sí es así, no me atrevo a...
—Es un mapa mental —respondo a su objeción blandiendo el sobre— . Sólo eso, nada ilegal.
Ella toma el sobre aún dudosa.
—¿Por qué tiene el número tres pintado? —señala el trazo con marcador azul que había hecho.
—Es una secuencia, por lo tanto debo buscarte a ti para que los mensajes tengan sentido —hablo sin pensar. Suspiro por hacer eso, lo iba a arruinar todo, aunque esta pista era la más inusual— . No hagas más preguntas, sólo no pierdas de vista el sobre.
—Está bien —habla en voz baja— . ¿Sólo para eso me querías? Eso es un poco frío.
—Sí, lo lamento, ando con prisa —sonrío para no alzar sospechas— . Te veo hasta entonces.
Martes
—Vaya, vaya —Stuart, el historiador de mi investigación, se queda mirándome con una sonrisa pervertida— . Winifred, ¿a qué vienes?
—Necesito que guardes algo por mí —extiendo el sobre— . Si lo pido, me lo das exclusivamente a mí...
—¿A cambio de qué puedo hacer este favor? —se relamió los labios. Yo lo miré con decepción.
—Sólo hágalo, por la ciencia —agito el sobre— . Haré algo riesgoso y necesito un mapa mental, usted es el número cuatro.
—¿Así que sólo seré tu eslabón, jovencita?
—Podría decirse —me encojo de hombros— . Es información vital, por favor.
—Lo haré —se quejó con lástima ante mí— . Vete a casa.
Sonreí dándole una reverencia. Estaba increíblemente complacida porque accediera, quizá porque esa era una parte importante del ciclo de cartas que andaba dejando de mano en mano. Las había repartido en orden aleatorio, y esa fue la última.
Miércoles
—¿Puede recordarme su nombre, señorita? —el terapeuta pregunta.
