34. La oscuridad muerde

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2006

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2006

—Vamos, tienes que conocerla —le hablo a mi mejor amiga.

—¿Y para eso venimos al Rock and Rollaway a las diez de la noche? No hay nadie en el piso —ella se queja mirando al alrededor— . Sólo vamos a recogerla y salimos de aquí. Está helando más que afuera.

Mantuve la mirada en el horizonte al dar vuelta a la derecha en ese poco iluminado pasillo. Los cubículos estaban a oscuras, sólo había una luz al lado contrario en una habitación, la de la oficina de correos. Escuchaba apenas a dos personas.

¿Harás algo el fin de semana? —pregunta una voz masculina mientras escucho el ruido de papel crujiendo.

—Mark estará ocupado el sábado, ¿quieres salir ese día? No quiero volver a la pereza, ese es mi pecado favorito —escucho la risa de Winnie.

Toco la puerta a pesar que estuviese abierta.

Veo a Winnie mirarme con tranquilidad mientras que su compañero se ve un poco más alerta.

—Hey —digo para cortar la incomodidad— , pensé que sería buen momento para ir a comer y...

—Trajiste a Alba —Winnie contesta con voz aburrida, ella no podía ocultar su fastidio a Alba, pero no entendía porqué. Se cruzó de brazos— . Si ella va, déjame llevar a Jimmy. Si no cumples, me retiro, hablamos enserio.

Reí ante su actitud difícil, pero asentí.

—No hay problema —dije sonriéndole al chico— . Viene con nosotros.

—Ahora, ¿les importaría esperar afuera? Vamos a organizar algunas cosas y ya los vemos —Winnie sonríe señalando con el dedo— . Gracias, niños.

Obedezco. Alba no duda en poner un ceño fruncido.

—Yo sólo te recuerdo que salir con ella después de tantos tropiezos es muy mala idea —dice ella cruzándose de brazos— . Vas a ver que tengo razón y será muy tarde, porque estás tan enamorado de ella.

—Veremos quién tiene la razón entonces —respondo sonriéndole.

—Tienes suerte de que no me enoje contigo —sonríe de vuelta tras dar una larga batalla.

Oímos el click de que han apagado la luz y una linterna comienza a iluminar el camino. Winnie espera a que su compañero eche llave a la habitación.

Al fondo escuchamos que hay un estruendo. Nadie le hace caso, excepto Winnie que estiraba su cuerpo a ver. Yo la miraba con preocupación casi pensando Otra vez no.

—¿Escucharon eso? —Winnie habló al notar que nadie estaba interesado.

—Debe haber alguien por aquí, no te alarmes —Jimmy habla con calma.

—Chicos —Alba señala a la luz del pasillo que está parpadeando.

—De seguro piensan que el piso está vacío, tendremos que bajar por las escaleras al piso inferior para ir al primer piso en ascensor —Jimmy explica con tranquilidad. Toma la linterna— . Síganme.

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