Self Conscious es la historia de Mark y Winnie, quienes salieron por tres años, los cuales fueron una tremenda confusión por el misterio metafísico que había entre ambos. Todo comienza con una entrevista y lo que se cree como amor a primera vista.
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2005
—La pareja más peculiar que conozco, la que no creíamos que iba a funcionar pero sin embargo sigue en pie después de...¿Cuánto? —Aleksei pregunta a su hermana, entonces mi novia.
—Ocho meses —Winnie responde después de hacer cuentas con los dedos.
—Aunque no conozco a la mayoría de gente que está aquí y hay algunas que me asustan —Aleksei ríe con nerviosismo al saber que varios asumían que hablaba de uno de mis mejores amigos, un baterista de una banda de heavy metal con aspecto de muy mal carácter— , sólo quería decir que es increíble el amor, la confianza y el respeto que se tienen...
—Desde ahora hablaré por todos, porque nos estás aburriendo —Trevor interrumpe con voz potente, varios ríen por el gesto— . Son una pareja increíble, asombrosa, les deseamos lo mejor en este viaje y no tenten a los dioses, pueden destruirlos.
Trevor se acercó a abrazarnos. Luego, varios de mis amigos junto a los de Winnie nos hablaron por breve para despedirnos, no era por mucho tiempo el que nos íbamos, Winnie tenía que regresar al finalizar verano mientras que en ese tiempo yo iniciaba gira en Japón.
En poco tiempo nos habían dejado solos y tuvimos que ir de inmediato a abordar.
Se preguntarán: ¿Cómo es que su relación va tan bien que ahora van de viaje?
La respuesta era simple, estábamos locamente enamorados. Ella apenas con veinte casi veintiuno, yo le llevaba dos años de ventaja, sin embargo aún nos faltaba saber mucho sobre la vida aunque ambos tuviéramos nuestras teorías hechas.
Para algo éramos buenos: Trazar viajes y divagar. Aprovechando el verano decidimos hacer uno de esos tantos viajes realidad yendo al Reino Unido y luego a Japón. Todo porque la aventura era nuestro elemento en común aunque ella fuera más discreta al respecto.
Fueron unas excelentes vacaciones, nunca pude olvidarlas del todo. En mi cabeza se acomodaban diferentes escenas:
Estaba primero esa en la que ella emocionada en el vuelo, no podía calmar su efervescencia y hablaba en un tono tan optimista que lograba llegar a mí haciéndome olvidar todas las molestias del entorno. Estuvo despierta la mayor parte del tiempo, contándome de su niñez como niñita inglesa. Yo le comenté que aunque ya fuera toda una neoyorquina, cuando soltaba groserías lo hacía con acento inglés. Le hizo gracia y finalmente se quedó dormida.
La segunda escena era ver a su familia en Kensington, sus primos habían crecido y hablaban como todos unos británicos. Su tía nos atendió bien, era extrañamente gentil, sin embargo pude notar que Winnie andaba nerviosa. En una de las tantas cenas que tuvimos durante esa semana, su tía no paró de recalcarle lo mucho que había cambiado y que era para mal, había olvidado tanto sobre su cultura inglesa. Winnie se levantó de la mesa después de la cena, estaba aturdida, el tono que había usado su tía desató un recuerdo: Recordó lo mucho que la odiaba y el porqué todas las noches deseaba salir de aquel lugar. Fue una experiencia agridulce para ella, pero siempre estuve para escucharla y poder ayudarle.
